Nos encontramos de nuevo,
pero está vez no te busco a ti.
Tampoco quiere decir que en mi mente no te llevo,
eres una cifra más para mí.
Hoy quiero contarte la decepción que he tenido
después de un esfuerzo supremo,
no resultó como he querido;
un reclamo blasfemo.
En cambio lo hiciste tan sencillo,
cerraste los ojos y rezaste.
Tan patético que solo río
¡Pudiste hacerlo más interesante!
Pero cada acción vale descubrir,
cada sentir, cada llorar,
cada ocultar, cada ver es emocionante.
Dímelo a mí,
que intento hacer mi propio rito.
Te he arrojado al mar,
y un poema no he escrito.