Capítulo 72

Alina abrió lentamente los ojos, la luz tenue del hospital iluminando la habitación. Sintió una leve incomodidad y dolor, pero al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en una cama de hospital. La memoria de la batalla intensa y sus consecuencias comenzó a regresar.

Al moverse con precaución, Alina notó a Aizawa, el héroe, su mentor y, al parecer su pareja, dormido en una silla a su lado. Estaba recostado, con la cabeza apoyada en la cama, demostrando que había estado velando su sueño. El agotamiento en su rostro y la leve inclinación de su cuerpo indicaban que había pasado mucho tiempo allí.

Alina sintió una oleada de gratitud y cariño. Era reconfortante ver a alguien tan fuerte y reservado como Aizawa mostrando una preocupación tan evidente. Con cuidado, movió su mano para tocar suavemente el cabello de Aizawa. El héroe despertó ligeramente, parpadeando antes de darse cuenta de que Alina estaba despierta.

- Alina… - susurró

Los ojos de Aizawa se iluminaron con alivio al ver que Alina estaba consciente. Se incorporó, enderezándose en la silla, y la abrazó sin pensárselo dos veces.

- ¿Cómo te encuentras? - preguntó con desespero.

La conversación entre ellos fluyó con palabras tranquilizadoras y gestos afectuosos, creando un vínculo más profundo.

Aunque Aizawa podía ser serio y reservado en público, en ese momento íntimo, su preocupación y cuidado eran evidentes. La experiencia compartida en la batalla había fortalecido aún más su relación, creando un lazo que trascendía las palabras.

Después de unos días en el hospital, Alina finalmente fue dada de alta. Aizawa la acompañó de vuelta a casa.

La ciudad se encontraba en calma, y el sol comenzaba a ponerse mientras caminaban por las calles hacia el apartamento del profesor.

A pesar de su aspecto cansado, Aizawa seguía siendo la figura serena y protectora que Alina admiraba. Caminaron en silencio la mayor parte del camino, pero la atmósfera estaba llena de una complicidad tranquila. Al llegar a la puerta del apartamento, Aizawa le ofreció una pequeña sonrisa tranquilizadora.

- Muchas gracias por todo, Aizawa - dijo con sinceridad.

La expresión del mayor revelaba una conexión más profunda, un sentido de responsabilidad y afecto que iba más allá de las palabras.

Al entrar al apartamento, Alina se sintió agradecida por estar de nuevo en el que se había convertido en su hogar. Aizawa la instó a descansar y recuperarse completamente antes de volver a la acción. Se despidieron con un gesto tranquilo, sabiendo que la experiencia compartida en la batalla había fortalecido su vínculo de una manera que trascendía las palabras.

Aizawa se alejó del dormitorio, dejando a Alina con una sensación de seguridad y agradecimiento.

La ciudad podía ser un lugar peligroso, pero tener a alguien como Aizawa a su lado hacía que el mundo pareciera un poco más manejable.

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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