¿quién es el Asesino?

Cuatro


 


Martes 29 de abril del 2021

A s t r i d

Me levanté más temprano por la repentina llegada de papá, apenas eran las cinco de la mañana cuando entro a mí recamara a darme la bienvenida con un abrazo cálido. Lo notaba extraño, nervioso como si deseara contarme algo, pero no sé atreviera.

Estábamos sobre la mesa desayunado junto a un desconocido que aún no me presentaban.

—Debes estar preguntándote quién es esta persona —papá deja la copa de su vino a un lado, alzo los hombros sin articular nada —, cariño... quiero que no te asustes y no lo tomes como algo malo.

Bueno, si habla así no puedo esperar mucho, su tono comenzó a asustarme.

—¿Está bien? —le doy un trago al recipiente de leche.

—Este hombre es William Grayner, mi novio.

«Ja»

Estoy segura de que la leche se me salió incluso por la nariz, todo fue un caos tras la declaración que hizo, sin evitarlo derramo incluso el agua que reposaba sobre la mesa. No podía decir nada porque mis labios se sellaron al instante.

Siempre estuve a favor con la comunidades que apoyan la homosexualidad, bueno no a favor exactamente, más bien no le daba importancia ya que no es de mi incumbencia el gusto de los demás, esa era una decisión autónoma y nadie tenía que interponerse en ello, sin embargo... el hombre que acababa de hablar era mi padre, el mismo que me llevaba a comer helado y al parque de diversiones hace unos años, el mismo que me defendía cuando mamá se volvía histérica, el que se casó y luego divorcio de la señora Olivia.

Era papá, mi papá.

La noticia fue bastante escandalosa, mejor me hubiera avisado que algo tan... ¿Raro? ¿Impresionante? ¿Increíble? No lo sé, no tengo idea de cómo describirlo sin que suene discrimínate.

—¿Cariño, estás bien? —papá se trasladó tras de mi para darme golpecitos en la espalda.

Yo sin saber que responder, solo me quedo de piedra.

»—Lo lamento, no quiero que te sientas incomoda ni que te enojes conmigo... necesitaba que lo supieras porque eres mi hija y tenía la necesidad de expresar esto —explica poniéndose las manos en el rostro —, siento que tal vez no aceptes lo que tenemos William y yo, seguro temes a que se burlen de ti en la escuela o aparto de ahora sentirás vergüenza...

Sobreprotector, así era papá. Era una de las razones por las que no solía visitarlo mucho, aunque también por eso me sentía tan bien a su lado... tengo sentimientos encontrados, por así decirlo. Papá recientemente comenzaba a vivir su vida, dado que siempre se ocupó de alguien en el pasado, ya sea su madre cuando era adolescente, luego cuando conoció a mi madre dejó la universidad para que ella terminara antes, porque en ese entonces papá era "enemigo" de mi abuelo por lo tanto no obtenía de las riquezas, más tarde nací yo y mamá trabajaba para darnos de comer mientras que papá cuidaba de mí.

Puede que esa sea una de las razones por las que no soy cercana a Olivia.

—Papá, vasta, no... no digas nada —por fin logro hablar, aunque las palabras me salgan en balbuceo.

Me quedo pensado un largo rato, todos sobre la mesa permanecieron en silencio, Alicia limpió mi desastre y todo estaba "en orden" en un rato tenía que irme a clases y se suponía que papá me llevaría, pero ahora parecíamos todos estar en una situación rara que jamás pensé que me pasaría.

De reojo veo a papá, su mirada estaba en el plato, al parecer había algo interesante que ver en un trozo de pan, por otro lado, William seguía callado sin tener idea a donde mirar. Parecía una buena persona, tenía lentes y lucio empresario.

Tomo un poco de agua y hago mucho ruido con el vaso cuando lo dejo sobre la mesa llamando la atención.

No sé qué pasaría luego de dar mi opinión, tenía miedo más que vergüenza... ¿Por qué debería de sentirme avergonzada?

Me pongo de pie y me poso en el centro de Wili y mi papá, tomó sus manos y las uno.

—Si esto te hace feliz, ¿Por qué tendría que enojarme? Es tu vida y eres un adulto, haz lo que quieras mientras sea algo que tú decidas.

¿Por qué tendría que interponerme? Por lo menos me lo dijo y no lo supe por boca de otros.

Después de ese momento extraño, fuimos con William y papá a la escuela, los dos se ofrecieron a llevarme y no objeté.

—Gracias por contármelo —confieso cuando estuvimos delante de la puerta de la escuela, él sonríe y me abraza para después marcharse.

Camino hasta el interior de la escuela para dirigirme al casillero y arreglar algunas cosas, justo a dos casillas estaba Rawson, me acerco, pero no notó mi presencia hasta que aclaré mi garganta.

—Hola Raws ¿Puedo llamarte así, ¿no?

—Si, aunque solo mis padres me llaman así —cierra su casillero. Caminamos lejos, él se ofreció a acompañarme. No dijimos nada en el camino, era un chico demasiado cerrado hasta cierto momento —, ayer cuando te fuiste, Sharppey me amenazó con sacarme del grupo.

—¿Y qué le dijiste? —me detengo frente al mismo asiento de ayer y él se sienta sobre la butaca.

—Nada —dice con indignación —, no me atreví a decirle nada.

—¿Por qué no? ¿Le temes?

Raws no contestó, algo me decía que era lo contrario, había algo más.

Levi entra y se sienta a mi lado sin siquiera saludar. No me esperaba mucho, era un neandertal sin modales y no dejaría de serlo nunca, pero por lo menos debió hablar con Raws, él no lo defendió ni dijo nada, solo se fue a abrazar a la patética de Sharppey como si ella fuera una inocente.

Raws se despidió y se fue rápido, estaba incómodo así que no lo detuve.

—Pensé que era tu amigo —comento sacando mi barra de chocolate habitual.

—Piensas demasiado —contesta con los brazos cruzados y mirando hacia delante.

No dije nada más, dejé que la clase pasada para irme rápido, en las horas de descanso busqué a Raws o América, pero solo me encontré con Levi y Dawson sentados en las escaleras de la puerta principal.




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