Capítulo 10

Comenzó el nuevo semestre, mi mejor amigo se cambió en el turno de la mañana, ya que estaba en otro equipo de fútbol y sus entrenamientos eran en las tardes, sólo lo veía cuando yo entraba a la escuela o cuando nos poníamos de acuerdo para salir. Tú me mandabas diario mensajes, en la mañana, tarde y noche, siempre hablábamos por video llamada en las noches para contarnos como estuvo nuestro día, estabas tan feliz por tus clases, que yo estaba feliz por ti.

Pasaron meses...

Empezaron a cambiar las cosas entre nosotros, me invitabas a salir con tus amigos y yo salía contigo, pero cuando te invitaba a salir con los míos nunca podías, hasta que me di cuenta que no querías salir con ellos, sólo conmigo.

Pasaron meses...

En ese transcurso a veces tú venías entre semana, empecé a faltar mucho a mis clases, ya que estabas aquí, te molestaban si no nos podíamos ver y yo no quería que te enojarás, así que accedía a vernos.

Pasaron meses…

Un día te dije que no podía salir, que tenía muchas suspensiones en las clases, si tenía una más tendría que recusar las materias, te dije que iba a ir al cine con mis amigos que si querías ir, te negaste, me diste a escoger o tú o mis amigos.

Me molesté.

Ese día hablamos, estuvimos de acuerdo que ya no era lo mismo, que tú estabas cambiando y yo igual, que no funcionamos como pareja a larga distancia y que nuestras prioridades eran distintas, decidimos terminar y quedar como amigos.

Pero…

Jamás fuimos amigos

Desde que terminamos no me volviste hablar

Y yo tampoco

Tú te fuiste…

Y no cumplimos lo que nos prometimos…

Pero…

¿Qué es lo peor de las promesas?

Que la mayoría de las veces nos conducen a la decepción.