Capítulo 3.2

-Ujúm está allí-me señala con la cabeza hacia la acera y veo tremendo tronco de moto

-Yo, mmm, no creo que me monte en eso

-¿Les tienes miedo?

-Pues, pues digamos que nunca me he montado en una-me brinda una mano que acepto encantada aunque con nerviosismo

-El truco está en agarrarse fuerte

-Estás seguro de que no se van a salir volando las ruedas

-Segurísimo-llegamos a ese monstruo

-¿Has visto la moto del motorista fantasma? Es idéntica-se ríe

-Porque es del mismo modelo, es un poco antigua, le pertenecía a mi bisabuelo aunque yo la he ido restaurando, es algo así como un legado familiar

-¿Y la puedo montar?-se ríe

-Por supuesto-lo veo colocarse encima de la moto y se va a colocar el casco cuando se detiene-Uu, pero tienes vestido-me río

-Descuida-levanto la falda un poco dejando ver una licra negra debajo a lo que él sonríe

-Ya veo-me coloca un casco suavemente-Sube-tomo su mano y un poco insegura paso mi pie derecho por encima de la moto que es bien baja-veo como se coloca su casco y toma mis rodillas y apoya mis pies en el lugar donde descansan cómodamente-Agárrate fuerte

-¿A qué?-se ríe

-A mí-tomo su chaqueta y siento su espalda temblar por la risa

-¡No te burles!-arranca y frena haciendo que mi pecho se estrelle contra su espalda y mis manos tomen su torso sin tener otra opción

-Así es mejor-la moto se sigue moviendo y siento como mi cuerpo se va destensando al sentir el aire golpear suavemente contra cada parte de mi cuerpo, pasan unos cuantos minutos hasta que la moto se detiene, pero no estamos en la escuela, me ayuda a bajar y me quito el casco rápidamente

-Oye sabes que irse de pinta es un acto voluntario ¿cierto? Esto es un secuestro-se ríe y lo empujo-Ya en serio, debemos ir a la escuela

-La escuela está plagada de animales

-¡¿Qué?!

-Alguien dejó sueltos a los animales de exposición y también soltaron a ratas y serpientes que tienen echo la escuela un matadero y la cerraron por lo que dure la limpieza del desastre

-¿Y eso sería en?

-Aproximadamente en cuatro o cinco días, cuando quieren son muy rápidos-me río

-¿Y cómo se te ocurrió la idea de raptarme?

-Pues, Cynthia en verdad me pidió que te fuera a buscar pero al parecer ellos llegaron primero a la escuela y me informaron de lo de los animales

-Entonces ¿no se fueron de pinta?

-No-él se ríe y lo empujo

-Que mentiroso eres ¿dónde estamos?

-Pues ayer en la noche me di cuenta de que no conoces Denver, en si solo has ido a la escuela y a la heladería

-Mmm, buen punto y me querías enseñar un pedacito

-Exacto

-Pues el lugar es hermoso y no lo digo por decir-en verdad lo que me rodea es hermoso, el camino está lleno de árboles y el sol solo cae sobre nosotros en pequeños rayitos, el suelo está lleno de hojas marchitas, verdes y anaranjadas, es hermoso.

-Mamá me dijo que le habías preguntado sobre algún lago o río cerca

-Oye, tu madre es un poco...-bromeo seria y el me empuja esta ocasión

-Ella solo quería tener un gesto lindo contigo

-Descuida lo sé, era una broma-digo mirándolo preocupada de que lo malentendiera y mi cuerpo se relaja cuando me sonríe

-Lo sé descuida-jadeo cuando su mano choca con mi pecho deteniendo mis pasos-Cuidado-lo miro confundida y sigo su mirada y mi respiración se corta cuando veo debajo una enorme masa de agua que no tengo idea de donde sale pero no veo ni el inicio ni el final

-¡Dios!

-¿Te gusta?-sonrío ampliamente

-Es extraordinario Ian

-¿Nos damos un chapuzón?-me río

-¡Estás loco!-me mira sonriendo- ¡No!-intento retroceder pero el toma mi cintura y me detiene

-¿En verdad no quieres un chapuzón?

-Ian-me río al ver su puchero infantil-Tengo unos tacones de once centímetro y traigo vestido además, yo-miro el agua que no se ve nada clara, parece un abismo

-¿Tú qué?-aprieto mis labios y muerdo mi mejilla interior

-Pienso que me voy a hundir-soy consciente de que mi barbilla tiembla terriblemente

-Ey, ey, no pienses eso-siento sus dedos en mi barbilla haciendo que nuestras miradas conecten-Yo te sostendré

-Antes no podrías

-Pero yo no te conocí antes, te conozco ahora

-¿Y hubieras sido así de agradable si no fuera bonita?-sonríe

-Ariadnna, tu eres hermosa es verdad pero también tienes muchas otras cosas que son bonitas, y si, sería tan agradable como ahora aún si no fueras tan bonita aunque eso no lo sabemos con certeza tal vez yo no te caería bien-sonrío un poco

-Vale, te creo pero no quiero tirarme allí

-Vamos, no te voy a soltar-remojo mis labios

-¿Seguro?

-Te doy mi palabra-suspiro y él sonríe-Ese suspiro es un si-ruedo los ojos

-De acuerdo pero déjame quitarme los tacones-él asiente y retrocedemos un poco, dejo mis tacones a un lado y él deja sus zapatos y su chaqueta junto a los míos, pasa una mano por mi espalda y me hace caminar hacia el borde-¿Estás seguro de que ahí abajo no hay cocodrilos o algún tiburón de agua dulce?-se ríe

-Seguro, vamos-toma mi mano y yo la agarro fuertemente-Uno, dos...

-No, espera-lo empujo hacia atrás sin poder evitarlo y rodeo su cuello con mis manos mientras no dejo de mirar sus ojos nerviosa-No puedo

-Eyy, no pensé que te estuviera forzando, perdón-siento mi cuerpo relajándose mientras dejo caer mi frente en su hombro derecho al ver la preocupación en sus ojos

-Y no lo haces, yo quiero pero no puedo tirarme de una altura de doce metros a una masa de agua que se nota que es demasiado profunda-él toma mis hombros suavemente y me empuja un poco hacia atrás

-Te propongo algo-sonríe-Que tal si bajamos y nadamos normal y después cuando lleguemos a la comodidad nos tiramos-sonrío y asiento aunque dejo caer mi cabeza en su pecho relajada-Ey, te puse bien nerviosa ¿he?-sonrío

-Mucho-me separo un poco-¿Nadamos?-asiente, vamos a la moto y tomamos nuestras mochilas, empezamos a bajar y sorpresivamente toma mi mano, lo miro y me guiña un ojo, me ayuda a bajar por un camino no tan recto de piedras, llegamos a una parte plana pero aún llena de hierbas, dejamos las mochilas y él me brinda su mano, sonrío mientras la tomo y nos tiramos en el agua que se encuentra súper congelada-Ufff-él se ríe