Me comentaron que fue estrés. Mi cabeza no puede entender como el estrés puede llegar a matarte en un minuto.
He soñado con el número desconocido infinidad de veces, me he limitado a tomar mi celular.
Pero el número no ha vuelto a llamar.
Es fin de semana. Sólo tengo una obligación social para luego poder disfrutar del descanso escaso que recibimos los humanos, pero nos contentamos con ello porque "hay situaciones peores".
Tengo que ir a un almuerzo de una de mis amigas, se acaba de recibir. Tenemos que llevar unas túnicas y gorro en homenaje, que al usarlas aparte de verme ridícula me hacen pensar si harían esto mismo por mi. La palabra favoritismo en mi círculo es real, cuando debería existir una equidad. Pero me mantengo callada aceptando que no harán esto por mí, que no me lo he ganado.
En el lugar había comida en abundancia, y alcohol para abastecer a un bar. No fue hasta tarde en la noche que nos decidimos caminar, con botellas en mano, por algunas manzanas bajo la luz de luna. Quitando las situaciones absurdas que estaban ocurriendo por la ingesta de alcohol, la noche y el ambiente eran agradables, ameno. Por unos momentos.
La recibida quiere conmemorar su noche con una carrera, así que nos ponemos en posición sobre una línea imaginaria, y al sonido de ¡ya! de un compañero que no quiso participar, corremos como si nuestra vida dependiera de ello. A dos cuadras de distancia se encuentra la meta, cerca muy cerca. No se si es la adrenalina o mi estado, pero estoy muy feliz de haber ganado, sigo corriendo sólo para aminorar la marcha, y me detengo en seco cuando mi celular comienza a sonar.
Lo miro y no me acuerdo del problema que tenía con él hasta que el brillo en la pantalla me muestra el número. El signo de interrogación de nuevo. Atiendo luego de varios tonos y no se escucha nada ni a nadie. Decido cortar cuando algo susurra, "Gracias por atender, sigue haciéndolo", y termina. No me da espacio para consultarle nada, no me deja rellamar ya que el número sigue estando fuera de servicio, ¿pero cómo es posible?.
Caigo en la cuenta de que puedo estar ebria, así que despidiendome voy pidiendo un taxi que no demora en llegar. En el camino le pido deje las ventanillas abiertas para que se me pase el malestar, no me responde pero tampoco lo hace. Golpeo la mampara y repito las palabras lentamente, ahora se disculpa y me indica que eso no será posible, se aberió el mecanismo. Bufeo y empiezo a buscar mi celular, lo mejor será terminar rápido el viaje por lo que le doy indicaciones para seguir el camino más corto. Se disculpa nuevamente, "la calle se encuentra cerrada señorita, hubo un accidente hace unos minutos, tendría que haberlo visto". En efecto, cuando pasamos cerca del lugar, se logra sentir el caos. No bastan dos ambulancias y tres patrulleros, también hay una ronda de prensa y algún que otro bombero. "¿Sabe que sucedió?", le consulto y el afirma, el conductor venía hablando por teléfono cuando fue arrasado por una camioneta, salió despedido por la ventanilla y cayó al suelo aún con el celular en la mano, "horrible", termina diciendo.
Ya en la esquina de casa le pido terminemos el viaje, le pago y dejo algo de propina, el espera irse hasta que estoy dentro. No logro llegar al cuarto, despierto al día siguiente desde el sofá.
El olor a café me reanima y las tostadas me dan la base suficiente para comenzar el día. Mis padres hablan de la compra que se tendrá que hacer hoy y de lo que harán el fin de semana, mi abuela los calla cuando empieza el informativo.
Por motivos obvios para mi pero puede no para todos, detesto mirarlo. Uno tiene que estar informado, uno debe saber que pasa alrededor suyo, pero no de esta manera. Practicamente la sección entera del programa se vuelca en asesinatos, huelgas y política. Algo que no termina nunca, y por más que que nos hagan creer que todo disminuyó, no deja de ser significativo. Es cansador ver que generación en generación las noticias son las mismas con personas distintas y con explicaciónes más resumidas. Pero la gente aún se asusta, se sorprende y se indigna, luego en ese estado van a su red social favorita dando su opinión como si eso bastara para marcar su descontento. Y listo, ya se olvidaron del problema, hasta la siguiente emisión. Ridículo.
- Esto pasó cuando venías para casa.- dice señalando el televisor. Estaban dando un repaso del accidente de medianoche.
- "La persona con quien hablaba seguía en la línea, pero no han podido localizarla".
Me despido de todos y me largo al trabajo.
Por suerte hoy no tendré que hablar con nadie, habrá una reunión que nos llevará toda la jornada así que disfruto cada hora que pasa. Delante mío se extiende una enorme mesa llena de bocatas y bebidas gaseosas, tomo lo primero que me tienta sin esperar órdenes, lo que quiebra el hielo y logra que todos comamos sin rencor.
Por el proyector pasan una serie de gráficas, tablas, análisis y demás cosas que finjo me importan. Hay que ser realistas, no quiero perder mi trabajo, pero tampoco puedo defenderlo a capa y espada cuando no estaré aquí toda mi vida. Ese afán de muchos por defender su lugar como si fuera irreemplazable lo admiro, pero lleva mucho malestar para mí, y ya tengo bastante con mi futuro frustrado. Ahora pasan a las felicitaciones por los nuevos asensos, promociones o alguna de esas palabras en inglés que tanto se molestan en usar. La necesidad por ser moderno depende de cuantos conceptos en inglés desarrolles a nivel empresarial. Términos como ASAP*, son fundamentales. Mis pensamientos se interrumpen cuando dan por concluida la reunión, por lo tanto llega mi hora de partida.