Razones peligrosas | Libro 3

AJUSTANDO CUENTAS

Merri despertó luego de apretar los párpados con fuerza.

Estaba sentado en una silla de metal con los brazos esposados tras el respaldar.

―En dónde está mi hija. ―El general en retiro, pese a estar en buzo deportivo de un azul pastel, se veía intimidante―. Veo que la has instruido lo bastante bien como para no dejar huella de su paradero. ¿O tienes a tu hermano en esto también? ―indagó.

Bags forcejeó como un poseso.

―Está en peligro ―Bags no sabía qué había ocurrido― ¿Por qué huiría? ―Lo habían interceptado saliendo de la casa de ella y reteniéndolo sin decir nada, para colmo, lo habían dejado inconsciente a puro golpe cuando él había encontrado algo peligroso cerca.

―Le contó a Connor lo que hiciste ―gruñó el general en retiro, Merri se paralizó―. Veo que eres consciente de lo que significa ―escupió Jeremías.

En realidad, Merri estaba preocupado por Margarita y ese cabo suelto que no lograba recordar.

Un derechazo en la mandíbula le despertó por completo la memoria.

― No lo entiende, un sospechoso rondaba su casa ―Bags forcejeó de nuevo, hasta que recibió otro puñetazo en el rostro que le partió el labio.

Él escupió la sangre que tenía en la boca.

―Lo escuché de ella, así que no me cambies el tema Merri Bastien ―El padre de Margarita lo cogió de la camisa― ¿En dónde la metiste?

Bags lo fulminó con la mirada―. Suélteme, ella está en peligro.

―¿Crees que no lo sé?

Y eso solo provocó que más golpes le cayeran encima.

 




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