Lo veo riéndose, abrazándome, llorando, gritando y entonces me incorporo en la bañera con una idea, una loca idea en la cabeza
-No, no puede ser-trago saliva fuertemente-Estoy confundida, solo eso-muerdo mi labio inferior, seguro solo estoy confundida, él, él no me gusta, Ian es muy agradable y divertido, y y sexi, pícaro y sensual-¡Mierda!-salgo de la bañera rápidamente-¿Cómo me pueden gustar dos chicos a la vez? ¿Es eso siquiera posible?-me seco rápidamente y a mi cabeza llega su voz
**Le encantaría besar tu cuello sabiendo que nadie más lo ha hecho**-un escalofrío me recorre cuando imagino las manos de Ian recorriendo la línea de mi mandíbula bajando por mi cuello-**Te aseguro que tus besos le volarán la cabeza**- pero esta ocasión mi mente me hace una mala jugada y sus dedos siguen un camino descendente hasta que llega al centro de mis pechos, abro mis ojos al sentir mi centro palpitar, toco mi vientre sintiendo como se tensa
-¿Y qué es esto ahora?-sacudo la cabeza fuertemente, ¿y Sebas?-¿Qué hay con Sebas?-pregunto a mi reflejo en el espejo
-*Sebas se va a casar*-bufo
-Gracias conciencia, ¡no lo sabía!-exclamo mordaz
-*¿De qué te quejas? si no has hablado con él en días*
Abro mis ojos sorprendida y voy hacia mi teléfono rápidamente, es cierto, todas sus llamadas las he colgado pero ¿por qué?
- *Porque te importa más hablar con la familia de Ian que escuchar a tu doctor*
- ¡Él no es solo mi doctor, es mi amigo!
- *¡Exacto! Los amigos, no tienen que estar comunicados todo el santo día, o tu te la pasas llamando a toda hora a Lorena*
-Lorena es mi psicóloga genio
-*También es tu amiga y lo sabes*
-Buff, tienes razón-tomo mi cabello frustrada conmigo misma
-*¿Por qué te estresas? Ambos son solteros y tu precisamente no le desagradas*-volteo a mirarme
-¿Insinúas que le gusto?
-*Vamos nena, hasta un ciego se daría cuenta*-me miro sorprendida
-Pero él seguro solo me ve guapa, nada más
-*Eso no lo sabemos, además, el que no arriesga no gana, eso deberías saberlo*-sacudo mi cabeza
-Esto es estúpido, ¿cómo puedo hablar conmigo misma de este modo?-bufo, y luego de colocarme un camisón de dormir, me tiro en la cama pero no consigo dormir por lo que me coloco unos audífonos y escucho música, buena y relajante música. Al día siguiente, luego de bañarme me visto con un vestido carmelita sencillo, escote en uve, y manga hasta los codos, la falda es holgada hasta mis rodillas, tiene un cinto del mismo color con unos detalles dorados, tomo unos tacones dorados altos con unas cadenas que envuelven toda mi pantorrilla, mi cabello lo recojo en un moño alto y elaborado, pinto mi rostro con solo un brillo liso y un delineador negro, me coloco unos aretes largos dorados y algunos anillos, me echo losión, tomo una cartera dorada y salgo de mi habitación, mamá y papá ya no están, son las once de la mañana, cierro todo bien y al poco estoy en un taxi rumbo al hospital. Se me hace raro entrar caminando a un hospital, pensé que no tendría que volver a hacerlo nunca, pero, aquí estoy, camino suavemente hacia la habitación de Ágatha, tal vez no la conocía mucho pero en verdad me preocupa y también su familia, cuando llego a su habitación veo que está hablando con sus padres y la verdad, parecen serios así que retrocedo, mejor no los interrumpo
-¿Ya te vas?-me giro sobresaltada y sonrío al verlo
-Mmm parecen bastante serios-me mira curioso y cuando se asoma por el cristal de la puerta sabe que tengo razón
-Cierto-sus ojos me sonríen-¿Quieres dar un paseo en moto?-sonrío
-Vale-él me brinda su brazo y yo suelto unas risas recordando cuando me propuso la tregua en la heladería, enrosco mi brazo en el suyo y sonriendo vamos a su moto
-Hoy estás muy guapa-siento mis mejillas calentarse y sonrío
-Tu también-se ríe
-¿Estoy guapa?-lo empujo riendo
-Sabes lo que quise decir
-¿Cuál es tu color favorito?-lo miro curiosa
-Para que quieres saber eso
-Curiosidad-dice encogiéndose de hombros mientras me brinda el casco
-El azul ¿y el tuyo?
-El amarillo-sonrío
-Así que saliste a Clavel-él sonríe
-Ujúm-me ayuda a colocarme detrás de él y cuando toma mis piernas mi respiración se corta, y cuando lo abrazo por inercia aspiro su delicioso aroma. La moto empieza a andar e Ian me va diciendo los lugares por los que pasamos, todo es hermoso, nos detenemos en un local, Pizzas Denver, me ayuda a bajar y yo admiro el local con una sonrisa mientras quito mi casco
-¿Dónde estamos?
-En el local de un tío, se llama Federico, es muy buena honda ya lo verás-sonrío
-¿Tienes más familiares en Denver?
-Oh si-dice rodando los ojos sonriendo-Tengo una tanda de primos que viven con mis tíos por parte de padre, aunque están un poco más a las afueras, y tengo a mi tío Federico, hermano de mamá, los demás están fuera de EE.UU-sonrío
-Entonces ambos tenemos familias enormes-sonríe
-Y que lo digas-entramos al local y es muy bonito, tiene un aspecto rústico, todo es de madera y adornos rojos y dorados, es muy diferente a la heladería pero desprende aún mayor calidez
-¡Ey tío! Una cervesa-un hombre de unos cuarenta y pico se vuelve sorprendido hacia Ian y sonríe ampliamente, sale de detrás de la barra y abraza fuertemente a Ian y yo sonrío, al parecer su relación es muy cercana
-Muchacho, tu todavía no puedes tomar-Ian se ríe
-Eso no lo decías cuando tenía diez años-él hombre le pega en la nuca suavemente reprendiéndolo en broma
-Sé educaco y preséntame a la hermosa chica que trajiste-me río
-Por fin sé de donde sacó lo pícaro y divertido Ian-el señor me sonríe ampliamente y yo tiendo mi mano-Soy Ariadnna, una amiga-estrecha mi mano con suavidad
#3862 en Novela romántica
#1141 en Chick lit
adolescentes enamorados locuras, adolescentes amor, amor celos amistad pasado
Editado: 06.11.2023