Pov. Noah
Ya habían pasado unas dos semanas desde el accidente, todos los días el doctor venían a revisar el estado de Rosie.
Roger había decidido que en el momento que Rosie despertara se la llevaría con el a vivir a Argentina, algo que aunque Stephen no quería al principio termino de acuerdo ya que según Roger ella estaría mejor alejada de Eros.
Por otro lado Stephen y Eros volvieron a ponerse en contacto, a tal que viajara mañana hacia New York.
Juliana... Ella y yo hemos comenzado una relación desde hace mucho, aunque estoy consciente de que tiene su esposo no puedo evitar sentirme atraído por ella, Roger se había burlado de eso ya que ella es una mujer mayor, pero su actitud y espíritu era la de una joven veinteañera, eso fue lo que más me cautivó de ella.
Ahora mismo estoy viendo hacia la playa con un cigarro; pensado en lo todo lo que ha pasado todo estos días.
Siento como alguien se sienta a mi lado y el olor a flores y melón de Juliana me envuelvo.
—¿todo bien?—pregunta.
—si, solo estaba pensado en todo lo que ha estado pensando—le contesto.
—si—suelta un suspiro—todo a cambiado mucho, me da mucha pena por Rosie, todo esto es por culpa del maldito ese que no sabe quién es—dice lo último entre dientes.
—¿no sería mejor de Eros?—le pregunto frunciendo el ceño.
—no—me contesta sin mirarme.
—¿No?—le pregunto sin creer su respuesta.
—el disparo a la camioneta pero tu y yo sabemos que fue porque quería recuperar a Rosie y eso lo cegó—dice mirando el horizonte.
—tienes razón—le digo—e llegado a pensar lo mismo.
Deja su cabeza sobre mi hombro y siento paz teniéndola tan cerca de mi.
Pov. Eros
Habían pasado unos días desde que vine con Erick a New York, el había servido mucho para quitar el sentimiento de culpa de mi.
También comenzamos a investigar sobre el hermano de Álvaro, muchos dicen que eran gemelos, pero realmente ya no se que creer al respecto con todo esto.
—mañana viene la mercancía—dice Erick acercándose.
El había dejado su trabajo como policía del FBI para volver hacer los hermanos "e" ese cursi apodo lo habíamos sacado de cuando éramos niños, ya que siempre andábamos juntos a nuestros familiares nos decían así y terminamos quedandonos con la costumbre.
—bien—le digo—recuerda que mañana llegará Stephen—le aviso.
—lose, aún sigo pensando sobre que buscaba tanto días en Francia—dice sin ni siquiera mirarme.
—no comiences—le digo levantándome de mi asiento.
El había estado suponiendo que Rosie está viva, le había dicho que es una estupidez pero ya que nunca se vio ningún funeral habían probabilidades, mi respuesta ni cambiaba ella está muerta mentiría si digo que la idea de que este viva no me ilusiono pero ella estaba herida y caer de ese barranco le quitaría la vida a cualquiera.
—solo digo lo que pienso—dice levantando los brazos en forma e rendición.
—y yo te digo la realidad—le digo rodando los ojos.
—vale vale, a lo que vine—dice soltando un suspiro—en dos meses será nuevamente los acuerdos de paz entre narcotraficantes—me informa.
—¿Eres consciente del tiempo que aún falta?—le pregunto.
—si, pero hay que comenzar hacer negocios con más mafias, así tendremos más acuerdos—me informa.
—lo haré, ahora mismo solo quiero dormir un rato—le digo sobando mis cien.
—okey, que no se te olvide—me dice señalándome con el dedo índice antes de salir.
Pov. Desconocido #1
Las noticias habían llegado a mis oídos, Rosie había muerto, pero de algo estoy seguro es que ella no lo está.
Desde siempre ha sido muy fuerte, aunque tenga ese perfil de niña frágil, es más fuerte de lo que podría llegar a suponer.
Luisa entra a la habitación con una bandeja en la mano, detesto que entre sin tocar la maldita puerta.
—¿Cuando aprenderás a tocar la puerta?—le pregunta entre dientes.
—lo siento, traje cena, además quería saber qué haremos ahora—dice cabizbaja.
Me gusta que me tenga miedo, eso me hace tener poder sobre ella y eso es lo que me gusta.
—¿Sobre que?—le pregunto tomando una manzana de la bandeja.
—Rosie ya está muerta, deberías cumplir tu parte—me dice con la voz baja.
—¿tu crees que Eros se fijara en ti?—le pregunto en burla.
—¡Claro que si!—eleva la voz.
La tomo por el cuello haciendo que deje de respirar y sus ojos se cristalicen.
Me encanta provocar miedo en las personas, poder verlos pedir misericordia, eso es satisfactorio.
—jamás ¡JAMÁS! Vuelvas a levantarme la voz ¡¿entendido?!—digo en busca de más miedo.
—S-si—dice tartamudeando.
Dejo caer su cuerpo y comienza a toser por la falta de aire.
—Quiero que investigues donde esta Rosie—le digo dándole un mordida a la manzana.
—pero está muerta—murmura.
—no te pregunté si lo estaba o no, busca en los registros, si no tienes acceso me haces saber—le informo acercándome a la ventana que daba vista a la ciudad.
—vale, la tendrás mañana temprano—avisa.
—lo quiero para ahora—la regaño.
—entendido—dice antes de salir de la habitación.
Pov. Stephen
Los días se habían vuelto muy cansados desde que Rosie cayó en coma, el doctor asegura que está mejora más rápido de lo que se planeó y que lo más seguro es que se despierte en cualquier momento, algo que me hizo sentirme muy feliz.
Lo más probable es que no este cuando despierte ya que mañana viajaré a New York, si, me reconcilie con Eros, el a sido mi amigo de toda la vida y no veo correcto darle la espalda ahora que estoy seguro que se siente muy culpable pensando que Rosie está muerta.
Roger había decidido que Eros no sabría nada sobre que ella está viva y no justifico su decisión, el lo había desido para tener a su hermana segura. Aunque realmente lo último que haría Eros sería lastimarla consciente de hacerlo.
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Editado: 09.09.2020