¿quién es él Culpable?

Capitulo 29

 

Capítulo 29


 

—Soy un padre de familia —la risa de mi hermano me ofende profundamente — Soy un padre de familia ahora —digo nuevamente reafirmando mis palabras —Ya no lo necesito.

—¡Dios mío! Es tan surrealista escucharte decir esas palabras — volteo los ojos —¿Eres un qué? Repítelo.

—Padre de familia.

—Cálmate papá.

—No sabes lo ofensivo que te oyes Octavio… —le reclamo —pero bueno eres el mayor y ese es tu papel regañarme, de hecho me has regañado durante mis treinta años de vida enteros.

—Cuando nazcan tus hijos de ahí en adelante siempre los  vas a regañar, así se educa —se encoge de hombros —Ahora dime… ¿Estás seguro?

—Claro que si… No es para tanto… —en teoría no era para tanto — la verdad son dos, te imaginas Nina, dos bebes y yo andando en eso para arriba y para abajo.

 

—Sería excéntrico tal como tú — ríe — pero si ahora eres un padre de familia que se puede hacer… Además, me haces muy feliz.

Tuerzo los ojos —De todos modos los bebes crecerán… Aunque no han nacido aun en fin, crecerán.

—No le des más vuelta y dame las llaves — estira su mano — quien lo compro, lo cuidara — meto la mano en mi bolsillo y saco las llaves del primer amor de mi vida —cuando tenías veinte años me rompiste las pelotas por un auto deportivo, mírate ahora todo maduro pensando en el beneficio familiar.

—Sería un tanto difícil una familia de cuatro en un carro de solo dos asientos, además necesito el efectivo… — suspiro — Nina vale todo Octavio.

—Claro que lo vale… Se va a morir cuando vea la nueva casa —sonrió — pero antes  se va  a partir de la risa cuando te vea manejando una mini van.

—Ni que lo digas… su más grande pasatiempo es burlarse de mí —  he descubierto que mi vida ahora de verdad es feliz, haberla encontrado ha sido un gran acierto, su compañía es maravillosa, es tranquilizador saber que alguien te está esperando en casa.

 

—Estoy tan orgulloso de ti… — sus ojos de confianza es lo mejor del mundo, siempre he querido ser como él —aunque te mudes y te lleves a mis sobrinos.

—No exageres… solo son dos casas de diferencia, sabes que jamás podré alejarme mucho de ti Octavio.

—Ni yo de ti — se queda en silencio un par de segundo —Entonces ¿Nos vamos?

Bajamos al estacionamiento de la clínica donde se encuentra parqueado mi flamante auto nuevo, al menos es negro, me digo para consolarme.

Salgo en rumbo a recoger  a mi bella dama, las calles están congestionadas así que me demoro un poco más en llegar.

Cuando por fin estoy afuera de la agencia, echando un vistazo, la veo de pie con su gran barriga. A sus siete meses su barriga es más grande que ella, estaciono donde se encuentra, hago sonar el claxon del auto, me rio al ver que se aleja de auto, la sigo lentamente y vuelo a tocar el claxon, ella nuevamente se aleja, mi chica es desconfiada me agrada.

—Soy yo Nina… — le digo al bajar el vidrio de mi mini van — sube amor — sus ojos de incredulidad duran un par de segundo antes que en su bello rostro se instale una son risita burlona.

—¿De dónde has sacado esto Derek? — pregunta tratando de disimular la estúpida sonrisa de burla.

—La compré… — es algo obvio — sube, se nos hace tarde — ella obedece — Dilo — le exijo.

—¿Que te diga qué? — arranco el auto, ella me mira.

—Lo que está pensando esa cabecita tuya Nina, puedo ver el nudo en tu garganta.

—No es nada… solo me pregunto dónde está tu otro auto.

—Lo vendí… — le digo como si fuera lo más normal del mundo.

—¿Lo has vendido? Pero lo amabas — está sorprendida.

—Ya era hora de cambiarlo — me encojo de hombros — además era un auto muy costoso y necesitaba el dinero.

—Mmm ya… ¿Necesitabas el dinero? — su rostro cambió a preocupación — ¿Tienes problemas?

—No tengo problemas… Necesitaba dinero de inmediato — le explico — el dinero que tenemos mi hermano y yo está invertido, en la clínica y otras inversiones, no era posible conseguir una cantidad grande enseguida.

—Ah… ¿Y decidiste que una mini van era el reemplazo adecuado? — no le contesto — No te luce… — se queda callada.

—Vamos ríete — la invito — ríete… Ríete de mi amor mío.

—Perdón Derek… Te prometo que no me estoy burlando, solo que ¿Una mini van?

—Esta es mi primera adquisición para nuestra familia Nina. Cada vez notaba más lo difícil que era para ti subirte y bajarte del otro auto; eso me hizo pensar en la llegada de los bebés, sencillamente no iban a caber, sabes que solo tenía dos asientos, me imagine que este era el mejor auto, vamos a tener dos niños con todo los utensilios que usan ¿No has visto la televisión? Una ida al supermercado es como a pequeña mudanza.

—Eres muy tierno… 

—Pero acabo de tomar una decisión — como al parecer a nadie le gusto mi nuevo auto — Cuando pueda me voy a comprar otro auto y este te lo puedes quedar — me hago el ofendido. —Una camioneta.



#1085 en Novela romántica
#433 en Chick lit

En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 14.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.