eight

La expresión de Taehyung era de total tristeza ¿Por qué reaccionaba de esa manera? Jungkook era su mejor amigo, quien lo veía como un hermano, era normal que estuviera intentando acercarse al chico pelinegro, que a ojos suyos era hermoso, tierno y totalmente el tipo de su amigo. No tenía sentido ponerse a llorar, debía sentirse feliz porque su amigo encontró alguien que le gusta y que al parecer era mutuo.

Sus ojos estaban hinchados y rojos, se sentía sin ánimos y quería irse a su casa. Quizá podía saltarse la próxima clase que tenía y dirigirse a casa, debía acomodar sus ideas antes de verle la cara a Jungkook, que por muchos motivos debía de sentirse confundido por su reacción.

- ¿Tae?

No supo en qué momento el pelinegro estuvo detrás suyo, pero por su postura parecía que había estado observándolo desde ya hace varios minutos. Bajo la mirada sin poder mirar a los ojos a Jungkook, pensaba que podía tener tiempo de inventar una excusa, pero al paso que iban, le tocaría decirle quien era el chico de las notas. Suspiro pensando en que decirle a su amigo, quien al parecer pedía una explicación con su mirada.

- Jungkook ¿Qué sucede?

- No eres el indicado para decirme eso, déjame preguntarte ¿Qué sucede? —pregunto con expresión preocupada— Huiste como si hubieses visto lo peor del mundo, iba a darte espacio, pero necesito que me digas que tienes, no puedo verte más de ese modo. Mira tus ojos —se acercó y acuno el rostro del castaño— Están totalmente rojos y se están hinchando ¿Qué sucede? —pregunto en un susurro.

Ahí estaban de nuevo las acciones que hacían su corazón querer salirse de su pecho, odiaba que lo tratara con tanta ternura, porque siendo así nunca podría pensar en Jungkook como un simple amigo.

- ¿Podemos hablar cuando estemos en la casa? —de manera lenta se separó de las manos grandes de Jungkook.

- Tae.

- No Jungkook —el castaño se alejó— Hablemos en casa, no quiero tener esta conversación en un baño de la universidad, pienso saltarme la siguiente clase, así tendré mis ideas organizadas para poder explicarte todo.

- ¿Tan malo resulta ser? —el pelinegro se cruzó de brazos.

Taehyung no lo sabía, de su parte estar enamorado de su mejor amigo era la cosa más maravillosa que le había sucedido. Se sentía feliz de poder verle todos los días, de imaginar cómo se verían tomados de las manos, no era un sentimiento malo ¿cierto?

- Yo… No lo sé kook —respondió— Te veo luego.

* * *

Se quedó estático en su sitio, Taehyung se alejaba de él y no sentía la iniciativa de ir detrás suyo. ¿Qué le sucedía a Tae? Siempre fue partidario de tomarse un tiempo, acomodar sus palabras para no lastimar al contrario y volver para hablar, respetaba la decisión de Taehyung, por supuesto, pero con eso no evitaba sentir un leve dolor en su pecho. No le gusta como lucia su castaño amigo, se sentía impotente y perdido en toda la situación.

Salió de los baños directo a la cafetería nuevamente, dudo en ir por su amigo, pero se sentía demasiado preocupado como para dejarlo así, entonces corrió en la dirección hacia donde el castaño se había dirigido, dejando a Jimin con sus amigos y esperaba que no se sintiera incómodo. Al llegar a la cafetería la situación lo sorprendió, Jimin reía con las palabras que decía Namjoon y esa imagen le fascino, no había nada más perfecto que observar al precioso pelinegro reír, era música para sus oídos.

- ¿Todo bien? —Yoongi pregunto en tono serio— Creí que vendrías con Tae.

- Se ira a casa, no se siente muy bien —dijo sentándose al lado de Jimin nuevamente— No me dijo mucho, pero hablaremos en casa.

- Jungkook —Jimin pronuncio— ¿Podemos hablar un momento?

- Claro —respondió con una sonrisa— Mi clase será hasta las 4, tengo algo de tiempo.

- Yo debo ir a clases —el pelimenta se puso de pie— Fue agradable —su mirada se dirigió hasta Jin— Tus bromas son pésimas —finalizo para tomar la mano de Hoseok.

- Adiós chicos.

- Yo también debo irme —Namjoon se puso de pie— Dame tu numero —pidió ofreciéndole el celular a Jin.

- Kook.

- ¿Dime, precioso? 

- Quiero que hablemos de JP —dijo mirándolo fijamente.

- Jimin —Jin hablo serio— Permíteme unos minutos antes de que tengas tu conversación con Junkook, es importante —dijo devolviendo el celular a Namjoon.

Sin duda toda la situación se estaba tornando extraña, Jungkook observaba a la distancia a su precioso Jimin, aunque en su mente solo se le venía la imagen de Taehyung y algo dentro de él, gritaba que se dirigiera a casa. Se sentía algo confundido ¿Debía esperar o simplemente irle a pedir explicaciones?

- No te mates la cabeza Kook —hablo el morocho— Dale tiempo y el mismo te dirá lo qué sucede.

- ¿Ya sabes lo que sucede con Tae? —pregunto.

- Tengo una idea —dijo asintiendo— Pero no es mi deber decirte, no debo meterme en asuntos de amigos ¿verdad? —le sonrió al menor— Si necesitas algún consejo ya sabes que puedes ir a mi casa, debo irme, te veo al rato.