Tratos con ángeles
Sam
- Esta bien, hagámoslo a tu manera- decía con su mirada calmada.
No podía creer que había sido así de fácil
- Estas hablando enserio? - dije con incredulidad, estaba sorprendida, no más bien estaba que me daba un infarto de sorpresa.
- Ya vez, tu no lo harías.
- No es eso es que me sorprendió demasiado.
- Esta bien, yo entiendo tu no quieres nada sentimental y esta, bien hagamos las cosas a tu manera.
- Ese es el problema, tu si quieres algo sentimental y yo no…
- Y lo haremos a tu manera.
- uhg no hagas esa cara - me reí porque su cara era de pura ilusión.
- No estoy haciendo ninguna cara Sam - estalló en una carcajada.
- Lo vez si la haces Nicolas - le decía mientras lo acusaba con un dedo.
- Aceptas o no?
- Hay reglas - le dije mientras nos sentábamos sobre una banca.
- Esta bien, pero esto no lo puede saber nadie - mientras se acomodaba su cabello nerviosamente.
Mientras buscaba una libreta y lápiz en mi mochila el solo me miraba con su cara de idiota.
- Esta bien, pero antes te tengo que decir algo.
- Que es - pregunto preocupado.
- Tienes cara de idiota - le dije mientras empezaba a escribir en la libreta.
Reglas
1. Tendremos exclusividad
2. No meteremos a nuestras familias en esto
3. No tendremos celos
4. Seremos sinceros cuando no queramos continuar
5. No habrá sentimientos
- y tu eres una tonta quien trae libretas en su bolso.
- las personas organizadas y de buen gusto- mientras le sacaba mi lengua el solo se rio.
Dios como amaba esa risa. Dios Sam contrólate el esta cerca.
Genial ahora estaba hablando sola en mi cabeza mientras que el me miraba esperando a que continúe hablando.
-Sam tengo algo que decirte- dijo Nicolas mientras trataba de cortar la hoja de mi pequeña libreta.
Cadén
mientras caminaba por un pequeño parque cerca de mi apartamento, a lo lejos podía ver como una pequeña rubia sostenía una roca mientras le gritaba a aquel pobre chico sentado en aquella banca, mire para todos lados para ver si alguien más veía esta escena tan divertida pero solo había un anciano sentado en una banca a la distancia dándole alimento a las palomas.
Voy directamente hacia la pareja mientras que escucho como los gritos de aquella chica rubia se hacían presentes en el ambiente.
-¡Iba acostarme contigo maldito cabron¡, como diablos se te pudo haber olvidó mencionar el pequeño detalle que ibas a casarte con alguien más.
-¿Está todo bien señorita? – pregunte mientras trataba de acercarme
y es cuando ellos se percatan de mi presencia, pero solo la rubia voltea a verme ya que el chico esta muy ocupado huyendo de la rubia.
-Claro que esta todo bien- soltó con sarcasmo mientras lanzaba la roca – usted cree que esta bien que un hombre se le olvide que se va a casar solo para poder acostarse conmigo.
La pregunta de la rubia me dejo asombrado y es que era cierto. ¿Como a este sujeto se le podía olvidar que se iba a casar?
-Pues no – conteste dudoso mientras ella solo se dejaba caer en la banca de aquel parque.
-Y ya se fue el muy cabron, gracias por su ayuda – con una pizca de sarcasmo en su voz.
Esta rubia era de lo más increíble, después de que me acerque para ver si todo estaba bien entre ella y ese chico raro se comporta de esta manera, es realmente increíble}, pero muy hermosa, a decir verdad.
-Un gracias habría sido suficiente- dije con una sonrisa de burla.
Sam
-Un gracias habría sido suficiente- decía mientras sonreía con burla.
Pero y este que se cree, primero llega y me arruina la oportunidad de romperle la cara a Nicolas por “olvidarse” mágicamente que esta comprometido y querer entablar una amistad llena de sexo conmigo y después cree que tengo que agradecerle.
-Lamento decepcionarlo completo extraño – lo mire mientras lo observaba a la espera de una respuesta, pero que quería, ¿mi nombre talvez?
Me di la vuelta y de inmediato sentí que alguien me jalaba de mi mano, era el, pero como podría ser si apenas lo había visto.
-Disculpa, pero cuál es tu nombre.
-Llámame la chica a la cual impediste que golpear a un gran idiota y si me disculpas tengo cosas que hacer.
-Adiós chica a la cual impedí que golpeara a un idiota.
…..
Mientras entraba por la casa de mi papa escuche un grito desde la cocina
-¡Samy donde estas ¡
Y ahí estaba mi dulce hermano en la casa de nuestros padres otra vez, me pregunto si su apartamento en la cuidad lo tendrá como un adorno, pero no podía molestarme ya que el era mi chofer personal, ya que la ultima vez que intente conducir no me fue del todo bien.
-Dónde está mi taxi favorito – le dije a Jorge mientras corría a abrazarlo
-No se déjame pensarlo – mientras miraba hacia arriba esperando la respuesta a mi ausencia durante casi un mes – talvez esperando a que su hermanita lo llamara y no desaparecerse durante tres semanas- decía mientras sostenía mis cachetes entre sus grandes manos.
-No lo sé Jorge déjame pensarlo – mientras ponía una mano en barbilla el solo se daba la vuelta para ir por papa.