¿quién Es Jp? ~ Kookmin (finalizado)

twenty-five

20 de mayo 2022

Habían transcurrido 8 largos años desde la partida de Taehyung, hoy precisamente se cumplían los 8 años desde su muerte. Como todos los años, iba a visitarlo y por último se paseaba por el hospital donde su novio estuvo internado. Vestía de manera formal y llevaba el saco en su mano, ropa que se había comprado hace años atrás. Miraba la tumba con una expresión cargada de tristeza, sus suegros y él trataban de mantenerla en buen estado y con flores frescas, porque eso era lo que merecía quien se encontraba ahí.

Solía conversar acerca de su día a día, pero hoy no tenía mucho que contar. Dejo las margaritas rosadas encima de la tumba, margaritas que compraba cerca de su lugar de trabajo.

Tendría que actualizar un poco sobre su vida estos últimos años ¿cierto?

Después de la muerte de su novio quiso cavar un hueco en la tierra y esconderse ahí, pero tenía a su abuelo insistiéndole que continuara con su vida, cosa que no pudo hacer sino hasta después de 1 año. Se perdió un año de la universidad y de su vida, se encerró en su habitación y prefirió vivir en su pequeño mundo de videojuegos, siestas y comida chatarra, lo cual obviamente era desaprobado por el abuelo. Quiso cortar toda comunicación con su grupo de amigos, pero estos habían sido como un enorme grano en el culo, porque no lo dejaron solo en ningún momento.

A veces Jungkook se odiaba, porque a pesar de que sus amigos nunca lo dejaron y su abuelo estuvo siempre a su lado, se sentía demasiado solo.

Después de haber dejado la universidad y la carrera que estaba cursando, empezó a salir a las calles, buscando su “camino” y no fue precisamente lo que él esperaba, pero le hacía sentir menos solitario por cortos lapsos de tiempo. Drogarse, se convirtió en una manera de poder olvidarse por un momento que se encontraba solo, a veces veía a Taehyung en sus alucinaciones y a partir de ahí se convirtió en una adición, fue difícil dejarlo, pero su abuelo se esforzó en apoyarlo y al no querer decepcionarlo más, termino por dejarlo… Bueno, no del todo, pero estaba en el proceso de hacerlo.

Había cambiado por completo, su aspecto inocente y fresca en su adolescencia se perdió con los años, llevaba su brazo cubierto de tatuajes, un pircing en su labio, otro en la ceja y su cabello largo. Había empezado a trabajar en el local de tatuajes donde le realizaron todos los tatuajes que tenía en su brazo, le habían dicho que tenía talento, atraía clientes por su aspecto y le pagaban bien, podía manejar sus turnos y organizar sus clases.

Olvido mencionar que empezó nuevamente a estudiar, a petición de su abuelo, quien al observarlo con aquella mirada de decepción que le dolió hasta el alma, empezó a estudiar leyes para complacerlo. Las clases no eran tan aburridas y al venir de familia de abogados y fiscales, realmente se le daba bien.

- No estoy hablando mucho hoy —hablo tirando su cabello hacía atrás— No tengo mucho que decir hoy, mis padres quieren que asista a una reunión para presentarme en el bufete de abogados de los Jeon, mi abuelo dice que sería una buena idea y debo pensarlo un poco más para aceptar. No tengo intenciones de llevarme bien con mis padres, después de todo nunca me dieron un peso y que quieran hacer como los padres amorosos, me repugna, pueden irse al diablo —el pelinegro suspiro al recordar a sus padres— Supongo que esa noticia te hace feliz, querías que les demostrara que era alguien increíble y aunque dudo que lo sea, esta es una buena oportunidad.

Jungkook se quedó en silencio por unos momentos, pensaba en todo el drama que sus padres habían armado hace unas semanas atrás. Vivía solo, no le faltaba dinero y aunque todos los fines de semana iba a cenar con el abuelo, su madre parecía querer controlar su vida, pensaba en la expresión que pondría cuando descubriera que trabajaba como tatuador y que su cuerpo estaba lleno de tinta.

Sonrió con la imagen mental. Debía irse pronto, tenía dos turnos para realizar unos tatuajes, si quería ir al hospital y dar su paseo, debía irse ya.

- Debo irme ya, Tae —Jungkook observo la tumba— Vendré luego, no dudes de eso.

Se puso de pie y empezó a caminar hacia la salida del cementerio, pocas personas transitaban el día de hoy por la zona y se le hacía demasiado curioso como el clima estaba nublado, cada año, en cada aniversario, el clima era perfecto, al parecer hoy era la excepción. Se puso el saco que había sostenido en su mano todo el tiempo, camino a pasos rápidos y llego al parqueadero. Ubico su Rocket 3 R, regalo de su abuelo por haberse graduado de leyes, se puso su casco y arranco rumbo al hospital.

Le gustaba las miradas que le daban en los semáforos, su abuelo se la había rifado con su regalo y cuidaba esa moto más que así mismo.

Namjoon empezó a trabajar como productor, termino por encargarse del bar donde trabajaba y al parecer se sentía satisfecho con su vida. Hoseok abrió su propia academia de baile y sus coreografías se habían hecho realmente famosas, por ultimo Yoongi, trabajaba a la par con Namjoon y a veces cubría turnos como tatuador, lo que le sorprendió fue darse cuenta de sus gustos por la repostería, tenía planes de abrir una pequeña cafetería y junto a su novio, iban camino a su meta.

Y si, Hoseok y Yoongi volvieron a estar juntos.

Diviso el hospital a lo lejos, se había convertido en una rutina el ir a dar cortos paseos por el sitio, aquello era como un ritual que calmaba el dolor en su pecho por unos momentos, quizá podría sacar una de las pequeñas bolsitas que cargaba siempre en su billetera, así podría ver a su novio por unos minutos, no sonaba nada mal.



#2029 en Fanfic

En el texto hay: amistad, ruptura, primero amor

Editado: 31.07.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.