Decidí abrir mi guardarropa y elegir mis mejores prendas para emprender un viaje, un viaje sin retorno
Encontré esa ropa holgada que utilice alguna vez, con la cual creí que iba a pasar desapercibida pero lo único que logré es qué me juzgaran por el cambio radical en mi vestimenta. Comencé a probarme cada prenda y aun me seguían quedando igual, han pasado ya diez años y la delgadez de mi cuerpo no cambió demasiado
Segui buscando dentro del armario y encontré ese pantalón de mezclilla que tanto amé, ese pantalón de mezclilla que usaba casi todos los días por lo bien que se me veía y me hizo entender que hasta un cuerpo como el mío podía verse bien en las prendas correctas, al tomarlo y realizar cada desdoble los recuerdos de hace once años regresaban a mi como si se tratasen de acontecimientos vividos el día de ayer.
El pantalón de mezclilla que esa noche me quite y nunca más volví a usar lo lave con todo el detergente que pude encontrar pero aun lo seguía viendo sucio, seguí fregando cada sección de el hasta lastimar mis manos pero esa suciedad no se iba, entendí que no importaba cuantas veces lo lavara la suciedad que tenía nunca iba a desaparecer así que, lo guarde en lo más profundo de ese guardarropa creyendo que de esa manera todo sería olvidado.
El viaje que quiero emprender esta noche quise emprenderlo hace once años pero en esa ocasión el tren me dejó, fue un viaje fallido, un viaje que quiero retomar por tercera vez y espero en esta ocasión no llegar tarde a la estación del tren.