¿quien soy?

uuna noticia


Pov: Eshtv

Aún no entiendo porque esa chica me golpeó tanto. Pero aún, así yo no me daré por vencido. Esa chica tiene algo que me llama mucho la atención, ella tiene algo que me vuelve loco. Aunque cuando la mire a los ojos pude ver que esos ojos están tristes y me miraban con odio pero aún así no me daré por vencido.

La he visto hace mucho tiempo. De hecho desde que entró al hotel a trabajar, siempre esta con el ceño fruncido, y caminando con un humor como si el mundo se encargará de arruinarle todo.

Cuando la mire fijamente a los ojos por primera vez, pude notar el cansancio y la tristeza acumulada en ella. Esos ojos me parecen conocidos, pero no recuerdo donde, su voz, el rose de su piel, todo de ella me recuerda a algo que no logro divisar bien en mi cabeza.

Estaciono mi auto en el parquímetro del hotel y me dirijo a la cocina. Antes de entrar al hotel fui a recogerlo donde el mecánico ya que me había dejado a medio camino y por eso tuve que tomar el bus. Nunca me había subido a un bus pero no me arrepiento en de nada, cuando la vi me hizo olvidar lo pegado e incómodo que se siente estar en un bus publico.

Relativamente del caso no pude evitar hacerla enojar, sentí que era la única forma de hablarle. Si, ya sé que es raro pero intenté de muchas formas acercarme pero francamente ella da mucho miedo con su carácter hostil y frío, siempre anda de mal humor y muy seria.

Me adentro a la CISC encontrándome con el rostro asombrado de Lola.

Lola es mi asistente.

-Señor ¿Qué demonios le pasó? -Se acerca a mi muy preocupada-. Ahora mismo busco el botiquín de primeros auxilios -intenta alejarse de mi pero la detengo antes de que haga cualquier movimiento.

-No, no hace falta sólo fue un rasguño -afirmo sin preocupación.

-Señor, como que un rasguño. Miré como esta. Tiene la nariz partida, dígame quien le hizo esto. -Me miran seria.

-Nadie, no te preocupes. -Ni loco le digo que fue una chica. Eso sería muy humillante-. Mejor ve a atender tu trabajo y de paso traes el menú de hoy.

-Pero, señor...

-Pero nada, anda. -La empujo despacio dirigiendola a la salida.

*****

Miró mi reflejo en el espejo del baño y observó mi rostro detenidamente. Bueno, menos mal que sólo fue un rasguño. Me dirán masoquista pero me encantó. Al menos tendré un recuerdo de ella. Ahora debo ver que mentiras me invento cuando mis padres me vean.

Limpio mi nariz y la sangre que tenía en mi rostro salgo del baño y me dirijo a trabajar.

Pues yo soy chef del hotel.

-Señor, aquí tiene el menú para hoy. -Lola me entrega una lista de el desayuno, almuerzo, cena y los postres.

Suelto un suspiro profundo y le doy las gracias.

-Señor, su padre mando a llamarlo y dijo que se dirigiera a la oficina. -Mientras Lola decía esto me perdí totalmente cuando vi a bella luna.

Dios, tan bella y sexy con su uniforme de mucama. Con esos increíbles y hermosas piernas y ese escultural cuerpo de diosa que sólo ella puede tener como quisiera.

-Señor... Señor. -Me llama Lola interrumpiendo mis pensamientos.

-Si, ¿Qué pasa? -digo totalmente atontado.

-Le decía que su padre la espera en la oficina -responde y puedo notar su cara de disgusto.

No tengo la culpa que cualquiera se perdería con esa tremenda escultural.

-Señor...

-Si, si, ya te escuché Lola, voy en un minuto.

-Okey -responde y se marcha.

Observo como Bella entra en la habitación para limpiarlo, cierra la puerta y yo me dirijo a donde mi padre.

Tocó y pasó a la oficina de mi padre, el se encuentra revisando unos papeles, me mira de reojo y me hace un ademán para que me siente.

Ojala que no le presté atención a los moretones de mi cara.

-Te mande a llamar porque tengo algo muy importante que decirte. -Me mira fijo a los ojos muy serio como siempre.

-Hola papá, yo estoy bien y tú. Si, ¿De qué me querías hablar? -Digo sarcásticamente.

-Esthv, no estoy para tus bromas. Esto es serio.

-Si papá, como no. Pues entonces adelante, te escucho -niega con la cabeza y suelta un suspiro.

-Tu madre y yo tu vimos una discusión hace una semana por el descuido que le estoy dando a mi salud y por los constantes ataques cardíacos que me están dando, me exijio que me tomara unas vacaciones. Que debería cuidarme un poco y el doctor estuvo de acuerdo, a lo que yo me negué, pero que si no lo hago me internarán en un hospital -dice aturdido, este trabajo es su vida.



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En el texto hay: drogas, recuerdos, tristesa

Editado: 01.12.2018

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