Capítulo 27

- Muchas gracias por la comida, estaba realmente buena – dije a la vez que colocaba un plato sobre otro para llevarlos hasta el lavavajillas.

- N…anda – pareció como si mi agradecimiento le pillara por sorpresa.

Lo coloqué todo en su correspondiente rejilla y, sin más, le pregunté.

- ¿Puedo ir con Pequeño? – pregunté.

- ¿Pequeño? – preguntó él como respuesta.

- Si, el gato. – dije pensando que aquel era el nombre de este.

- Ah – una leve sonrisa dibujó su cara…era la primera vez que vi aquello y, realmente, me dejó completamente embobada. – ese no es su nombre.

- Oh…entonces ¿cómo se llama?

Aizawa pareció meditar aquella pregunta durante unos segundos…pero, para mi sorpresa, fue una respuesta que no llegaría a imaginarme.

- No tiene nombre.

- ¿Qué? – dije con el tono un poco subido, a causa de la sorpresa – Perdón pero, ¿cómo no tiene nombre? ¿Recién vino a esta casa? – pregunté. Tal vez lo adoptó hace poco y por eso aún no tenía nombre.

Pero, este, negó con la cabeza.

- Lleva conmigo desde que era un cachorro de tan solo cinco meses, pero eso pasó hace casi cinco años.

- ¿En cinco años no le pusiste nombre? – pregunté realmente sorprendida.

Este profesor…es todo un caso aparte.

- Siempre le llamé “pequeño” o “gato”.

- Carbón – dije

- ¿Qué? ¿Carbón? – preguntó sin saber por qué dije aquella palabra.

- Un nombre, ya que es de color negro puro, Carbón le queda bien – dije encogiéndome de hombros.

- Como quieras – respondió sin darle mucha importancia a aquello y programando el lavavajillas para su funcionamiento.

Sin esperar más, me senté al sofá, al lado de, ahora nombrado por mí, Carbón, quien estaba echo una bola, durmiendo.

- Hola – dije alegre a la vez que lo acariciaba y, este, abrió un poco sus ojos para mirarme y, seguidamente, volvió a cerrarlos con tranquilidad – Me acabo de enterar de que no tenías nombre…pero ya me encargué de eso, he escogido Carbón para ti, ¿te gusta? – le pregunté.

Y parece que así fue pues, nada más decírselo, comenzó a ronronear.

- Oh, ¿ese ronroneo significa que si? ¡Me alegro mucho! – dije realmente feliz.

Me quedé allí acariciando a Carbón, hasta que el profesor se acercó.

- Puesto que esto nos pilló de sorpresa, no tengo nada preparado para dormir, así que puedes dormir en mi cama – dijo a la vez que miraba a su pequeño amigo dormir profundamente.

- No quiero molestarle más… - dije sin saber como responder a aquello - ¿Dónde dormirá usted?

- Tengo trabajo que hacer pero, si llego a dormir, lo haré ahí – dijo haciendo un gesto con la cabeza, señalando el sofá.

- A mi no me molestaría dormir aquí, puede quedarse en la cama. Además, usted debe de estar más cansado que yo, pues tiene que trabajar en la UA, como héroe y, encima, se ha ocupado de mi el día de hoy.

- Ese es mi día a día, no debes de preocuparte por ello – respondió a la vez que se cruzaba de brazos – Ve a la cama – dijo como si me clavara las palabras.

No pude “discutir” mucho más, solo sería una noche.

O eso pensaba yo…

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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