Stefania se encontraba sentada en la esquina de su habitación, pensando en todo lo que en menos de un mes había conseguido poner a su familia patas arriba, no comprendía exactamente la decisión de la mayor de sus hermanos.
Aún estando en contra, defendió del ataque violento que tuvo su padre por la mañana, cuando Melina comunicó que tenía una nueva relación, con el Doctor a quien siempre alagaba por su excelente trabajo, tuvo mala serte ya que su madre no se encontraba en esos instantes, ella se opuso al ataque sabiendo que su padre nunca la tocaría, y así fue, aún molesto se marchó de casa, azotando tan fuerte la puerta haciendo retumbar las paredes y echó a andar al trabajo.
Sus padres la observaban desde la esquina de la puerta, ambos seguían notablemente enfadados, pero notaban que la menor de sus hijos había cambiado radicalmente su actitud, casi no hablaba con nadie, no conseguía mirar a la cara a Melina, respondía con un par de palabras a lo que El Sr. Y Sra. Villalba preguntaban. Pensaron que quizá las discusiones la estaban afectando de sobre manera. El padre tenía a una clara culpable y la madre también, aunque obviamente no apuntaba a la misma persona.