ALEX BRUCE
Compruebo una vez más, que Skylar no se moverá o irá a alguna otra parte, y me adentro en el vacío e insignificante baño de hombres, suspirando con cansancio por la misma situación de los últimos días.
Paso mis dedos por las hebras de mi cabello, y aprieto la mandíbula en el exacto momento que Carrie se mete al baño y se acerca a mí sin vacilar.
Trago saliva, cuando mí yo interno me traiciona, y hace que termine recorriéndola con la mirada de pies a cabeza.
—¿Otra vez, Carrie? — Pregunto, frunciéndole el entrecejo —. ¿Estás siguiéndome? Esto es acoso, Carrie.
Ella aprieta sus labios en una fina línea, y acomoda su cabello rubio, echándolo hacia atrás para que no le estorbe. Sé, que no es el de ella, lo más seguro es que traiga cortinas de extensiones de pelo sintético, pues su cabello natural le llega máximo hasta debajo de los hombros, no hasta la cintura.
—Es casualidad, Alex — Toco mi frente, dejando escapar una risa amarga entre dientes —. No te estoy siguiendo.
—Qué casualidades de la vida, entonces — Mascullo, irónico —. Encontrarnos en los mismos lugares no es ninguna coincidencia, me estás siguiendo a todas partes, aparte; a ti ni siquiera te gusta venir a esta clase de clubes.
Ladea la cabeza, y sus cejas se arrugan. La conozco tan bien, que sé que no falta nada para que empiece a discutir conmigo. —Y a ti mucho menos, ¿ahora qué es lo que te hacer cambiar de opinión para que te den ganas de venir a un club donde todo tipo de gente se mezcla?
—No te interesa saberlo.
—¿Vienes acompañado de Skylar, no es así? — Inquiere, y respiro hondo, mirándola con fijeza —. Tú nunca te separas de ella desde que terminamos, ¿qué pretendes hacer? ¿vengarte? ¡Sabes perfectamente que ella nunca me ha caído bien!
Carrie siempre ha sido una persona... avariciosa —por así decirlo—, quiere acaparar todo para ella misma, sin pensar una sola vez en los demás, quiere que todo, esté a su alcance y le pertenezca. Soy de las pocas personas que sabe, que Skylar nunca ha sido una persona de su total agrado, se podría decir, que hasta siente cierto odio hacia ella; en el tiempo que estuvimos de novios, Carrie se llenaba la boca criticándola en el más mínimo detalle, nada se le escapaba. Decía que Skylar no es lo suficiente bonita como para que todos estén detrás de ella babeando, e incluso, que le gusta provocar a los hombres mostrando el abdomen y usando cortos shorts para presumir de sus piernas, también recalcó, que ni siquiera sus ojos son bonitos porque son demasiados grandes, lo único que escuché que dijo bueno de ella, es que tiene un bonito cabello, de ahí, nada más. Cuando escuchaba ese tipo de comentarios por parte suya, me abstenía a contradecirla, me aguantaba las ganas de decirle que todo es mentira, porque realmente es mentira; Skylar es lo suficiente bonita para atraer a cualquier hombre, fácilmente puede opacar a quién quisiera, y con respecto a mostrar su abdomen y presumir sus piernas; tiene el derecho de hacerlo cuando le plazca, porque al fin de cuentas, es su cuerpo y ella decide que hacer con él. Me mordía la lengua para poder quedarme callado, si le decía que se equivoca, y es mentira todo lo que decía, sacaría sus conclusiones del por qué la defiendo y llegaríamos a otra estúpida pelea. Tampoco nunca le agradó que Skylar fuera la capitana del equipo de porristas, y por eso mismo, en los pasados meses, se inscribió en la selección para intentar robarle el mando de capitanía, cosa que no logró completamente, porque sólo consiguió ser la segunda capitana. Recuerdo que esa vez, me puse a discutir con ella por ese tema, le dije que no estaba bien lo que pretendía hacer, pero como siempre, cambió la jugada para ya no seguir peleando. Existen demasiadas razones por las cuáles, Carrie envidia tanto a Skylar.
—Cálmate, no quiero discutir.
—Yo... tampoco quiero hacerlo, estoy cansada de pelear contigo.
Desvío la vista, clavándola en los mosaicos blancos del piso. —¿Con quién vienes?
—Con Emma y Megan — Responde con voz baja. Emma y Megan son sus mejores amigas, también ellas odian a Skylar por las mismas razones que Carrie. Me limito a quedarme en silencio, sin saber qué decir, y ella vuelve a hablar —: ¿No me extrañas? Porque yo si lo hago, cada segundo del tiempo te echo de menos.
La chica que alguna vez fue mi novia, se acerca a mí con pasos decididos, mientras que yo me recargo en la orilla del lavabo sin poder quitarle la mirada de encima.
No sé qué pretende hacer siguiéndome a cada parte donde me encuentro yo, no sé qué es lo que quiere lograr poniéndose el vestido color púrpura que me encantaba como se veía fundido en su cuerpo, no entiendo la lógica, por la cuál quiere remover más la herida.
Y aunque me cueste admitirlo, sí, la he extrañado, aún por encima de mi orgullo de hombre, la extraño, pero solamente en algunas ocasiones.
Es difícil que su recuerdo no invada mi mente cuando paso por algún lugar donde estuvimos los dos juntos, donde nos besábamos, donde platicábamos sin callarnos un segundo, y cuando lo hacíamos, era solo para sellar nuestras bocas; es un reto imposible, verla a diario y no extrañarla.
La idea de olvidar todo lo pasado con ella, llegó a mi mente, pensé que tan malo sería crear una barrera de amigos entre los dos, olvidando nuestros errores, olvidando que tiempo atrás fuimos novios; me planteé la idea, de que quizás no es tan malo hacerlo; de que tal vez, ella cambiaría su actitud, sin embargo, lo creo sumamente imposible.
Descarté el pensamiento de intentar ser amigos luego de haberlo pensado bien, porque no puedo hacerlo, no puedo verla como si meses atrás, no me haya traicionado, no puedo verla sin sentir el odio y el rencor mezclarse dentro de mí.
Pero a pesar de todo lo sucedido, una parte de mí aún quiere estar con ella, y la otra, con Skylar.
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Editado: 29.05.2023