El regreso de Norca

Anabel se sentía bastante mal, los mareos eran cada vez peores, pensó que todo eso era estrés sin embargo se levantó y llegó a la puerta, como pudo llegó donde Ivana que en ese momento doblaba su ropa y escuchó el toquido que era muy débil sin fuerza, abrió la puerta y vio a la joven pálida como un cirio y la llevó a la cama en donde la vio recostarse y retorcer de dolor:

- Anabel ¿Qué tienes?

- Todo me da vueltas…Me da vueltas y…no puedo detenerlo...

- Calma, llamaré a Bertino, él es médico…

- Creo que estoy embarazada, Ivana…

- Eso…lo sabremos-tomó el celular y le marcó.

Anabel se sentía a cada minuto mal y ella le dio a oler alcohol y le dijo:

- Bertino ya viene en camino.

- Si estoy embarazada no quiero que la abuela lo sepa…-sollozó.

- Calma, veremos cómo solucionamos todo esto-sobó sus brazos-Debes relajarte y pensar en cosas buenas y bonitas.

- Mi hermano se va a molestar.

- No te preocupes por Boris, él lo va a entender.

- ¿Lo harás entender?

- Sí…

- Ivana se supone que lo tengo todo….Y no soy feliz-sollozaba.

- Lo siento-la abrazaba y le decía- vas a ser feliz Anabel, solo es cuestión de tiempo, sé que tienes miedo que no sabes lo que te espera, pero créeme serás una buena madre, porque tienes un corazón igual al de tu hermano.

- Eres una buena amiga, nadie me había tratado como tu…Perdóname.

- Calma, calma…-la tranquilizaba.

Sin embargo le inquietaba la reacción de Enrietta al enterarse que su preciosa y bien educada nieta tenía en su vientre el hijo de un salchichero.

**

Abajo y como cosa irónica del destino, Enrietta ordenaba a Oswaldo la disposición de una cena especial con la comida más exclusiva posible, ordenó que la mesa se vistiera con el mejor mantel y los cubiertos de plata y la mejor vajilla y cristalería se dispusieron, Enrietta supervisaba cada detalle con ahínco, su nieto la vio tan entusiasta y se acercó:

- ¿Sucede algo abuela?

- Solo cosas buenas, y tan solo deseo que mi familia lo comparta conmigo.

- No entiendo.

- Ya lo entenderás, avísale a Anabel que la espero de gala esta noche y tu esmérate en tu arreglo esta noche.

- ¿Por qué?

- Porque tu abuela te lo pide, anda y dile a la señorita que se aliste formal, tendremos una cena de gala.

- Iré…

Boris llegó a las escaleras y corrió solicito a la habitación de Ivana que atendía a Anabel y al verlo entrar se sorprendió de verlo y él de ver a su hermana en la habitación de su amada:

- ¿Qué sucede?

- Tuvo problemas con su novio…

- Vaya, vaya con el salchichero.

- Ese salchichero va ser tu cuñado-vio su sorpresa y le dijo- Bertino vendrá a ver a tu hermana.

- ¡Ese tipo!

- Boris…-lo jaló hacia un lado y le dijo- Anabel está embarazada.

- ¡Qué!

- Y es ahora que te necesita y mucho.

- ¡Cielos!-se acercó a ella y la acarició- hermanita.

- Boris…tengo miedo….mucho miedo.

- Calma estoy aquí para cuidarte-le susurro.

- No hemos sido la familia que deberíamos ser….

- Pero ahora lo seremos-la besó.

Ivana los dejó solos necesitaba tomar agua y despejar su mente, además Bertino llegaría en cualquier momento y tendría que guiarlo hacia Anabel, fue a la cocina y vio a Miquela preparando la merienda y los demás sirvientes en apuros, no les preguntó nada, tan solo los vio salir y se acercó a Miquela que preparaba el menú de la noche y le dijo:

- Leí lo que me dejó.

- Espero que le sirva en algo…-meneaba una olla.

- En verdad siento lo de su familia Mariela.

- Yo más…-decía resignada- supongo que ahora me entiende.

Los entiendo, los odia a todos o solo a ella.

- A todos no, los jóvenes no tienen la culpa de sus acciones….-la miró- pero ella debe pagar por todo lo que ha hecho en vida.

- ¿Por qué la agitación de todos?

- Por algo bueno no ha de ser, manténgase alerta señorita y nunca diga lo que sabe porque puede ser al siguiente.

Ivana sabía a lo que se exponía en esa casa y sintió que pasarían cosas y nada buenas por cierto.

**

Norca Hintze era lo que muchos decían una diosa moderna, dotada de atributos físicos que la hacían deseable ante los hombres y muy envidiada por las mujeres, sin lugar a dudas le debía a su abuela que sus pasos estuvieran definidos en la vida, sabía lo que quería y cómo conseguirlo y usaba toda su artillería y trucos sexuales para lograr vencer la resistencia de los hombres. Boris fue su novio y se la tomó en serio, sin embargo ella era una mujer ardiente y no de un solo hombre, pero ahora tenía que sentar cabeza y que más que un apuesto y arrogante caballero con un buen apellido y una herencia prominente para lograr que su vida fuese optima, cuando el bólido cereza ingreso a las inmediaciones D’kleer se dio cuenta de que el tiempo parecía estancado en esa casona antigua y majestuosa, Enrietta era una mujer de tradiciones y de abolengo y mantenía un estatus severo en gustos, la casa era bellísima, pero en sus manos sería mejor con brillo propio.