Pov. Rosie
3 semanas después...
Tres semanas... Tres malditas semanas viviendo el mismísimo infierno.
Cada vez que intenta tocarme y lo rechazó comienza a golpearme, ya hace una semana que ni siquiera puedo levantarme del viejo colchón que duermo.
Hace tres días deje de comer ¿porque? Quiero morir, ya han pasado tres semanas, algo que no me da muchas esperanzas de que Eros venga a rescatarme.
Rocco por otro lado se está poniendo como una vaca de gordo ya que le doy casi toda mi comida sin contar lo que le trae mi secuestrador.
Hace tiempo deje de decir su nombre, cada vez que lo digo recuerdo las veces que me humille suplicándole que no me golpee más, recuerdo cada uno de sus golpes, golpes que me marcaron para siempre.
— te traje tu comida — dice entrando.
— te dije que no quería comer — le digo.
— te vas a morir — dice a regañadientes.
— ¿y crees que quiero estar viva? — le pregunto.
Su mano me toma del cuello y me hace chocar mi cabeza con la pared.
— vas a tener que vivir quieras o no ¿vale? — me dice.
— no me puedes obligar — le digo.
— yo hago lo que yo quiera y créeme que si digo que lo harás es por que lo harás — dice para luego soltarme.
— ¿Por que no me dejas ir? — le pregunto.
— ¿por que? Porque tu eres mía — me Dice.
— por favor.
— ¡basta! — dice dándome una cachetada. — ! jamás te voy a dejar! ¡eres mía!
¿cuando se acabará todo esto? ¿En que jodido momento de mi vida seré feliz? Por lo visto nunca, el jamás me dejara en paz, jamás querrá verme con alguien más, es como una obsesión que tiene conmigo. Corrección, como no, es una jodida obsesión.
— mañana nos vemos de viaje — me dice.
— ¿a donde vamos? — pregunto.
Si me saca del país va hacer casi imposible que Eros me encuentre aunque realmente ya perdí todas las esperanzas, quizás jamás los vuelva a ver, jamás podré volver a ver a Noah con sus bromas.
A Stephen con sus leyendas de mafiosos, lo feliz que se pone Eros cuando cocino.
Los extraño a los tres, quizás no vuelva a verlos, pero su recuerdo siempre van a estar conmigo.
— no te tengo que dar explicaciones de lo haga — me dice. — más te vale que no intentes escapar — me amenaza mientras me señala con su dedo índice.
Sale de la habitación cerrándola con llave. Tomo a Rocco en mis brazos y lo acaricio, el a sido mi consuelo en todos estos días, el me ayuda con la pequeña esperanza de que en algún momento vendrán por mi. Rocco comienza a moverse incómodo y a rascarse el cuello con su pata, intento ayudarlo y siento algo.
Le quito la correa y una clase de chip está pegado.
La idea de que sea un rastreador que pusieron por si yo llegase a escaparme llegó a mi mente.
¿Como diablos lo activaba? No tenía un botón ni nada parecido, solo un peque bombillito rojo que se veía apagado.
Doy unos golpecitos al chip con mi dedo índice y siento como una corriente eléctrica ataca mi cuerpo.
Lo quito del collar por la idea de que podría hacerle daño a Rocco y le vuelvo a poner el collar, guardo el chip en mi bolsillo con cuidado.
— espero y sea lo que creo — le digo a Rocco como si entendiera lo que le dije.
Pov. Eros
— ¡Eros! — escucho a Noah llamándome.
— ¿Que? — le pregunto.
— movió el chip — me dice con una sonrisa.
— eso significa...
— que podremos activarlo mediante un hackeo — me interrumpe.
— ¿Que estas esperando? comienza — le digo sin disimular la emoción.
Hace tres semanas que intentamos rastrear a Rosie pero el chip estaba en un mal lugar y evita la señal. Ahora podríamos saber dónde está.
Estos días fueron desesperantes, no verla dando vueltas en la casa era estresante, verla jugando con Rocco era algo a lo que todos estábamos acostumbrados, así que fue muy extraño no verla por estos pasillos.
Voy a la habitación de Stephen a darle la noticia, el también a estado muy preocupado, a movido con todos sus contactos para poder encontrarla, aunque nada que el, Noah o yo haya servido hasta ahora.
— ¡hey! — nos llama Noah.
— ¿Que tienes? — le pregunto.
— están a las afueras de la ciudad — dice.
— ¿en que parte? — pregunta Stephen llegando a nosotros.
— no Lose, es muy difícil saberlo, el rastreador que le coloque no es avanzado, así que funciona por señal, el lugar donde están no hay lo suficientemente.
— tenemos que encontrarla — dice Stephen en un susurro.
— tenemos que esperar. — dice Noah.
— ¿esperar? ¿es enserio? ¡¿tienes idea de las cosas que puede hacerle?! — le digo comenzando a alterarme.
— si que lo sé, pero por ahora tenemos que esperar conseguir más señal, lo más probable es que se intente moverse, si lo hace, tendremos la ubicación exacta.
No hay una forma de no tener que esperar — pregunta Stephen.
— si la señal fuera buena solo nos tomaría unos cinco minutos.
— bien, esperaremos, hay que estar atentos — les digo.
— yo no pienso moverme de aquí — dice Noah.
— bien, yo iré anunciarle a Don Ramón personalmente esto — digo.
Ambos asienten y me largo, le hago una seña a dos de mis hombres para que me acompañen.
«por lo menos estamos un paso más cerca de encontrarla»
Pov. Rosie
Mis manos están atadas con tanta fuerza que hace que duela mucho, mi cuerpo está lleno de moretones apenas estoy consiente de lo que pasa a mi alrededor.
La sangre se desliza saliendo de mi nariz por el golpe que recibí, sus ojos están negros, su ceño fruncido, su respiración estaba descontrolada, sus nudillos estaban blancos por la fuerza que ejercía al apretar sus puños.
— tienes que entender que como mi mujer debes complacerme — dice entre dientes.
Yo solo suelto una risa seca.
— jamás — le digo en un susurro.
Siento como deposita otro golpe haciéndome perder el equilibrio.
Mi cabeza duele como el infierno, siento que en cualquier momento va a explotar.
— veo que no aprendes — dice para luego tomarme del cabello — por te dejaré, así que duerme, mañana saldremos a primera hora.
Me suelta de mi amarré y sale de la habitación, suelto un grito ahogado, estoy harta, harta de esto, de tener que sufrir sus maltratos, de que cada vez que vea mi reflejo vea esos horribles moretones por todo mi cuerpo.
Siento como Rocco me lame los pies y lo tomo en mi brazos, el a sido mi único consuelo, además que es algo que me une a los chicos y a Mariana, se que no e compartido mucho con ella pero me e encariñado con esa pequeña.
Saco de mi bolsillo el chip, con lo que creí que vendrían por mi, solo han pasado unas horas pero es tecnología, si realmente es lo que creo que es ya deberían tenerme ubicada ¿no?
Escucho la puerta abrirse y Laura aparece en mi campo de visión ¿Que hace ella Aquí?
— así te quería ver — dice terminando de entrar con una sonrisa malvada.
— ¿Que haces aquí? — le pregunto.
— ¿Que hago? Pues ¿Como crees que el tuvo toda esa información? ¿unm? — dice con una sonrisa.
Tiene lógica, el no pudo haber averiguado todo eso el solo, tuvo que haber recibido la ayuda de alguien... De ella.
— ¿Por que? — le pregunto.
— ¿enserio? Me lo quitaste todo — me dice en un tono lleno de rencor.
— esa nunca fue...
— ¿Tu intención? — me interrumpe terminado por mi —pero lo hiciste y por eso jure que lo pagarías caro, ¿sabes quienes eran los hombres que mataste?¿no? Eran mis primos más cercanos y tu me los quitaste.
— ¡iban abusar de mi! — le digo.
— ¿y crees que no lo sé? — pregunta incrédula.
— fue un accidente — le digo en un susurro.
— lo haya sido o no, los mataste y pagaras por eso — me dice — y que más que torturar a tu querido hermano Contigo, así los dos sufren. ¡traigalo!
Veo como dos hombres traen aún chico arrastrado con el cabello Ta negro como la noche, el chico se ríe como si no pasará nada.
—malditos — murmura — juro cuando salga de aquí tomaré sus cuerpos y los voy a descuartizar con un corta uñas — dice con una sonrisa.
Con tan solo imaginar eso mi cuerpo se tensa y en escalofrío recorre todo mi cuerpo. — seré bondadoso y les daré un rico baño de ácido y luego los dejaré en medio del desierto.
Sus palabras me dejaron en shock ¿Que persona en su sano juicio piensa en algo así?
— Rosie, te presento a Roger, tu hermano — dice con una sonrisa ignorando las palabras del chico que ahora se que es mi hermano.
— dime qué es un chiste — dice rodando los ojos. — ¿En que diablos está metida está mocosa?
— mocosa tu trasero — le digo sin pensar.
— tienes carácter — dice riendo.
El teléfono de alguien suena, Laura, lo coge y sale de la habitación cerrando la puerta con llave.
Suelto un suspiro cansado y abrazo a Rocco para calmar mis nervios.
Roger cierra los ojos y se relaja como si nada de esto estuviera pasando ¿estara loco?
— ¿por que estás tan tranquilo? — le pregunto.
— no me hables — dice relajado.
— solo...
— callate — dice en un tono muy frío.
— ¡solo quiero salir de aquí! — le grito.
— ya estás exagerando ¿por que gritar como loca— dice tranquilo.
— tengo tres jodidas semanas aquí, aguantando golpes e intentado no ser violada ¿Crees que eso es exagerar? — le digo entre dientes.
— ¿En que estás metida?
— en nada, ese tipo está obsesionado conmigo — le digo.
— ¿por?
— No hablo de eso — le digo bajando la voz.
— ¿trauma? — pregunta.
— algo así — le respondo en un susurro. — ¿Quieres que te desate?
— por favor — dice.
Voy hacia donde el comienzo a desatar el nudo que por cierto esta bien hecho.
Termino de desatarlo y le doy la mejor sonrisa que podría dar en estos momentos.
— ¿por que sonríes? — me pregunta.
— somos muy parecidos — le digo encogiéndome los hombros.
— lamentablemente — dice rondado los ojos.
Bajo la cabeza mordiendo mi labio inferior y voy a buscar a Rocco, lo abrazo y acaricio, amo tocarlo, su pelaje es tan suave.
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Editado: 09.09.2020