Queridos Demonios internos,
La primera vez que te escribí te dije que estas cartas eran una de las dos opciones que me quedaban para sobrellevar esta horrible realidad.
La segunda opción era algo que seguramente ya te imaginas, no me atrevo ni siquiera a escribirlo, pero acá va: El Suicidio.
Sé que está mal que lo piense, pero y ¿si no hay salida?
Recuerdo que cuando vi por primera vez "13 reasons why" mi hermana mayor me dijo: - Vos ni siquiera pienses en hacerlo-
Y yo le respondí -Tranquila soy demasiado cobarde para hacer algo así-.
Sigo creyendo que soy cobarde, porque por algo no fue esa mi primera opción. Y de esa manera fue como se me ocurrió escribirte estas cartas, además de que me encanta la literatura.
Pensé que HANNAH, la protagonista, podría haber luchado un poco más y seguir su vida. La creí una cobarde. Pero en cierto punto la entiendo, no pase por las mismas situaciones que ella, pero eso no quiere decir que no haya pasado muy malos momentos.
Atentamente, La Chica Infeliz.