¿quién es él Culpable?

Capitulo 12

Capítulo 12




 

Me encuentro frente al lugar de los hechos, el bar de los olvidados, debo de decir que me siento con un cruce de emociones bárbaras. Primero la sensación de ser una idiota seguía en mí martillándome horriblemente, solo a una idiota como yo le podría pasar tan absurda y nada creíble situación, solo a una persona que le haya pasado esto, a mí. Segundo, el nerviosismo y el susto de saber quien es el padre; y tercero, las ganas de huir y encerrarme en algún sitio donde no tenga que lidiar con todo esto. 

Las luces y la gente amontonada para entrar me llevan a una noche que hoy parece lejana y no vivida, lástima que la realidad sea bien distinta.

—Sonrían bellezas — dice mi jefe tomándonos en un brazo a cada una — ¡Que empiece la acción!

Nos dirigimos a la entrada y pasamos sin ningún tipo de problemas, ya adentro es todo igual lleno de gente y música, mis ojos parecen un abanico, no dejan de dar vueltas mirando absolutamente todo, tratando de atrapar recuerdos, momentos algo.

—Ahí está el apartado de la fiesta, vamos — nos jala hasta la zona VIP — actúen como mujeres de fiesta, pónganse locas niñas — no puedo dejar de reír — locas.

—¡Ah! Una loca embarazada.

—Mira, quien acaba de llegar un posible papá —  me dice Cristian — y llegó con un también posible tío.

 

Claro que había llegado el cumpleañero al verlo se me enchina la piel, siento que él me afecta demasiado, por lo que hago todo lo posible para que no me vea.

—No te escondas cobarde  —me reprocha —además tú vives enamorada de Octavio, que tal si es el tío.

—Pero que él sea el tío significaría que Derek es el papá y no quiero —digo con un lloriqueo — ¡No quiero!

Mi jefe me mira con las cejas alzadas —Te lo traduzco, el Derek la pone nerviosa —le dice Lilian —por eso no quiera aunque su amor platónico sea el tío de sus hijos.

—Ustedes dos tienen problemas con esos hermanos o qué —mira duramente a Lilian —¿Por qué te escondes tú también?

—Le cae mal la cosa hermosa de Octavio —contesto yo—No soporta verlo.

Christian voltea los ojos y nos jala de las más —Compórtense como adultas.

Es extraño escuchar eso de él, mi jefe se le rueda la teja muy seguido. Me concentro en parecer una mujer alocada por la fiesta, por lo que saco a mis dos compañeros a bailar para hacer un sándwich con mi jefe.

—Sean coquetas conmigo, obedezcan – rio por saber cuáles son intenciones.

Se acerca a nosotras y nos agarra de la cintura en forma coqueta y le seguimos el juego fácilmente hasta que varios minutos de la nada quedó sola en la pista, a donde se fueron, miro por todos lados y no están. Resoplando camino en busca de una silla me están matando los tacones.


 

________

 

—Octavio no mires a la gente como si   tuviera peste, contrólate,   no me hagas pasar vergüenza — le digo a mi hermano cuando llegamos al bar — es mi cumpleaños, solo trata de divertirte — le ruego — tomate un trago, algo.

—Está bien — su tono de voz me decepciona, deja claro que no le gusta estar aquí, no debería sorprenderme prácticamente lo traje a rastra.

—¡Amigo feliz cumpleaños! — me dice Josué — está todo listo, pueden pasar al apartado.

Entramos a nuestro apartado y enseguida comenzamos a beber y a relacionarnos con las amistades que van llegando. Me relajo y disfruto el momento con mis amigos.

—¿Esa es Nina? —dice mi hermano me volteo y sí ahí está bailando — ¿y Lilian? ¿Qué hacen con Cristian? — la veo como comienza a moverse y no puedo despegarle los ojos — pero está embarazada, este no es sitio para ella. 

—No seas anticuado, esta embarazada no enferma también puede divertirse y además a ella eso se le olvida – río.

Josué se acerca con una horrible cara, si yo fuera él también estaría echando humos más que bailar, esos tres están dando un espectáculo.

—No me dijo que iba a venir acompañado últimamente hace lo que le da la gana —se queja — anda con ese par de  niñitas para arriba y para abajo, siempre está con alguna de las dos o ambas.

—¿Por qué anda con ellas para arriba y para abajo? —mi hermano pregunta muy interesado.

—Trabajan para él una es su asistente, y la pelirroja es su modelo, su nuevo descubrimiento, según dijo.

—¿Modelo? —mi hermano me mira como queriendo confirmarlo, me encojo de hombros. Lilian es muy bella, da el ancho de sobra para hacer modelo.

—Christian hace lo que se le da la gana —se vuelve a quejar mi amigo.

—Siempre ha sido así — responde Octavio mirando a Lilian — y si no estoy mal lo dejaste — el aludido resopla.

Nos quedamos viendo aquella escena, Christian toca y hace con esas muchachas lo que quiere, mientras ellas se ríen y lo empujan. Sea lo que sea, la están pasando bien.

—Opino que vayas y hables con él no seas cobarde, Octavio te ayuda con la pelirroja y a mí me tocará entretener a la embarazada.



#1139 en Novela romántica
#447 en Chick lit

En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 14.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.