—Conque ahora quieres hablar.
Emmy intentó componer su mejor expresión de fastidio, sin éxito, el que Yulian la esperara en la puerta de su cabaña era un dulce momento para los agrios hechos recientes. De solo recordar la amenaza que su padre le plantó cuando la acorraló le hervía la sangre. Estaba cansada, harta, de sentirse débil, de tener que respaldarse de los demás para poder enfrentarlos y hacerles retroceder. Pero, por sí sola, no podía y eso dolía en lo profundo de su orgullo.
Así que, lo mejor que podía hacer ahora, era tragar la amargura que le subía por la garganta y distraerse lo suficiente hasta la hora de dormir.
—Bueno, sabes que eres mi segunda opción y Conrad sigue pegado a Amara —Yulian sonrió desde su lugar, estaba tan contento que su sonrisa mandó sus preocupaciones a un segundo plano—. Como mi turno terminó hacen un par de horas, quise venir a hacer las paces.
Emmy se acercó y lo miró a los ojos, sus labios temblaron y al final no pudo contener su sonrisa.
—Nunca estuvimos peleados y lo sabes.
—Correcto, porque no hay forma de que alguien pueda vencerte en algo.
Se acomodó contra la pared, Yulian le rodeó con un brazo y por un momento el miedo que su familia hizo revivir por la tarde, pasó a un segundo plano.
—Creí que Amara viajaría por la mañana.
—Lo hizo, pero por el mediodía, Conrad está inquieto y preocupado, lo de siempre.
— ¿Por qué estás aquí?
Yulian inclinó la cabeza hasta apoyarla contra la puerta, luego suspiró.
—Raven es la hermana menor de Logan, ¿lo sabías?
Emmy abrió los ojos con sorpresa, entonces ellos sí estaban emparentados, pensó, y luego recordó que por poco le arrancó sus rubios cabellos, ¿qué diría Logan si lo supiera?
—Esa es una sorpresa.
—Sí, pero ella es una persona diferente, no sé cómo puede estar emparentada con el lobo de juguete.
Su risa salió nerviosa, casi tensa y Emmy intuyó que algo andaba mal.
— ¿Pasa algo?
Yulian suspiró, la alegría pasó a una seriedad implacable.
—Dentro de la jerarquía es una loba Gamma, última en la línea de los dominantes, se supone que ellos buscan a un lobo más fuerte como pareja.
—Pero los Moon Fighters no tienen problemas con las parejas mixtas, son un clan abierto ¿no es así?
Yulian esbozó media sonrisa triste.
—Pero las parejas mixtas no duran lo mismo que una del mismo tipo.
— ¿De dónde sacaste eso?
—Investigué.
Emmy frunció el ceño, no había estadísticas de éxito o fracaso en parejas cambiantes, ni siquiera existían estudios relacionados. La aparente inseguridad de Yulian no tenía mucho fundamento.
—Lo que sea que hayas leído, es falso. Mira a Hunter y Tarah, Alexei y Ashley, Yamil y Diana, son parejas mixtas y son felices juntos, ¿quién dice que un lobo y un felino no pueden serlo?
—Nadie, lo que pasa es que si Raven se une a mí, tendrá que abandonar su clan. Cosa de lobos, ella no podrá dividir su lealtad entre ambos.
—La lealtad y el amor son cosas distintas, es lo que siempre decimos.
—Sí, pero los lobos no ven las cosas como nosotros.
—Entonces, ¿por qué esa inseguridad de repente? Creí que ustedes dos hablaban en serio cuando los encontré fraternizando en la frontera.
Yulian bufó con molestia.
—Nunca vas a dejarlo pasar ¿no? —Estiró las piernas sobre la tierra y dirigió su mirada al frente—. Sé lo importante que es el clan para un cambiante lobo, son sociales, eso es parte de su naturaleza, si vincularse conmigo significa perder una parte de ella entonces... No quiero eso para Raven.
Yulian parpadeó varias veces y Emmy supo que en sus ojos habían aparecido lágrimas, no era algo común en él, su amigo siempre se mostraba como el hombre adulto, fuerte y dispuesto a reaccionar, protegía, no era protegido, y de alguna forma, ver ese lado sensible, comprender el dilema que giraba alrededor de esa mujer y casi sentir el afecto en sus palabras, de alguna forma le recordó a Logan.
— ¿No vas a decir nada al respecto? —Le preguntó mirándole de reojo.
— ¿Qué podría decir? Yo no dirijo tu corazón mucho menos tus acciones, sabes que no soy buena dando consejos. Pero, lo único que se me viene a la mente ahora mismo es esto: si tanto la quieres, deja que sea ella quien decida que hacer, si quiere quedarse con su familia y amigos o irse contigo debe ser su elección; aunque tampoco creo que deba alejarse de todo para estar con un hombre, pero tú entiendes mi punto, ¿no?
Yulian le abrazó, acercando su cuerpo contra el suyo para plantarle un cariñoso beso en la cabeza, dejó en el aire una trémula risa que sirvió para aplacar el ambiente tensionado. Sus expresivos ojos azules ya no tenían ese velo de tristeza, sino que, ahora se veían más relajados.
—Sabía que tenía que venir contigo —dijo, con la punta de su dedo pinchó su nariz haciéndole sonreír, luego se puso de pie y se estiró cual felino bajo el sol.
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Editado: 24.01.2019