· Katherina.
- ¡¿Clase X?! - Suspira – salgan todos de aquí, tengo que hablar con ella – hace un ademan con la mano dirigiéndolos hacia la puerta.
Luego de que todos salen sin ningún problema John comienza a hablar.
- ¿katherina estás segura que es de clase X? – me pregunta algo curioso y preocupado.
- si señor tampoco lo creía pero lo vi.
- Muy bien. Katherina, esto no lo puede saber nadie, aquí las paredes son de tela, literalmente, así que comienza a escribir todo lo que viste en tu exploración y tomare una decisión. Estaré a tu lado mientras lo escribes.
- Está bien, señor.
Me pongo a escribir todo lo que había ocurrido mientras John se sienta a mi lado, estaba muy concentrada y en cuestión de minutos se comienzan a escuchar gritos desesperados.
- ¿qué demonios está pasando ahora? – Dice John alterado y molesto.
- Tranquilo, señor. Ese deber ser el doctor jugando con el regalito que le traje – suelto una carcajada divertida.
- Está bien... Entonces prosigue y me cuentas también sobre ese regalito que has traído – Dice viéndome y entrecerrando los ojos.
- Por supuesto señor – me río.
· Mikel
Cuando llego a la tienda donde se encuentra el doctor veo que está limpiando y esterilizando sus utensilios médicos, coloco sin mucha delicadeza al cuerpo inerte que estoy cargando sobre una camilla.
- ¡Doctor! Le traje un pequeño regalito para que se divierta. Es de parte de Katherina – Al decir su nombre, el doctor voltea inmediatamente.
- ¡Vaya! Un regalo de mi pequeña, ella si sabe como hacerme feliz – dice con una sonrisa en su cara algo macabra.
Pero al ver en el estado en el que se encontraba el chico hace una cara de desagrado, está muy sorprendido.
- Oh, pero... ¿Qué demonios le pasó a este muchacho? – se acerca para detallarlo más – tiene todo el brazo desgarrado, se ve arrancado desde la mitad del humero, además de muchas contusiones por todo el cuerpo... bueno creo que ensuciaré todo de nuevo, acabo de limpiar.
Sigue analizando sorprendido el cuerpo del chico, si se ve bastante mal, eso debe doler.
- Bueno, Doctor, lo dejo en sus manos – al verlo de nuevo siento un poco de nauseas, el doctor lo nota y se ríe.
- Si, si, claro, puedes esperar afuera o quedarte un poco más y ver la verdadera diversión.
- No, gracias, me basta con ver su cara – me río un poco y salgo de la tienda rápidamente, ya no lo soporto
· Narrador omnisciente.
- Bueno, bueno vamos a divertirnos – Dice el doctor colocándose sus guantes.
Comienza a trabajar en su brazo ya que era lo peor que estaba.
- Bueno chico no tengo ninguna anestesia así que dentro de un rato despertaras por el dolor - dice mientras mira el rostro inconsciente de Albers.
El doctor en ese momento se dio cuenta que debía atar a Albers para mantenerlo quieto para cuando llegue el momento que se despierte.
- Hmm... vamos a suministrarle unos sueros para que se mantenga vivo- dice mientras busca unos sueros y jeringuillas.
Hace todas las preparatorias para comenzar.
- ¡oh! ¿que tenemos aquí? un nervio... ¿Qué pasará si tiro de el? - dijo seguido de jalar le el nervio.
En ese momento despierta Albers con un grito ensordecedor.
- ¡cállate! ¡Demonios!-dice el doctor metiéndole un trapo en la boca a Albers.
En el momento Alber está muy agitado, el doctor se da cuenta y le comienza a hablar.
- ¡Hey! ¿Puedes callarte? trato de salvarte la vida, si te quedas quieto puede que tal vez sobrevivas – dice amargado y fastidiado.
Albers desconcertado al no saber donde estaba mira al doctor con una cara de trauma diciendo que si con la cabeza.
- Aquí hay ron, puedes beber para ver si apaciguas un poco el dolor que tienes- dice el doctor quitándole el trapo de la boca
- ¿quieres si o no?- pregunta el doctor.
- ¿donde estoy y porque estoy amarrado?-dice Albers desesperado
- Bueno, bueno, necesito que te calmes. primero te acomodo y luego contestaran a esas preguntas.
- ¿usted es doctor? - Pregunta Albers, ya que el aspecto del doctor era degradante. tenía un solo ojo y el otro ojo tenía una cicatriz que le recorría del pómulo hasta por encima de la frente, en ese mismo ojo tenia un parche pero de metal, era calvo y tenía la ropa blancas todas ensangrentadas.
- Bueno, no soy doctor pero hago el intento, yo no pedí esto ¿sabes? yo soy es un veterinario pero ¡ah! Somos animales después de todo y bueno ya que no quieres ron te vuelvo a meter el trapo el boca.
- Oye espera veterin...- Albers es interrumpido por el trapo en su boca colocado bruscamente.
Y sigue el doctor con su labor.
Por otro lado Mikel luego de rato de haber salido de la tienda, estaba sentado a las afueras de la tienda del doctor, en eso llegan dos compañeros que llegan con curiosidad.
- ¡Hey! Mikel escuche que kathe trajo a alguien de las zonas prohibidas- dice terry.
- Si, si, dicen que le faltaba un brazo ¿será que quería suicidarse? - Dice merry.