Selene
Me muevo con pereza en la cama, hasta que mi pie impacta contra algo duro, abro los ojos de golpe y me encuentro con mucha luz, ¿esperen mucha luz?, yo nunca dejo las cortinas de mi habitación abiertas y mucho menos en la mañana cuando hay tanta luz.
Lentamente giro mi cabeza y encuentro un cuerpo descubierto desnudo, OH MI DIOS, si pasó, no puedo contener mi alegría seguramente si alguien me viera le diera miedo la expresión que hay en mi rostro, trato de recordar la noche anterior y solo vienen algunos momentos.
Flashback
Alejandro me cuenta la historia de su día.
-Se suponía que debía ser un día muy feliz para mí, estaba de cumpleaños, veía a mi familia completa después de mucho tiempo, subí un rato al baño de mi hermana por una curita para mi sobrina que se cayó, iba tan feliz cuando al entrar en el baño me encontré con una prueba de embarazo positiva, el color se me fue del rostro simplemente no sabía que pensar en el fondo no quería sacar conjeturas antes de tiempo, trate de calmarme y al salir de la habitación me encontré con mi hermana, y en ese momento comencé a entender porque pasó la mayor parte del tiempo preocupada excusándose que tenía demasiada tarea.
-Le pregunté si esa prueba era de ella y ella solo rompió a llorar apuñalándome por dentro, mi hermanita pequeña estaba embarazada y lloraba, pero no de felicidad sino de tristeza eso me rompió más.
Mientras escuchaba su relato me imaginaba la escena en mi cabeza y llegaba a comprender sus sentimientos, no es que me hubiera pasado, pero solo de imaginarme el corazón se me vuelve chiquito.
Coloqué mi mano en su hombro a modo de querer brindarle apoyo, el solo me miro un rato antes de volver la vista a su vaso y el contenido del mismo.
-Mi hermanita me contó como creyó en las palabras del patán de su ex, le pregunté si él lo sabía y ella me dijo que no, pero que sabía que él no querría hacerse cargo porque fue solo en la mañana que subió una foto con una nueva chica.
-En ese momento solo quise romper la cara de ese bastardo infeliz poco hombre, pero mi hermana no quiso, ella me dijo con convicción que tendría a su bebé sin importar nada.
-Pero sabes- me miró antes de continuar- jamás iba a dejar las cosas así, así que con ayuda de una de sus amigas encontré la casa de ese infeliz, pero justo cuando llegaba a su casa él se iba a lo que lo seguí, entró en esta misma discoteca.
Sin darme cuenta me estaba enfrascando más en la historia, digo soy chismosa por naturaleza quería saber más y me estresaba un poco las pausas que hacía, pero vamos ay que entenderlo estar en sus zapatos no debe ser nada sencillo, así que solo por eso trataba de acoplarme a su ritmo de narración.
- ¿Sabes cómo lo encontré? -Niego con mi cabeza- Estaba en una esquina comiéndose la boca de su nueva conquista, sentí mi sangre hervir porque mientras mi hermana pensaba sacar adelante a ese niño el continuaba su vida como si nada.
-Quise acabar con él y no pude porque mi hermanita estaba ahí al igual que yo veía toda la escena, y ella solo se limpiaba las lágrimas antes de dirigirse a donde él estaba, me quedé estático mirando la escena, supongo que ella le contaba que estaba embarazada, el solo se sorprendió durante un momento tenía la esperanza de que haría lo correcto pero luego su cara de sorpresa se transformó en una autosuficiencia y solo alcancé a escuchar como le decía a mi hermana que dudaba que ese hijo fuera de él.
No lo conozco pero que ganas de romperle la cara, definitivamente en el mundo hay puros patanes, no quiero imaginar cómo se le rompió el corazón a la pobre chica, si solo con ver su aspecto a través del espejo ya me dolía un poco el corazón, la admiro por querer salir adelante.
Sin darme cuenta me paré de mi asiento y me acerqué a abrazarlo, a veces soy un poco llorona cuando algo de verdad me conmueve, envolví mis brazos alrededor de su cuello y el envolvió los suyos alrededor de mi cintura, escondió su cabeza en mi pecho y yo recosté mi cabeza en la suya, esta escena no era la adecuada en una discoteca puesto que la música aún se escuchaba muy fuerte lo único que nos cubría era la tenue luz.
No sé cuánto tiempo pasó para que el decidiera romper el abrazo, me miro con sus ojos un poco rojos y una mirada profunda que hizo que mi corazón se detuviera durante un rato.
-Lamento ocuparte aquí con mis problemas- y lo que dice suena sincero.
-No te preocupes supongo que al final no tenía nada más que hacer- le digo olvidando a que vine.
La distancia que nos separa aún es mínima, acaricio su rostro limpiando el rastro de las lágrimas, el mantiene su mirada fija en mí, pero trato de que eso no me ponga nerviosa porque, aunque no lo crean solo he tenido un novio en mi vida y fue un desastre total.
Con miedo de verme como tonta y ridícula si el me rechaza me acerco más hacia él como si fuera posible y lo beso, al principio me quedo estática esperando que me aleje, pero cuando no lo hace comienzo a besarlo de una manera lenta y suave a mi ritmo.
Alejandro después de un rato se pone de pie sin romper el beso y con su mano me toma parte de mi rostro, continuamos en ese vaivén de besos suaves hasta que necesitaba de oxígeno, me separo lentamente de él y me doy un golpe en la cabeza por la manera en la actué, aunque también me doy palmaditas en la espalda porque no me alejó y esa es buena señal ¿verdad?