Capitulo 10. Perseguida

    —Muy bien, ¿estáis listas? —Preguntó Iris. Sábado 29 de abril, listas para el fin de semana, Maia estaba en el sofá mirando su móvil apagado y pensando en lo que pasó el miércoles cuando entró en su apartamento…

    —Hey Maia, te queríamos preguntar una cosa ¿Quieres venir a pasar un fin de semana en una casa del bosque? —Preguntó Iris.

    —No lo sé… tengo muchas cosas en las que pensar.

    —Piénsalas de camino, vamos será divertido—dijo Kelly. —Así te despejaras un poco.

    —Muy bien, entonces este sábado 29 iremos a la montaña.

    —No he dicho que sí—lo dejó pasar.

  Volviendo a la actualidad, Maia se dirigía al coche, donde se sentó justo detrás de Kelly, quien conducía el coche negro. Anna, Jessica e Iris también iban dentro.

  Kelly estaba sumergida en sus pensamientos mientras miraba la carretera, eso era un problema, pero no había ningún coche por la zona. Pensó mucho en lo que le dijeron.

    —Muy bien—dijo el señor Ramises. —Llévate a tus amigas lejos del piso, colocaremos las cámaras en cuanto os vayáis.

    —¿Está seguro de que es necesario? Carlo no ha sacado nada en concreto.

    —Pero es la primera sospechosa.

    —Tú no sabes nada de ella.

    —No discutáis, no importa Kelly, para estar seguros hay que peinar las zonas donde creemos que hay algún eyepow. Si no me equivoco hace pocos días el vigilante de seguridad vio algo inusual.

    —Así es señor—dijo Carlo. —Y por si fuera poco esa misma noche borraron los videos de seguridad.

    —No le parece sospechoso ¿señorita Anderson? —Kelly no dijo nada. —Entonces, este sábado 29 os iréis lejos para que podamos colocar cámaras y micrófonos por todo el departamento.

    —Con una condición. Quiero estar presente en todas las grabaciones, y si veo algo que no es apropiado lo tapare.

    —¿Cómo qué? —preguntó Carlo.

    —Como desnudarse en sus habitaciones, o ducharse en el baño.

    —Muy bien, no hay problema estarás con nosotros en todas las grabaciones.

  Kelly sabía que no estaba obrando bien, pero ¿qué podía hacer? Por fin tenía un trabajo digno de ella, las investigaciones y los misterios era lo que más le apasionaba desde muy pequeña, por eso, sentía que no tenía otra opción.

Además, esos eyepow estaban haciendo de las suyas, desde ese anuncio de los eyepow oscuros había casos de muertes, uno tras otro. Como si quisieran vengarse de algo o alguien.

    —¿Estás bien Kelly? —Preguntó Iris quien estaba a su lado. Volvió sus sentidos en la carretera.

    —Sí, estoy bien—Dijo mirando el reflejo de Maia en el espejo de delante. Estaba apoyada con su brazo mirando por la ventana. Ninguna de las dos parecía sonriente.

    —Vamos a hablar de algo—Rompió el hielo al hablar. Volvió a sentirse vacio cuando nadie respondía. —Hola, estoy hablando—Dijo Iris.

    —Yo hablo contigo, ¿qué tal la película de ayer? —Preguntó Anna quien tenía una cola por el calor que hacía.

    —¿La de los zombis? Ñee, no fue para tanto, me gaste catorce euros en una película que no valía mucho…

    —Mira que te lo dije, piénsatelo dos veces—Dijo Jessica quien estaba en medio de Anna y Maia.

    —Es que el actor que salía estaba muy bueno.

    —¿Solo la viste por él? —Preguntó Anna.

    —¿No me digas que tu no lo harías?

    —Es posible, pero como tengo novio no puedo.

    —Verla la puedes ver con o sin el novio, pero hacer otras cosas ya no se…

    —Que mente pervertida que tienes—Dijo Jessica quien era la única que las escuchaba.

    —Aún sigo en el lado oscuro, eso díselo a Kelly que es quien me ha metido ahí.

    —No habéis hablado en todo el día, ¿estáis bien? —Preguntó Anna a ambas, Maia y Kelly no dijeron nada.

    —No te escuchan—Dijo Jessica.

    —Os pasa algo, ¿nos lo pensáis contar o tenemos que insistir?

    —No me pasa nada, estoy concentrada en la carretera, no querréis que tengamos un accidente ¿verdad? —después de decir eso, volvió a mirar a Maia por el espejo del medio. Parecía no estar atenta a su alrededor.

  Maia estaba sumergida en lo que pasó aquel día, después de ver al padre de Fred, él se largó sin más, Maia llamó a una ambulancia para Carlo y después quiso contactar con Fred.

    —Fred… he…he visto a tu padre.

    —¿A mi padre? ¿Qué te ha dicho?

    —Es un eyepow oscuro, ¿lo sabias?

    —Por supuesto. Se ha unido a la organización de esos eyepow, su política es la misma que los investigadores, eliminar a los enemigos.

    —¿Que pasara a partir de ahora?

    —Los eyepow también son como los humanos, egoístas y perversos. No debiste hablar con él, ahora todos saben que eres una eyepow que protege a los humanos, no te van a dejar tranquila, por eso no te quise decir nada.

  Maia pensó mucho en las palabras que le dijo Fred aquel día, no se las podía quitar de la cabeza. —Maia ¿estás bien? —Preguntó Jessica quien estaba a su lado.

    —Maia está en su mundo—Respondió Iris. Maia vio por la ventana a una persona cuyas habilidades eran imposibles para un humano.

    —¿Eh? ¡Para! ¡Para el coche! ¡Para el coche Kelly! —Gritó desesperada quitándose el cinturón.

    —Vale, vale—Kelly paró el coche en medio de una carretera por el pie de la montaña, donde por suerte no venia nadie.

    —¿Qué pasa? —Preguntó Iris al verla salir del coche. Maia se dirigió donde estaba esa extraña persona volando cerca de los arboles, estaba encima de una gran rama del árbol.

    —¡¿Quién eres!?

    —No creo que sea buena idea, creo que es una eyepow—Dijo Iris en voz baja.

    —¡Maia! ¡Vuelve! —Gritó Kelly cerca del coche. Ese eyepow estaba tapado por su capucha y su máscara.

    —¡No lo hagas! —Gritó al ver que producía un fuerte viento con las manos. —Está usando… ¿Aeroquinesis?