Mi abuelo siempre me leía libros, cuando dormía o fingía hacerlo para poder escuchar, él siempre me decía que cada persona es como un libro y que teníamos que leerlos bien para poder conocerlos y entender a los demás y que nunca debemos juzgar a los demás sin conocerlo era una personas muy buena y demasiado amable, un día de mala suerte se tuvo que ir a un largo viaje en el cual no pude acompañarlo él me dijo que era un lugar donde todavía no tenía que visitar porque era joven, antes de irse hablamos por un largo rato sin para en el último momento saco un papel doblado de su bolsillo, al monto de la despedida no podía ni siquiera podía leerlo, cuando volví a nuestro departamento pequeño y solo, saque el papel dentro tenía un pensamiento, que fue escrito por el mismo con su letra y gran sabiduría.
Queda prohibido
Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber qué hacer, tener miedo a tus recuerdos… Queda prohibido no sonreír a los problemas no luchar por lo quieres,
Abandonar todo por miedo, no convertir en realdad tus sueños, queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen menos que la tuya, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha… Que prohibido no crear tu historia, no tener un momento para la gente que te necesita, no comprender que lo que a vida te da también te quita… Queda prohibido, no buscar tu felicidad no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejor, no sentir que sin ti, este mundo no sería igual… Pablo Neruda..
Al terminar de leer no podía dejar de llorar, pensé no podría seguir, pues ahora estoy sola, al día siguiente no podría ni levantarme pero al ver la carta que me avía dejado, decidí levantarme y sonreírle a los problemas como decía. Salí del departamento un poco insegura de poder con el compromiso de ni abuelo para seguir con la pequeña cafeterita, tratare de seguir con ella, no quería venderla, mi abuelo me comento que unos empresarios muy importantes querían cómprala pero mi abuelo se negó rotundamente, era el patrimonio del muchas generaciones dijo y que aunque le ofrecieran todo el dinero del mundo no lo aria, ahora yo tendría que protegerla yo y sacarla adelante por cuenta, lo bueno es que tenía algunos ahorros que eran para terminar de pagar mis estudios, pero era más importante, tendría que aplazarlos por un tiempo hasta que pueda contratar a alguien que se pueda hacer cargo de la cafetería mientras estudio, mientras me are cargo, al llegar a la cafetería me quede unos instantes mirando mi alrededor y recordar los momentos felices que pase en ese lugar, recordé que cuando era niña y regresaba de la escuela, le daba un gran beso a mi abuelo y me enseñaba como hacer los más delicioso postres que en la vida avía probado, bueno tal vez yo lo decía porque era mi abuelo pero, los que lo probaban se quedaban realmente fascinados con los postres este lugar. Lo más triste es que tal vez yo no tenía el mismo talento, pero tendría que intentar y no podía pagarle a nadie para que hiciera los postres por que no teñí lo suficiente para que me ayudaran, aunque el negocio siempre le avía ido bien no me podría dar el Lugo de tal cosa, pero tendría que hacer el esfuerzo para poder tener un poco de ayuda, yo no podría hacerlo sola, peje un anuncio de se solicitaba gente para trabajar en la cafetería que el sueldo era negociable, que no podría pagar mucho por ahora pero que aumentaría según el progreso, ente día nadie se presentó pero no perdía la esperanza de que alguien se presente mañana alguna persona, mientras tendría que ir a la universidad para informar que aplazaría un tiempo los estudios por problemas personales, al ir de vuelta a la casa me di cuenta de que realmente no tenia amigos que el único amigo que tenia se había ido para no volver, no puedo echarle culpa a nadie siempre me había alejado de las personas de mi edad y los pocas personas que conocía ya estaban el en mismo viaje que mi abuelo había tomado. Realmente nunca había notado tal soledad que me rodea asta ahora de camino a casa. Decidí caminar un poco por un parque, y pensar, en otra cosa, bueno en realidad no quería llegara mi casa sería la primera vez que llegaría tarde del horario de siempre, mientras caminada se dio cuenta el parque estaba totalmente desierto, no avaí nadie corriendo como de costumbre, pero no tuve miedo seguí por un camino lleno de árboles cuando de repente sentí que me seguía, al voltear atrás vía algunas sombras que se dirigían hacia mi camine un poco más rápido y con discreción, discretamente volví a voltear las sombras se acercaban aún mas, entre dos o tres no tome tanta atención decidí dirigirme por un callejón que daba hacia una avenida principal, les llevaba algo ventaja y podría corren al dar la vuelta y apártame de la vista de las sombras cuando estaba decidida escuche a lo lejos unas voz algo joven que me decía con voz entre risa –A dónde vas tan sola cariño – dijo al terminar otro grito mientras aventada lo que parecía una botella de seguramente de alcohol -te acompañamos y te podemos llevar al cielo-y comenzaron a reír, mi corazón latía a mil por hora, realmente tenía miedo, imagine lo peor del mundo, que si me alcanzaran no tendría a donde escapa, antes de poder llegar dar la vuelta escuche que corrían así mi con gran velocidad, antes de que pudiera escapar sentí que me tomaron con gran fuerza del graso el cual me hizo voltear con gran violencia, podía oler su aliento alcohol, mientras otro se ponía de tras de mi no podía creer eran tan jóvenes para hacer ese tipo de cosas, pero al tratar de soltarme pero el joven me apretó más fuerte, en un impulso lo golpe en las partes donde les duele a los hombres, me soltó de inmediato cayó al suelo con un grito de dolor y de furia, trate de correr pero uno de ellos se interpuso en mi camino, tenía lleno de lágrimas mis ojos, comencé a gritar con tal fuerza, pero ellos se burlaban mi ,mientras el otro se recuperaba uno me todo atrás y me olía el cabello, grite mas fuerte pero el tercero comenzó a reír a imitar mis gritos y dijo – otras gritaban as fuertes- y se echó a reír.