Cesar manejo por mí, me sentía algo mal para hacerlo, me quede dormido en la parte de atrás del auto, mientras estaba dormido, tuve un sueño que me incomodo muchísimo, Cathy salía en el con los ojos fijos sin ninguna expresión, me observa molesta y me señalaba, no decía una sola palabra, caminaba hacia a ella pero cada vez que creía que me acercaba en realidad me iba alejando; solo pensé en correr pero ella huía de mí, grite de desesperación quería alcanzarla. Me desperté sobre saltado.
― ¡Sam! ― Dijo Lucas preocupado. ― ¿Estas bien?
― Si.
― Sam estas agitado. ¿Estas bien? ― Esta vez Cesar pregunto mirándome por el retrovisor.
― Si, si estoy bien solo tuve un mal sueño, lo siento chicos.
― No te preocupes, igual ya es algo tarde creo que lo mejor es ir comer algo e ir a descansar porque fue un poco pesado manejar, no estoy tan acostumbrado como tú. ― Dijo Cesar dirigiéndose hasta un edificio gris.
― Por fin estamos en Phoenix. ― Dije algo contento. ― Mañana podre ir a Empires para poder hablar y ver a Cathy.
― Tendremos que esperar hasta el martes. ― Dijo Lucas algo serio.
― ¿Qué? ¿Por qué? No quiero esperar más. ― Le respondí realmente molesto a mi amigo.
― Porque mañana domingo no abren y el lunes es festivo entonces no trabajan tampoco. ― Esto tenia que ser una maldita broma, todo por lo que habíamos pasado y aun no la podría ver; me enoje un poco pero no con mis amigos sino más bien con la situación.
Solo nos quedaría disfrutar de esos dos días y esperar que pasaran muy rápido, aunque sabia que eran solo 48 horas parecían una eternidad. Aunque ya había esperado tanto esperar un poco más no me mataría. El domingo solo nos dedicamos a descansar lo necesitábamos y era una de las pocas veces en que estábamos tranquilos; el lunes en la mañana estuve algo ansioso solo quería que el día pasara muy rápido, nada me podía arruinar la emoción que tenía en ese momento; los chicos y yo estábamos cenando en un restaurante de BBQ a todos nos encantaba ese tipo de comida y no me podía negar tenía muchísima hambre.
― ¿Listo para mañana? ― Cesar me pregunto muy contento, una parte quería responderle eufóricamente que si pero en realidad estaba preocupado.
― No. ― Dije sin titubear.
― ¿Qué? ¿Por qué?
― He estado pensado que no quiera verme, hablarme o me trate mal que me diga algo que no quiera escuchar.
― Cathy no es así esa mujer tiene un corazón tan grande como Australia.
― ¿Qué quieras decir Lu? ― Mire a mi amigo mientras mordía un hueso.
― Cathy no puede guardar odio en su corazón, ni rencor, ella perdona todo a pesar de lo que le hiciste, cuando hable con ella en ningún momento dijo que te odiaba que te detestaba o algo similar por la manera en que se expresó de ti parecía que tenia paz, incluso si tú le decías que odiabas a alguien o cosas similares ella siempre responde con una bonita frase “Solo te haces daño tu” ― Es cierto ella era sorprendente en eso. ― Lo único malo que puede pasar es que te rechace por el impacto al verte, pero luego aclaran las cosas.
― Exacto Sam, mañana podrás verla por fin, hablar las cosas y quien sabe decidas quedarte aquí con ella.
― ¡¿Qué?! ― Pregunte sobresaltado a Cesar.
― ¿No habías pensado en esa posibilidad?
―No para nada ¿Por qué me quedaría?
― Samuel, Cathy se vino a este país por una buena oportunidad de trabajo. ¿Crees que la va a dejar así por qué sí?
― Creo que no, la verdad no lo había pensado, en realidad pensé que hablaríamos, ustedes regresarían a casa y yo me quedaría con ella seis meses y luego regresaríamos, por mi cabeza en ningún momento paso la idea de quedarme en Estados Unidos.
―Dejar de ser tan egoísta. ― Dijo Lucas mirándome muy mal mientras bebía un poco de su vaso, me molesto un poco su comentario. ― Si esa mujer de verdad te importa como dices tienes que también pensar en sus sueños y ambiciones no es que los vayas a cambiar de la noche a la mañana, quizás ella acepte y se vaya contigo sin problema alguno, pero si no es así y ella opta por quedarse porque le esta yendo muy bien tu no tienes ningún derecho de obligarla a que se vaya contigo, deberías pensar también en lo que ella quiere Samuel. ― Lucas se levanto molesto de la mesa dejo algo de dinero sobre la mesa y se marchó. Cesar y yo nos quedamos unos minutos en silencio hasta que por fin pude romper el incomodo momento.
― ¿Crees que es muy egoísta de mi parte pedirle que se regrese conmigo?
― Si. ― Respondió Cesar tomando su ultimo trago de cerveza. ― Casi nunca estoy de acuerdo con las cosas que dice Lucas, pero esta vez si tiene razón eres muy egoísta en ningún momento paso por tu cabeza ¿Que es lo que ella quiere? ― negué. ― Piensa bien las cosas Samuel, porque esa mujer no creo que vaya a dejar todo solo por ti o ¿Si lo haría?
― No creo, aunque ella ama todo el romance y todas esas cosas dudo que le gustaría hacer eso por mí.
― Exacto piensa un poco más en lo que ella quiere Sam, porque ella no va cambiar todo lo que debe estar teniendo solo por ti, también sabes lo que sucedió con Lizbeth, no creo que Cathy te vea y se te lance a los brazos diciendo que te ama, si de verdad dices amarla como dices reconsidera bien las cosas porque es pensar en el bienestar de ambos no en el tuyo nada más, porque eso es el amor, en el amor se hacen sacrificios. ― Cesar dejo su vaso sobre la mesa, me dio el dinero y se marchó, me quede solo pensando en lo que me acaban de decir mis amigos si tenían razón estaba siendo demasiado egoísta estaba pensando solo en lo que quería, y como lo quería, pero no había pensando un momento en sus deseos.
No pude dormir nada durante toda esa noche, nadie nunca había sido tan honesto conmigo de decirme ese tipo de cosas de mí, y al escuchar a mis dos mejores amigos decirme como me estaba comportando me retumbo mucho en la cabeza, en esto mis pensamientos se dividieron, mis sentimientos por Cathy era por amor de verdad o tal vez seria solo un capricho, que llegaría a la satisfacción si lograba quedarme con ella, no estaba muy seguro si estaba viendo a Cathy como la mujer increíble que es o como un trofeo que tenía que ser mío y de nadie más.