Me acercaba temerosa a la puerta. ¡Por Dios Santísimo! Son las 3:00 de la madrugada... ¿Será Christopher? O ¿será... Ese loco psicópata?
Estaba tan sumergida en mis pensamientos hasta que salí del trance por un golpe más fuerte en la puerta. Corrí hacía ésta con el corazón a mil... Cuando tomé el pómulo de la puerta se escucho un gran trueno acompañado de una gran lluvia. ¡Me sobresalté!
—¿Qui-quién... Es?—Por Dios estaba tartamudeando.
Nadie respondió, ahora tengo más miedo... Empecé a llorar en silencio tapando mi boca deslizándome por la puerta hasta estar sentada sumergida en una crisis de nervios.
—Por favor... No me hagas nada, ¡Déjame en paz!—Susurraba en la puerta y no sé si realmente me escuchó. Solo me importaba cuidar de Jonathan... Que me pasé de todo a mí menos a él.
Desde que mis padres murieron el año pasado lo he estado cuidando y criando yo. Tomé el rol de madre... Trabajo y estudio para sacar adelante a él. Solo tiene 16 años.
Pero otro golpe se oyó más fuerte retumbando en el interior de la casa, haciendo que el florero de mí lado caiga y se quiebre. Lloré aún más estaba asustada, los truenos no cesaban. Y cada vez había más lluvia con fuertes relámpagos.
—Soy yo, Christopher. ¿Estás ahí Rose?—Gritó, quizás pensó que estaba lejos y algo me ocurría fue la crisis de llanto en que lo llamé.
Me levanté y le abrí rápidamente. Lo vi todo mojado y agitado... ¡Dios Santísimo! Es mi culpa. Lo abrace apenas lo vi y lloré en su hombro como una nena pequeña. Me desvanecí en sus fuertes brazos.
—¿Que te pasó, hermosa?—Aún seguimos abrazados pero yo estaba como una estatua en la puerta de mi casa, provocando que nos mojaramos mucho más de lo debido, caminamos hacia adentro aún fundidos en aquel abrazo y le seguí sus pasos. Cerro la puerta con seguro.
Me se separé, lo vi a sus hermosos ojos color avellana. Respire hondo tratando de calmarme, estaba en crisis.
—Mi-mira ésto...—Tomó el sobre con sus manos con un gesto de confusión, empezó a leerlo en voz alta.
"Querida Rose, hoy te veías tan hermosa que me dieron ganas de arrancerte los ojos sin más para que no vieras a más nadie. ¿Me pregunto cuando me mirarás a mí? Siento un gran deseo por atar tus manos y cortarlas. Que tus pequeñas y frágiles venas exploten. ¿Sabes...? Te amo Rose, pero nunca me miras, harás que me enoje y te apuñale. ¿Porque eres tan sus conmigo? Si solo me mirarás... Siendo un deseo incontrolable de clavarte un cuchillo y saborear tu sangre, ¡Santo Dios! Debe saber a gloria. Muy pronto nos veremos Rose. No desesperes, estoy más cerca de lo que crees."
—¡Dios mío Rose! ¿Quién te mando tal atrocidad? Seguro fueron esos imbéciles del grupo Jacod queriendo fastidiar.—El estaba realmente enojado, al parecer sintió... ¿Compasión? ¿Pena? Sinceramente no sé. Pero me abrazó y pude sentir como todo su cuerpo se tensaba, sí que estaba molesto.
—Y-yo no... No lo sé. Pero no estoy tan segura... La verdad estoy muy asustada, Christopher.—No tenía la más mínima fuerza para hablar. Susurré esas palabras con tan poca fuerza.
Me abrazó más fuerte. En otra ocasión le diría que se apartará. Pero ahora no, necesito a alguien a mí lado, aún que sea está noche.
—Tranquila bonita, yo mismo cuidaré de tí. Lo resolveré, lo prometo.—Vi sus lindos ojos color avellana mirándome con ternura, depósito un beso en mi frente y luego en mi nariz, noté que estábamos muy cerca y nuestras respiraciones se mezclaban. Él se acercaba cada vez más, ¡pero no! Somos amigos.
—Chris... No. Somos amigos ¿recuerdas?—Me aleje un poco, le sonreí con ternura. ¡ Diablos! Mis mejillas estaban caliente. Me estaba sonrojando.
—Sí... Lo siento, me dejé llevar.—¿Él estaba decepcionado acaso? O ¿yo era la paranoica que veía cosas que no son?
—Gracias por venir, estaba muy asustada.—Lo abracé amistosamente.
—Vamos a tu cuarto, debes dormir son las... 3:56 de la madrugada.—Se veía triste, ¡Owws! ¿Pero porqué? ¿Acaso fue ese caso beso que no cedi?
—Bien, vamos.—Estábamos duermiendo plácidamente. Él, en una sofá cama que había en mí habitación y yo en mi cama. Mi teléfono empezó a vibrar, me desperté a ver de qué se trataba. Y lo que ví me hizo entrar en pánico. Comencé a llorar tapando mi boca silenciosamente. Mis manos y mi cuerpo entero empezaron a temblar involuntariamente. ¿Que está pasando? ¿Estaré bien?