*Capítulo 2 – Una visita al pasado II*
-Alexia flashback-
La presencia de esa mujer era tan imponente que nadie en la habitación pudo ser indiferente. Mientras yo me sentía a salvo, el rostro de mis padres transmitió un alivio inmediato, y las caras de los invasores se tiñeron con un profundo terror. Ellos intentaron huir, pero no creo que alguien pueda escapar de ella. Sus manos tocaron el suelo de la habitación, unas fuertes raíces comenzaron a emerger y a enredarse como serpientes en los cuerpos del vampiro y los lobos.
Súbitamente, los gritos que provenían del exterior se convirtieron en un silencio sepulcral. Supuse entonces que mis padres, la manada y yo estábamos a salvo, y lo estábamos, pero lamentablemente no todos.
—Preciosa, ¿puedes cerrar un segundo tus ojos? — me dijo con una increíble dulzura la mujer de cabello rojo y ojos azules.
—¿está bien si lo hago? — pregunte dubitativa
—Si, ya estas a salvo. Todos están a salvo, lo prometo— de nuevo, sus palabras me transmitieron una enorme paz, confiaba en ella. Cerré mis ojos y aunque el sonido de huesos crujiendo helo mi sangre, algo dentro de mi sabia que esa mujer no iba a hacernos daño, no a nosotros al menos.
—Ethan, ¿Cómo está Rebecca? No tiene buen aspecto— la bruja parecía realmente preocupada por mi mamá
—Ella esta bien…pero la manada—
—Mi aquelarre esta con tu manada, yo voy a cuidar de ustedes tres. ¿Eso está bien? —
—Olivia ¿pueden dejar la charla para otro momento y podemos irnos de una vez? Mi vientre no se siente bien…creo que el bebé no se mueve — esas palabras de mi mamá fueron suficientes para que ese halo se seguridad se desvaneciera como arena entre nuestros dedos. Apresuradamente, mi padre la cargo entre sus brazos y Olivia tomo mi mano.
—Alexia, necesito que seas valiente y confíes en mi ¿sí?, vamos a entrar en la luz, no te asustes, te prometo que iremos a un lugar donde vamos a ayudar a tu mami— Me limite a asentir, y cuando la luz violeta apareció nuevamente, los cuatro juntos nos adentramos en ella. Para mi sorpresa, terminamos en una casa realmente acogedora. El suelo y los altos techos de madera se erguían orgullosamente, la chimenea transmitía el calor que hasta ahora no sabía que mi cuerpo necesitaba y el verde de las paredes te hacia sentir como en el bosque.
Mi padre se apresuro y tiro todo lo que estaba sobre una enorme mesa, mientras que Olivia revolvía desesperada en una repisa llena de pequeños frascos que parecían pócimas o algo así.
—Ethan, necesito que tu y Alexia salgan. Ahora mismo este no es el mejor lugar para ustedes—
—Es mi esposa, no voy a despegarme de ella— la voz de Alpha se hizo presente, y aunque todos solían asustarse al escucharla, Olivia ni siquiera pestañó.
—Es tu esposa y necesito ayudarla, no quieres que tu hija vea esto, así que mueve tu trasero y sal de aquí ahora mismo— para mi sorpresa, mi padre bajo su cabeza y obedeció la orden. Tomo mi mano, y me guio a través de una puerta hasta un salón con unos sillones negros que parecían ser realmente cómodos.
No se cuanto tiempo paso, solamente se que fue una eternidad. Mis parpados empezaban a pesar y mi padre estaba cada vez mas inquieto, dudaba de que el pudiera conservar el control mucho tiempo más. Pensé que esa noche no podía ser peor, pero cuando Olivia abrió la puerta y su rostro tenía una expresión lúgubre, entendí que nuestra vida iba a cambiar en el instante que una palabra salga de sus labios.
—Rebecca está bien…pero el bebé, lo siento muchísimo Ethan. La plata no es letal para un hombre lobo adulto, pero si lo es para un cachorro que aun esta en el vientre de su madre— mi padre fue incapaz de emitir palabra alguna, simplemente cayó de rodillas y un aullido desgarrador se fugo de sus labios. Quería abrazarlo, quería que todo esto sea un mal sueño, pero solo fui capaz de quedarme sentada y llorar desconsoladamente.
—Ethan, Alexia y Rebecca te necesitan. No puedes perder el control ahora— Olivia se arrodillo, miro a mi padre a los ojos y seco sus lágrimas. —Ellas realmente te necesitan. No tienes derecho a dejarlas, no después del sacrificio que hicimos. Así que ponte de pie y se fuerte, por tu esposa y tu hija— mi padre se puso de pie, pero ese día su mirada cambió para siempre.
—¿Becs? —
—La dormí Ethan, ella necesita descansar para sanar su mente, y su corazón —
—Fueron ellos Olivia, voy a matarlos a todos—
—¿Por qué estas tan seguro? —
—Estábamos organizando una rebelión, empezábamos a tener la fuerza y el apoyo suficiente para derrocar a esos desgraciados—
—¿¡Estás loco!? Perdimos demasiado la ultima vez que intentamos ser mas inteligentes que ellos Ethan—
—Lo sé, pero éramos jóvenes e idiotas. Ya no soy un niño, y tengo hijos Liv. Quiero dejarles un mundo mejor—
—¿Un mundo mejor? Van a matarlos, a ambos. Y Alexia no va a estar mejor, ¿crees que fue fácil para Sophia crecer sin su padre? —
—Piensa en Sophia, piensa en Daemon, ellos querrían esto. Ellos merecen esto. Esos infelices no pueden ser impunes para toda la eternidad—
—Ya perdí demasiado Ethan, y no voy a perder más. Ustedes pueden quedarse con nosotros, permanecer a salvo. Nadie puede herirlos mientras permanezcan en estas tierras—
—Ya mataron a mi hijo, creo que el mensaje es claro—
—¡Mataron a tu hijo pero no te mataron a ti, o a ellas! No estas pensando con claridad. Pueden…—
—¿Mami? ¿Por qué estas gritando? ¿estás enojada? — una pequeña pelirroja de piel de porcelana, ojos azules y un intenso aroma que me dejo hipnotizada apareció e interrumpió a Olivia.
—Sophia, no deberías estar fuera de tu cama a esta hora— la niña ignoró a su madre y poso sus ojos primero en mi papá y luego en mí. Sentía como su mirada intentaba entrar en las profundidades de mi mente.
—¿Quiénes son ellos? —