Capítulo 06.

Lloré cada vez más empapando la mano de éste sobre mi boca. 

Todo era tan horrible. No podía ver su cara, no podía reconocer su voz porque usaba codificador. Quería golpearlo pero estaba inmóvil el miedo me dejó estática.

Lo miraba suplicante. El rozaba su miembro por encima de mis pantys tocando mi intimidad con su glande. ¡Que asco! Lo quería matar, ¡Maldito asqueroso!

—Dios mío, Rose de aquí puedo sentir que estás muy apretada. Eso  hace que me excité más—Gimió fuertemente en mi oído.

Yo solo rezaba mentalmente para que no me tocará más. No quería que ese tipo me siguiera tocando y menos en una violación... ¡Sólo tenía 22 años!

—Dios... Tengo tantas ganas de enterrarme en tí—Explicó de una forma excitante para él.

Yo solo moví mi cabeza en forma negativa rápidamente.

El bajo mi panty. Rozando piel a piel su miembro con mi intimidad, yo sentía asco puro.

—Sé que  no eres virgen, pero hoy tengo ganas de follarte muy fuerte.—Iba introduciendo su miembro.

Yo lloraba aún más, y pensar que mi hermano está en la habitación de al lado. El no podía escuchar nada esto era un silencio sepulcral. Solo se oían nuestras respiraciones.

—Aquí voy nena.—Arremetio contra mi intimidad fuertemente. Chillé de dolor, sus embestidas era muy fuertes. Yo no estaba estimulada.

—Estas tan... Apretada Rose.—Aceleró sus embestidas.

Lloraba como nunca.

Estaba rezando para que acabará pronto. Cuando siento que una mano impacta sobre mi mejilla, el se dispuso a morder mi cuello fuertemente. Apretaba mis pechos como si fueran una pelota de plástico.

Me dolía horriblemente, intenté moverme pero él no lo permitía. Ayuda. Necesito ayuda. 

Mi teléfono empezó a vibrar, ambos volteamos hacia la mesita de noche. 

La verdad no me importa quién llamaba, esa persona era mi única salida en estos momentos. 

—Maldición.—Gruñó molesto. El me daba fuertes cachetadas. Quitó su mano de mí boca, y me besó bruscamente. Yo no le correspondía. Gritaba en su boca pidiendo ayuda.

—Si gritas mató a tu hermano.—Sentencio para proceder a besarme nuevamente. 

Yo solo lloraba, mi teléfono no paraba de vibrar... 

¿Quién era?