¿quién es él Culpable?

Capitulo 10

Capítulo 10



 

Llego a mi casa como un fantasma, todo está en silencio, seguramente mi madre se encuentra en el trabajo y mi hermano en algún lugar desperdiciando su juventud.

Camino hacia la cocina con las únicas intenciones de asaltar el refrigerador, a pesar de que encuentro lo que mi lama necesita para tranquilizarse no soy capaz de sonreír.

Subo las escaleras con una  gran cuchara y un enorme pote de helado de chocolate, mi sangre necesita azúcar, mucha azúcar para sopesar lo que acaba de ocurrir.

Debo de admitirle a mi misma que las esperanza de encontrar al padre de mis hijos las tenía por el suelo, las ganas nunca disminuyeron, siendo sincera conmigo, ¿cómo iba a encontrar a alguien que ni siquiera sabía cómo era? Es matemáticamente imposible.

Y la vida me acaba de demostrar lo absurda y lama comedia que puede ser, el padre de mis hijos está más cerca de lo que he podido imaginar.

Me acuesto en mi cama abrazando el pote de helado y mirando el techo, lo que tenga que ser será de todos modos ya lo peor pasó. 

Los días siguientes lucho para no caer en la autocompasión hasta que una mañana lo primero que pasa cuando llego a la agencia es ser arrastrada junto a Lilian a la oficina de Christian por el mismo. Quien parece haber encontrado la fórmula secreta de la Coca-cola.

—¡¿Todo claro?! —pregunta Christian después de media hora hablando, la verdad es que los planes de mi jefe no eran la lumbrera, pero no teniendo más opciones era mejor no contradecirlo  — En quince minutos está ¡aquí, nada de llanto Nina cuando lo veas actúa normal!

—¿Todavía no perdonas lo del restaurante? - la verdad es que ha estado reprochándome durante la última semana. 

—Nooo… — me da  mucha gracia su frustración de no poder sacar de quicios a su novio por estar consolándome — esta es la situación más inverosímil en que he estado.

—Este tipo de cosas solo le pasa a  un porcentaje muy pequeño en el mundo,  y por supuesto ahí teníamos que estar nosotros — la voz cansada de Lilian es muy tierna  — cuando lo encontremos lo mato, les juro que lo mato, estas estúpidas uñas que Christian me hizo utilizar van a sacar un par de ojos.

—No cariño… esas hermosas uñas que hacen resaltar tu elegancia no va a sacar nada, y mi hermosa modelo no va a matar ni una sola mosca.

 

—No quiero ser tu supermodelo, quiero ser tu asistente — hace una mueca —se suponía que necesitabas dos.

—Nina ha demostrado que puedo con todo — se acerca a ella — y a ti nena la cámara te ama, te necesito frente de ella, no atrás.

La felicidad que sentía por Lilian  ni mi absurda situación era capaz de apagarla, de un momento a otro había dejado de ser la asistente de Christian para convertirse en su más reciente descubrimiento de modelaje, la marca había quedado encantado con ella, Christian a sus espaldas había  mandado sus fotos a varias marcas, tenía muchos proyectos con ella.

Ella seguía renegando un poco de su nueva exposición, pero  cada día su cara tenía más luz — Eres hermosa Lilian — le digo y beso su cabeza — déjame el anonimato a mí.

—Cuando llegue Josué, lo atiendes Nina le dices que me espere cinco  minutos, luego tu Lilian apareces, te le sientas al lado, trata de coquetearle, ahí yo salgo los encuentro,  lo hago pasar y luego le monto un Show y lo presiono. 

—Espérate ahí — la cara de Lilian es de espanto — ¿Coquetear? ¿Cómo se hace eso?

—¿Dónde las tenían guardadas? Viviendo como patricio bajo una piedra o qué — bufa — la virgen embarazada y la modelo mustia, voy a tener que corromperlas o se la van a comer paradas a ambas — me mira — o solo a Lilian pro que Nina ya se la comieron y ni cuenta se dio.

 

—¿Christian debo reírme para no llorar? — estoy indignada por su humor tan negro y verdadero — definitivamente debo llorar.

—Ay no… ya no más lágrimas, soy tu jefe y te ordeno no más llanto — agarra de la mano a Lilian y la lleva  un sillón y la sienta al lado de él — te le acercas y le dices: hola guapo como te llamas. Y le sonríes, no dejes de sonreír lo que más admira son las sonrisas.

—No te preocupes, voy a sonreír hasta que me canse los cachetes — hace una sonrisa tipo piraña — Dios santo, voy a matar al padre de esos bebés, mira en lo que me ha convertido. 

Da vuelta en sus pies, ya que es una  modelo de la agencia, siempre tiene que estar con los cabellos perfectos, ropa acorde al momento al igual que los zapatos, uñas perfectas, maquillaje intacto, sobre todo las cejas que le daban el marco a la cara según Christian.

Media hora después apareció Josué en la agencia, con una actitud seria, muy seria. La verdad que era un hombre muy guapo, mi jefe era muy afortunado.

—En cinco minutos pasa, está en una llamada  internacional — técnicamente no estaba mintiendo, de  verdad estaba ocupado —¿le ofrezco algo?

—No gracias — dice sin mirarme — o sabe que un te frio, necesito refrescarme la garganta.

 

Voy corriendo a mi escritorio y lo pido a la cafetería, le sonrió a lo lejos, cómo es que no se acuerda de mí, que tenían los putos tragos esa noche. Porque normal que uno pierda la memoria, dos pasa, pero todos. A veces pienso que nada de lo que sucede es real.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 14.11.2022

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