· Prefacio

¿Sonaría muy extraño si les digo que conocí al amor de mi vida cuando este mismo me atropello con su bicicleta?

No tengo mucho que decir, Dalton y yo eramos algo peculiares. Imanes para los problemas, amantes de lo prohibido y creyentes del destino. El no era el hombre perfecto, y yo no era la mujer perfecta, y es que esas imperfecciones formaban parte de el. Lo hacían ser quien era. El amor de mi vida.

Bien, comenzare desde el principio pero he de aclarar que nuestro amor es un amor especial. Es el amor. No permitiré que derramen lágrimas, para eso estoy yo.

Estaba tan enamorada de Erick Hamilton que solo tenía ojos para el. El era el hombre de mi vida, ¿Confuso, verdad? Digo, porque dije que el amor de mi vida era Dalton y ahora hablo de este tipo, Erick, catalogándolo como el hombre de mi vida. De acuerdo, no soy buena contando nuestra historia, hago lo que puedo. Como decía..., Erick era el hombre de mi vida, y es que en su momento lo era. Ahora estoy algo inquieta pensando que si las cosas se hubieran dado de otra manera, y quizá no hubiera conocido a Dalton, el tal vez hubiera sido mi amor de toda la vida. Era una adolescente de diecisiete años cuando mis suspiros eran dedicados a aquel lindo joven de ojos miel, sonrisa de comercial y cabello rizado de un lindo color como el oro. Creía saber que se sentía ese sentimiento tan extraño que todos buscan, "¿se sentirá así o solo es mi imaginación?" Vivía preguntándome.

El amor. Si, a el me refería.

Tres letras que forman una palabra demasiado fuerte. Ese sentimiento difícil de explicar, porque seamos sinceros, es científicamente imposible de explicar. Hay todo tipo de formas para catalogar el amor, pero no es fácil. A mi me daba miedo no saber reconocer el amor porque, ¿Como lo distingues?

Aun a mis veinti-tantos no sabría responder, solo se decir que lo sé porque lo sé. Que lo siento dentro de mi corazón. Si identifican al tipo de amor al que me refiero ¿verdad? Sé que es el correcto porque algo dentro de mi así lo siente.

Volviendo a los recuerdos donde estaba enamorada de Erick. El era el tipo de chico que volvía locas tus hormonas, era un chico inteligente, guapo y algo competitivo. Tenia todo lo que quería para mi. O al menos lo tenía hasta que un troglodita todo harapiento me arrolló con su bicicleta, y fue cuando las cosas cambiaron y tomaron una forma que nunca hubiera imaginado posible de no haber sucedido...