Raza Valiente

Capítulo XXI

Diana

Me alarmé cuando desperté y noté que Dafer estaba frente a mí, miré al suelo y vi a dos elfos muertos, él los había asesinado

  • ¿¡Qué estás haciendo aquí!? – pregunté levantándome de mi lecho – 
  • ¿¡Qué está haciendo este elfo aquí!? ¡No eres bienvenido! – exclamó Grador con un hacha en la mano – 
  • ¡Esperen! – exclamó Dafer extendiendo sus manos – ¡Vine para informarles de algo importante!
  • ¿¡Qué es lo que viniste a decir y por qué tuviste que asesinar a estos elfos!? – exclamé indignada – 
  • Lo hice porque el rey nos envió a eliminarte – me sorprendí ante su respuesta –
  • ¿Mi padre? – preguntó Silvia – 
  • ¿Por qué querría el rey eliminarme? – pregunté con preocupación – 
  • Porque sabe que eres un peligro para su reinado y porque ya descubrió que eres una humana
  • ¿Una humana? – preguntó Grador – 
  • Luego te explicaré todo – Dije – Dafer, hablemos afuera

 

Los dos salimos de la cueva, nos detuvimos frente a la gran montaña, uno en frente del otro, Dafer tenía sus brazos cruzados y yo apenas lo miraba a la cara

  • Te dije que el rey ya lo sabe todo y ni siquiera te inmutas – Dijo – 
  • La verdad tenía que salir a la luz algún día y ya estoy harta de la mentira – respondí – A partir de ahora, solo saldrá verdad de mi boca – Luego de mis palabras hubo un breve silencio – 
  • El rey sabe también de tu colgante y es lo que anhela ahora
  • No me sorprende, pero ¿Por qué estás aquí diciéndome todo esto? – pregunté – Estás traicionando a tu hermano, a quien le debes todo, en cambio a mí, no me debes nada
  • Porque te amo, Diana – cerré mis ojos con irritación –
  • ¿Acaso no entendiste que odio la mentira?
  • ¿Acaso no entiendes que no es mentira? – Dijo – ¿Algún día podrás perdonarme?
  • Ya estoy harta de perdonar, ya estoy harta de confiar para que luego me apuñalen por la espalda, la experiencia con Orbom fue suficiente – lo miré a los ojos – Y luego tú, que me consolaste en los peores momentos, que fuiste mi protector, mi maestro y mi amante, me hiciste sentir cosas que nunca había sentido antes, me traicionas también, eres tan culpable como el rey por dejar que tantas hadas y duendes murieran en la aldea, también eres culpable de la muerte de mi madre – dije con indignación – Yo te odio Dafer, y a diferencia de ti, estoy diciendo la verdad – Él dio un paso hacia delante y su rostro quedó muy cerca del mío – 
  • Mentirosa – susurró reprochándome – 
  • Ya basta – Dije manteniendo distancia de él – Dime ¿Cómo es que el rey se enteró?
  • Herion llegó ayer en la mañana y trajo un retrato tuyo hecho por un humano, ofrecían una gran recompensa, por lo demás, solo hubo que atar cabos – Respondió – Ahora tengo que irme Diana, espero que algún día puedas perdonarme
  • Ya vete – Dije sin mostrar ningún tipo de emoción, él miró al suelo y luego levantó la mirada a mis ojos – 
  • Adiós – me respondió de vuelta – 

 

Observé a Dafer escalar la montaña y en unos minutos ya estaba en la cima. Sentí una enorme aflicción dentro de mí, mi pecho estaba apretado y suspiré para calmar mi tristeza, prefería hacer esto antes de volver a derramar una lágrima que no sirve de nada.

Llevé la mirada al suelo, Silvia se me acercó por detrás con pasos serenos y colocó su mano en mi hombro 

  • ¿Estás Bien? – preguntó – 
  • No, no estoy bien – respondí – Están sucediendo tantas cosas negativas en mi vida y lo único que me pregunto es ¿Por qué? El día en que Orbom intentó acabar con mi vida, me dijo tantas cosas que no entendí, creo que me estaba dando una excusa para asesinarme, pero yo estaba tan concentrada en escapar que no escuché una sola palabra
  • Yo sé cuál es la excusa – Dijo y la miré esperando la respuesta – Esa elfina que nos atacó, no era una elfina, era una híbrida mitad hada y mitad elfo que la reina de los elfos oscuros revivió, ella era la hija que nació muerta de Orbom y de tu madre, supongo que él intentó asesinarte porque sabía que en ese momento eras la única que podría derrotarla y no quería volverla a perder – Miré al cielo que estaba minado de estrellas –
  • No sé si las razones de Orbom eran verdaderas o estaba planeando algo más, otra vez tomó una mala decisión, la diferencia ahora es que terminó muerto y esa cosa a la que me enfrenté, estaba de pie, pero dudo mucho que estuviera realmente viva 
  • Es imperdonable, fue un egoísta y no pensó en el mal que caería sobre Digglespo si era gobernado por los elfos oscuros – respondió Silvia y ambas mantuvimos un breve silencio – 
  • ¿Katrina no te ha vuelto a molestar? – pregunté cambiando de tema – 
  • La hechicera que visité me dijo que la única forma de librarme era asesinando a Dorton, y lo hice, luego tuve un sueño extraño y no lo sé, pero creo que ya me deshice de ella
  • ¿¡Por qué no me lo habías dicho!? – Dije asombrada –
  • Es que están sucediendo tantas cosas y no encontré el tiempo para decírtelo
  • ¡Eso es bueno Silvia! – exclamé con emoción y la abracé – Estoy muy feliz por ti
  • Deberíamos volver a dormir, mañana iremos a la aldea muy temprano para buscar a tu amigo
  • Debemos ser cautelosas – dije – El rey ordenó asesinarme
  • No pensé que mi padre sería capaz de hacer todo esto – Dijo Silvia – Pero Diana, ese plan tuyo de sacar a mi padre del trono no incluye asesinarlo ¿Cierto? – La miré a los ojos con compasión, ella no se merece estar pasando por esto – 
  • Haré todo lo posible para no hacerlo – respondí – 
  • Espero que estés diciendo la verdad, porque si estás mintiendo y tu verdadero plan es acabar con su vida, te voy a pedir, por favor, que no confíes en mí



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En el texto hay: secretos, magia, sobrenaturales

Editado: 15.01.2022

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