—Ya están, ya están, ya están aquí—Dijo dando vueltas por todo el piso.
—Kelly, quieres calmarte, todo va a estar bien—Intentó tranquilizarla. Su móvil sonó al avisar que tenía un mensaje.
—No Maia, no va a estar bien, se que pasará algo que lo estropeará todo.
—¿Qué puede pasar? —Pregunto tras leer el mensaje de su móvil.
—Em… ¿chicas? —Dijo Iris entrando en el salón.
—¿Que pasa I…iris? ¿Qué te ha pasado?
—Creo que me he puesto demasiada crema hidratante y no sabía que esta llevaba sulfato—La parte inferior de la cara la tenía toda roja y con salpullidos.
—Creo que me voy a desmayar.
—¿Pero no has leído el prospecto antes de echártelo?
—Me confié.
—Se nota.
—¿Qué hago? Estarán a punto de… oh no, ya están aquí—Dijo al escuchar el timbre.
—Vale, vale, a ver, Iris, doy gracias porque solo te has puesto por la barbilla, toma, esta mascarilla te tapara eso, dices que estas resfriada y ya está ¿vale? —Dijo dándole la mascarilla de pliegues blanca.
—Vale—Dijo cogiéndola. —¿De dónde la has sacado?
—Las compré en un viaje. Abre tú Kelly.
—Allá voy—Dijo nerviosa. —Hola, em…sois los… que digo, claro que lo sois, yo soy Kelly, em… pasad.
—Fred tranquilízate, no va a pasar na…da…—Paro de hablar, al ver a dos miembros del departamento de investigación del estado. —Fred, te llamo luego—Cerró el audio y la pantalla del móvil —¿Que hacen los del departamento de investigación aquí? —Susurró al reconocer los símbolos de sus trajes.
—Son los empresarios—le respondió Iris.
—¿Qué? —Fingió una sonrisa al ver que la miraban.
—¿Nos sentamos? —Preguntó Kelly para romper el hielo.
—¿Qué le pasa? —Preguntó el joven que venía acompañado por su jefe, quien era un señor de poco pelo y gafas redondas.
—Esta resfriada.
—Bueno ¿y vosotros como os llamáis?
—Maia…—Susurró Kelly dándole un golpe de codos.
—Perdonad la descortesía, mi nombre es Antón Ramises y él es Carlo Louda.
—¿Y vosotras sois?
—Soy Maia y ella Iris.
—¿Comemos? —Preguntó Iris detrás de su mascarilla. Los cuatro aceptaron y se sentaron en la mesa la cual llevaba horas puesta.
—¿Y… que estáis investigando ahora mismo?
—Maia…
—¿Qué pasa? Es para hablar de algo.
—No pasa nada, ahora mismo estamos iniciando una nueva investigación.
—¿Sobre qué? —Preguntó curiosa Kelly.
—Sobre los Eyepow —Dijo Carlo. Maia se quedo en shock al escuchar el nombre.
—¿Que son los Eyepow? —Preguntó Iris con su mascarilla.
—No podemos…
—No pasa nada Carlo, es importante que la gente sepa lo que está pasando. Kelly, te gustaría este trabajo ¿verdad?
—Por supuesto.
—Bien, ¿y vosotras sabéis guardar un secreto?
—¿Qué clase de profesionales van dando sus secretos a desconocidos? Aquí hay gato encerrado, no parecen tontos, al contrario, parecen saber lo que están haciendo—Pensó Maia.
—Si—Dijo Iris. Carlo miro la reacción de Maia la cual le sorprendió un poco y no la dejo de mirar hasta que ella lo miro.
—Bueno, aquí tenemos el primer informe de este caso y los datos básicos de estos seres. Puede parecer una película de ciencia ficción, pero el video del supermercado podía ser real—Explico Ramises.
—¿Por qué asumís que es real? Hay muchos de estos en internet.
—No lo asumimos, decimos que podría serlo, es una hipótesis—Respondió Carlo. El móvil sonaba, pero nadie lo cogía. —Cógelo, puede ser importante—Dijo con un aire de superioridad. Maia suspiro y contesto en su habitación.
—¿Fredison qué pasa? Estoy muy cabreada ahora mismo.
—Dayna está de camino hacia tu piso.
—¿Qué? ¿Por qué no la has detenido?
—No me hace caso, quiere estar contigo, eres su ídolo.
—Pero no puede estar aquí, están los investigadores. Todavía no tiene sus lentes ¿verdad?
—Se las darán mañana.
—Ya…—De repente tocaron al timbre—Cuelgo. Abro yo—Dijo yendo hacia la puerta.
—¿Esperas a alguien? —Pregunto Iris.
—No, pero seguro que es el cartero o alguien que… no lo sé, pero abro yo.
—Quiere sentirse importante—Susurró Carlo. Por suerte para él, Maia no lo oyó.
—¿Dayna? —Susurró. No vio a nadie por ningún lado.
—¡Aquí! ¡Aquí! —Era un ratón blanco el cual hablo como una niña de diez años.
—¿Dayna? ¿Eres tú? ¿Qué haces transformada en un ratón? —Preguntó levantándola con la mano.
—¿Quién es?
—¡Nadie! Corre escóndete en mi bolsillo. No hay nadie, seguro que se han equivocado.
—¿A dónde vas? la comida se enfría—Dijo Iris.
—No os preocupéis por mí, seguid hablando sobre el trabajo yo tengo que ir a mi habitación.
—Lo siento, ¿de que estábamos hablando? —Preguntó Kelly intentando normalizar la situación.
—Dayna, que tengas el poder de transformación animal no significa que lo tengas que usar a cada segundo—bajaba la voz por lo que pudieran escuchar.
*TRANSFORMACIÓN ANIMAL: Habilidad para cambiar de forma animal. Solo se debe pensar en el animal que desee, además viene con las habilidades de cada animal que se transforme.
—Lo sé, pero es que me encanta mi poder—Dijo tras volverse humana, teniendo sus ojos violetas y su cabello corto y rubio.
—A ver, yo tengo que salir y ser una humana normal.
—Pero no lo somos, ¿por qué tenemos que ser algo que no somos?
Maia la miró con una sonrisa tierna, pues sabía que tenía razón. —Dayna, yo me hago cada día la misma pregunta, pero tenemos que hacerlo hasta que podamos cambiar, por el momento debemos escondernos, y más ahora que están los investigadores ¿de acuerdo?