...Y él besaba sus labios y acariciaba su cuerpo con sus manos ágiles como palomas y la llevó al cielo y allí sobre una nube blanca la hizo suya, como siempre lo había soñado, con el mismo amor que en su juventud se habían jurado.
La poseyó con pasión y rabia, toda esa pasión contenida por años y esa rabia de que otro le hubiera arrebatado la primicia de ese, su gran amor pero al fin estaban juntos, nada ni nadie podría separarlos, estaban creados para ser felices por sobre todas las adversidades posibles.
De pronto y sin previo aviso ...la nube se tornó oscura...ella supo que allí todo moría.
Te amo... susurró