Liam
- Te extraño- esas palabras llegaron a mi corazón y mis ganas de besarla aumentaron significantemente.
¿Por qué me sentía así?¿Será porque nunca me había enamorado?
Realmente no entendía todo lo que me estaba pasando, todo era tan extraño y perfecto a la vez. En ese momento lo único que deseaba era tenerla entre mis brazos y besarla hasta dejarla sin aire. Muchas chicas me habían confesado alguna vez sus sentimientos, pero yo sin ganas de ilusionarlas, kes aclaraba las cosas y me alejaba de ellas, no quería jugar con sus sentimientos. Era raro sentirme nervioso por unas simples palabras.
-¿Hola?- me preguntó ella pensando que no quería contestar.
- No sabes las ganas que tengo de hacerte mía- no tengo idea de por qué dije eso, quizá podía llegar a incomodarla o presionarla con mi comentario, pero era verdad, la desaba.
- Emmm, yo mañana he quedado con las chicas para ir de fiesta- dijo con tono un poco tartamudeado- si...si tú quieres venir, estas más que invitado.- me dijo recobrando poco a poco su voz habitual. Su reacción me hizo entender que no había fastidiado las cosas, es más, me hizo algo de gracia.
- Iré solo por las increíbles ganas que tengo de verte, el beso de esta mañana casi se me ha olvidado- le dije.
- Jajaja, que tonto eres...¡Bueno que nos vemos mañana! Ahora estoy con toda mi familia y no quiero que se den cuenta de nada. Chauuuu.- tras decir eso colgó y yo me quedé pensando en lo que acababa de decir ¿No quería que su familia supiera lo nuestro? Todo eso me dejó pensativo pero no le quise dar mayor importancia.
Jane
Al día siguiente mis padres y mi hermana me despertaron con besos y abrazos, y no era mi cumpleaños, tan solo necesitaban sentir a la familia unida más que nunca, lo que antes combatíamos como equipo es lo que ahora se ha apoderado de todos nosotros, el miedo a perderlo todo.
Al quedarme sola en mi habitación después de que me levantaran, tumbada en mi cama ,miré al techo y pensé en el giro que había dado mi vida, lo cierto es que todo lo que perdí en estos últimos meses había dejado un vacío en mí, mi hermano era el mayor ejemplo de eso, fuimos la envidia de todos, cada amigo que teníamos deseaba tener la misma relación que nosotros teníamos con sus hermanos. Ese era el sentimiento más doloroso.
Las personas van y vienen, algo difícil pero necesario de entender, aunque para mí no podía pasarnos a nosotros. Él era mi todo, mi seguridad, mi confianza, mi fuerza, pero sobretodo mi apoyo incondicional. Mi ruptura con James fue algo que me costó superar, y no porque hubiera sido un amor de película, todo lo contrario, eramos muy pequeños y ni siquiera nos entendíamos por lo que, lo que empieza mal termina peor. Hacia varios meses que no nos veíamos.
Para despejarme de todo y de todos acepté salir con mis amiga, Emma era muy insistente cuando quería, después de una tarde viendo pelis a oscuras en mi habitación, sobre las ocho de la tarde empecé a prepararme. Saber que Liam iba a estar ahí me incitó a arreglarme más que nunca, quería que me deseara tanto como yo a él.
Me puse un vestido ajustado de color blanco a juego con mi joyería dorada y el pelo suelto. Al salir pasé por la habitación de mi hermano y le mandé un beso. Ya decidida a irme, al pasar por la habitación de mi hermana, la música resonaba por todas las paredes, mis padres estaban fuera.
Entré a su cuarto y vi ese desorden
- ¿Se puede saber que es todo esto,Lexie?- solté mirando todo el desmadre que allí se encontraba. Ella salió de su baño tan o incluso más arreglada que yo. ¡Pero si solo era una adolescente!
- No grites...luego lo ordeno-me dijo sin mirarme siquiera mientras se ponía sus pendientes.
- Esta bien...te lo diré en un tono más suave...¿Serías tan amable de decirme a dónde coño vas?...Porfa.
- No es tu problema- me dijo. Mi hermana había pasado un mal momento como todos por la pérdida de Jackson, pero de eso a tener derecho de hacer lo que quiera si que no.
- Va a ser que sí, mamá no me ha dicho nada a si que si no me dices a dónde vas, no sales y punto.
- Voy a estudiar a casa de Lili- me respondió recogiendo varias cosas y guardándolas en un bolsito para después ponerse unos tacones. Esa niña se estaba riendo de mí en mi cara.
- Lexie, por favor, no te pido que te quedes en casa pero si sales dime dónde vas a estar para cualquier cosa.
- De acuerdo, estaremos en una discoteca para menores cerca del puerto de Santa Mónica.
- Perfecto-le dije con un beso en la frente antes de irme- cuídate,te quiero.
Mientras que conducía pensaba en lo rápido que habia crecido mi hermana y lo mucho que Jackie nos consentía a las dos.
LLegué al club en dónde había quedado con las chicas sobre las nueve. Estuvimos bailando y tomándonos algo en la pista hasta que unos brazos enormes me rodearon entera. ¡Dios cuánto me enloquecía ese hombre!
Llevábamos media hora bailando juntos hasta que me convenció para apartarnos. De un momento a otro estávamos en el cuarto de baño de las chicas dándonos unos profundos y ardientes besos que cada segundo nos excitaban más, había llegado el momento de hacerlo. Liam me devoraba entera con sus besos, ya me había arrancado el vestido y yo le había desabrochado el pantalón cuando se sumergíó entero en mí mientras me regalaba palabras de amor y besos húmedos en mi cuello.
Fue la mejor experiencia que había vivido, con James todo fue agresivo, un aquí te pillo-aquí te mato.Esto había sido ardiente y delicado a la vez. Nunca lo había disfrutado tanto que deseara más justo después de salir del baño. Al llegar a mis amigas Emma se me acercó bastante preocupada. Algo iba a salir mal esa noche
- Tía, nos la hemos encontrado sentada en la puerta cuando hemos salido a fumar- me dijo mientras me enseñaba a mi hermana borracha perdida.
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Editado: 16.05.2023