¿quién eres? - Observación

Capítulo 37.

Paralelamente Romi recordaba su conversación con Santiago sobre que intercedería por él para lograr convencer a Pitu que se reunieran, y solucionaran las cosas entre ellos.

 

—Creo que debes considerar reunirte con Santiago, aclarar las cosas, porque ya sabes que él es inocente de ese documento.

—Y ¿por qué yo?, ¡no y no!, ¡olvida eso que me voy a juntar con él!

—Yo creo que Romi tiene razón, tú debes aclarar las cosas con Santiago… —sugirió Lisy.

—Ya sé que no fue él, pero no es necesario nada más —las interrumpió cerrándose por completo a la idea.

—Es que capaz que tengas que reunirte con ambos encargados universitarios, por lo que estás obligada a verlo.

—Tiene razón la Romi, además ahora que conocen gente en común, vas a coincidir lugares y ¿qué harás?

—¡No hablaré con él! —protestó como si sus amigas perdieran el tiempo de solo sugerirlo como posible.

—Punto uno, él fue hasta la universidad a pedirte perdón; punto dos, fue varios días por lo que todas nos enteramos por Consu; punto tres…

—¡Punto tres y final, no me interesa!

—¡Eso se llama ser rencorosa y tú no eres así! —reclamó Romi.

—¡Y sigo no siéndolo!, yo ya di por pasado el asunto.

—Sino es rencor, entonces, ¡eres una testaruda! —alzó la voz Lisy para hacerla entrar en razón.

—¡Eso no lo puedes discutir! —exclamó Romi convencida, porque antes se lo habían dicho por otras cosas.

—¡No lo soy! —reunió Pitu sus cosas rápidamente y se fue—, ¡y haré el trabajo sola!

—¿Por qué es tan testaruda? —cerró Lisy con fuerza su cuaderno.

—Y, ¿ahora qué?, si sabe que él no fue, no entiendo ¿por qué no quiere reunirse?

—Porque tenemos una amiga testaruda, ¿qué más va a ser?, ya verás, va a recapacitar y…

—Con lo cambiada que está ya no sé nada —se sintió Romi afligida por Pitu—, no tienes idea lo mal que llega de ese nuevo voluntariado, ella cree que no sé, pero ya van varias veces que la he sorprendido llorando.

—¡Es una testaruda! —exclamó Lisy consolándola y sintiéndose impotente por no saber cómo ayudarla—, pero no entiendo del todo, ¿cuál es el problema?, su cambio ha rendido frutos en la universidad, concuerdo contigo que fue algo radical, pero le va relativamente bien…

—Es su naturaleza dar su punto de vista, lo que pasa es que eso a las demás parece ofenderlas, y la acusan de radical, de extremista, yo sé que todas las personas opinamos diferente, pero no sé por qué a Pitu se lo castigan tanto, es como si lo tuviera prohibido.

—A lo que te refieres es que ella… entonces, ella no entiende que por su cambio está pagando un precio muy alto.

—¡Exacto!, pero lo hace para que las cosas funcionen… comenzará a estresarse, y ya sabemos lo que ocurre cuando eso pasa —sentenció Romi.

 

Si bien Pitu sintió odiarlo con toda su alma a Santiago, algo dentro de ella no se lo permitió tal como su capacidad de perdonar y olvidar el mal rato fácilmente. Sus amigas tenían razón, ella no era rencorosa, pero el asunto con él quería dejarlo atrás, ¿por qué?, ni siquiera lo sabía.




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