"¡quiero un gordito para llevar!"

Dos cazadores...¡y un osito!

—¡Aaaawwwwnnnn! ¡Si parecen unos "angelitos" durmiendo! No importa cuánto crezcan, ¡siguen siendo unos niños adorables!

La madre de Joe sonreía al ver al trío de amigos dormidos en la enorme cama del osito. Era una escena que había visto por años ya que desde muy niños Joe, Sam y Danny era inseparables y no era raro que estos se quedaran a dormir en su casa. Claro, que con la madurez llegan las responsabilidades y cada uno vivía su vida de adulto con sus "días buenos" y sus "días malos", pero aun así seguían siendo amigos muy unidos cuidándose siempre entre sí.

Y es que los tres eran unos REBELDES CON CAUSA desde su niñez: En el colegio sufrieron mucho del llamado "Acoso escolar" o Bullying, fuera por su forma de ser, su físico o sus preferencias sexuales. En el caso de Sam era porque siendo "niño" se sentía como "niña", lo que le trajo la burla de todos sus compañeros que no se cansaban de ridiculizarlo; Danny siempre fue muy alocado, extrovertido y muy afeminado, así que era el "mariquita" del colegio y los chicos solían molestarlo constantemente y algunas veces le golpeaban sólo porque si...y Joe...bueno, no es fácil para un niño ser "el más gordito y grande del salón"; para algunos era muy intimidante y otros le consideraban un gigante tonto, e incluso los mismos profesores le terminaban relegando muchas veces de forma muy injusta en las actividades divertidas por considerarle flojo, soso y lento, sin darle oportunidad de demostrar lo contrario.

Así que los tres niños terminaron comprendiendo que sufrían muchas cosas en común, por lo que se unieron contra el mundo y desde allí hicieron una especie de "pacto" de que permanecerían juntos apoyándose mutuamente, sin importar cuan duras y difíciles fueran las circunstancias que atravesasen. Joe aprovechó su tamaño y fuerza para defender a Danny y a Sam de quienes les agredían, y estos a su vez alegraron la vida del solitario gordito que ya tenía con quien compartir y jugar, por lo que nunca más se sintió marginado ni relegado en las actividades. Una hermosa muestra de que "la unión hace la fuerza..."

—¡Joey! ¡Cariño! ¡Es hora de levantarse! ¿Se te olvidó poner el despertador?

—¡Oh mi Dios! ¡Mamá, gracias por despertarme!

—Abajo les espera el desayuno listo. ¡No tarden!

Joe volteó a ver a sus amigos y no pudo evitar sonreír al ver a Sam dormida literalmente aplastando al pobre Danny, que terminó durmiendo boca abajo para evitar rozar las "chichis" de su amiga. Se podría decir que el alocado y diminuto azabache era tetofóbico y Sam tenía unos implantes bastante grandes y llamativos que solía exhibir...y sacarle mucho provecho.

—¡Sam! ¡Danny! ¡Hora de levantarse!

—¿Ya amaneció? —respondió Sam que tenía los parpados aún pegados del sueño.

—¡Sí, Sam! Voy a entrar primero al baño y salgo rapidito...

—¡¡¡Ay Dios!!! ¡Quítenme esta jirafa tetona de encima! —Chilló el pobre Danny que fue el que durmió peor.

—¡Si te quejas! Te pasas de delicadito, tú...

Minutos después Joe se miraba en el espejo esmerándose por lucir bien, Danny le observaba desde la cama con una sonrisa muy picara:

—¡Te ves bien, osito! Por eso tienes a esos admiradores secretos de cabeza... ¡Todos quieren a su osito apapachable para llevárselo a la camita!

—¡Danny! Sólo...espero no lucir tan...grande.

—¡Pero si eso es lo que te hace tierno! ¡Sácate de la cabeza eso de que eres "feo" porque estás gordito! No todos tenemos las medidas perfectas ni un rostro de portada de revistas, pero...igual somos muy interesantes y sexis.

—Bueno...

—¡No! ¡Nada de "Bueno...", con ese tonito lastimero, osito! ¡Es así!

Sam salió del baño muy sonriente y se paró al lado de Joe ayudándole a colocarse su saco.

—¡Te ves guapísimo, Joe! Me encanta como te luce tu ropa nueva. Sólo necesitabas un buen cambio de guardarropa para destacarte.

—¿Ves? ¿VES? ¡Justo lo que yo le dije! Le estaba diciendo al osito que es lindo así mismo como es. Pero ya sabes cómo es él, Sam. —Danny se levantó de la cama y se paró detrás de Sam esperando que esta lo ayudara convencer a Joe.

—Joe... ¿Dónde está tu autoestima? Danny tiene razón, eres un chico muy guapo aunque no tengas el "peso ideal", pero así tal cual eres adorable.

—Lo siento, pero...creo que mi peso me ha traído más malos ratos que buenos y...ya me han echado a un lado por ser así...

—Joe, tienes que olvidar esos "malos ratos" como tú los llamas. El problema no has sido tú, ni tu peso, si no de aquellos que simplemente no quisieron ver lo hermoso que eres. No debes cambiar para que la gente te ame, sino ser siempre tú mismo y la gente correcta te amará.



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En el texto hay: lgbt, comedia romantica

Editado: 17.03.2018

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