-¿Nos llamaba profesora? –preguntó Malfoy mientras entraban a la oficina
-Siéntense jóvenes
Ambos tomaron asiento frente al gran escritorio y guardaron silencio
-Supongo que conocen el motivo por el cual los he citado
Ninguno respondió, sabían cuál era la razón pero no se atrevieron a decirla
-Ustedes dos, jóvenes rompieron las reglas de esta institución al haber transgredido los derechos de un compañero –miró a Camille- señorita Beauvoir debe de decir que no me esperaba este comportamiento por parte de su persona –ahora miró a Draco- y según lo hablado tampoco lo esperaba de usted joven Malfoy
Las cabezas de los jóvenes estaban gachas, no por el regaño porque en su interior sabían que ellos no estaban equivocados, más bien era una vergüenza ser reprendidos enfrente del otro.
-Pero me gustaría saber quién fue el autor o autora intelectual de dichas acciones
-Fui yo profesora –respondieron al mismo tiempo- no, fui yo –volvieron a hablar
-Jóvenes esta situación no me da ninguna gracia así que me gustaría saber cuál de los dos pensó que empujar por las escaleras a su compañero sería muy divertido
Camille estaba un poco confundida, tal vez la profesora no sabía nada de lo ocurrido y pensaba que ellos habían hecho eso pero la voz de su acompañante la sacó de sus pensamientos
-Fui yo profesora McGonagall –“pero no fue nada comparado con lo que realmente quería hacerle” eso solo lo pensó
La chica lo miró con el ceño fruncido pero él ni siquiera se giró
-¿Y usted también pensó que sería muy divertido dejar a su compañero en medio del bosque sin varita y ningún tipo de protección listo para ser devorado por alguna criatura a media noche?
Ahora Malfoy era el confundido, también pensó que la profesora se había confundido al culparlos de dicho acontecimiento y fue la voz de la chica la que lo sacó de sus pensamientos.
-Esa fui yo
Imitando su acción anterior Draco la miró con el ceño fruncido y ella tampoco volteo a verlo, pero no le era necesario ya que él se volvió perder en sus pensamientos al saber lo ruda que podía ser la pequeña francesita.
-¿Y de quién fue la idea de dejarlo inconsciente, semi desnudarlo, tomarle fotografías y publicarlas en la revista Corazón de Bruja?
Esta vez sí se miraron y respondieron juntos- Ambos
-Muy bien, con su declaración puedo expulsarlos de la institución con mucha razón
-Pero fue por una buena causa –Draco se apresuró a hablar, no podían expulsarlo así como así, el asqueroso gryffindor tenía que pagar y si sus padres se enteraban de su mal comportamiento estarían más decepcionados de él
-¿Cuál es esa buena causa que menciona usted?
Camille tomó la palabra atrayendo la atención de los presentes
-Simmons intentó propasarse conmigo en una salida a Hogsmeade –se quedó callada unos segundos y continuó cuando sintió un pequeño apretón en su mano por parte de Draco- le dije que no reiteradas veces pero no se detuvo, hasta que Malfoy apareció para defenderme, y esa no fue la única vez, intentó hacerlo nuevamente días después
-¿Es eso cierto joven Simmons?
Ambos estudiantes voltearon en dirección de las palabras de la directora, y ahí se encontraba Alex, en un rincón de la oficina con los brazos cruzados, y recostado en la pared, todo por ese lugar era muy oscuro por tal razón no notaron su presencia al ingresar.
-Claro que no, profesora –negó tomando una postura más recta y mirándolos con el ceño fruncido
-No mientas –parecía que en cualquier momento Malfoy sacaría su varita para atacar- ¿ahora ya no eres tan valiente como para asumir las consecuencias de tus actos, sucio león?
-A ver, no es mi culpa –empezó a defenderse- es la de ella, anda por los pasillos con su falda corta y su caminar de reina, con sus botas altas como una…
-Como una ¿qué? –intervino Camille al ver que Alex se quedaba callado- Vamos termina la oración, imbécile
-Como una…
-Basta –mandó a callar Minerva- ya dijo suficiente señor Simmons, queda expulsado de la institución y está demás mencionar los motivos. Ahora retírese de mi oficina
Al salir, el rubio les dedicó una mirada llena de odio.
-¿Puedo saber el motivo por el cual no acudieron a una autoridad y decidieron tomar represalias ustedes mismos?
-Nos va a disculpar profesora, pero es que era alumno de Gryffindor y era hombre –respondió primero ella
-Además del hecho de ser yo un Malfoy
-¿Me están diciendo, jóvenes, que no les pareció conveniente avisarme a mí, la directora de esta escuela, lo sucedido porque el agresor era un alumno Gryffindor –miró a Camille- y porque usted es Malfoy? –miró a Draco
-Profesora, tanto usted como yo sabemos que si hubiera venido a acusar a Simmons no habría pasado nada –hablo él
-Hubieran venido juntos, es un tema delicado
-Lo sabemos, pero pensamos que no le pasaría al ser hombre, usted es mujer y sabe que los hombres casi siempre se salen con la suya –hablo ella
-Sé que el mundo está mal, porque muchos creen que están en su derecho a maltratar a otros –miró fugazmente al joven- y está mucho peor porque hay hombre que creen que por usar una prenda más pequeña la mujer los está invitando a que le falten el respeto. Quiero que sepan, estudiantes, que si hubiesen venido a presentar una queja por la acción de su excompañero los hubiese apoyado desde ese mismo momento, no por el simple hecho de compartir casa se hubiera librado, y déjeme decirle, señor Malfoy, que su apellido es lo que menos importa, la actitud y comportamiento de cada persona es lo más valioso y demostró ser buena persona al ayudar a su compañera, aunque ambos estuvieran equivocados.
-Gracias, profesora McGonagall –dijo el rubio platinado
-Bien, ya que todo está aclarado, déjenme decirles que están castigados
Ambos se miraron un poco confundidos y pensaron que después de esas palabras la profesora los dejaría libres de cualquier tipo de culpa.
Editado: 24.06.2021