• Capitulo 29: Un nombramiento cubierto de sorpresas inquietantes.
____Por supuesto que te disculparas en este momento, o de lo contrario, yo mismo te azotaré en público. Pídeles perdón, o te entregaré a la voluntad del Rey y del Duque de Wellington.____ Lord Callaghan amenazó a su hija con tal ímpetu, que la hizo temblar.
____Les pido perdón a todos, sobre todo, a la Princesa Alexa.____ dijo Kiandra entre dientes, en forma de susurro.
____No la escuchamos señora, por lo que queremos que repita de nuevo sus disculpas, con las Princesas aquí presente y con la Marquesa de Pembroke. Acto seguido, deberá retirarse de la corte, ya que usted no es, ni será bienvenida de nuevo.____ sentenció el Duque de Wellington con firmeza.
____Tú no eres el Rey para prohibirme la entrada a la corte, tú no tienes esa autoridad.____ le respondió Kiandra con desafío.
____Es cierto que Adler no es el Rey, pero a partir de hoy, será nombrado Gobernador de Londres. Por lo tanto, si él dice algo, eso se cumple.____ dijo el Rey sorprendiendo a todos, sobre todo, al mismo Duque.
____¿Seré nombrado Gobernador de Londres? Pero… ¿Cómo? Padre, ¿Es cierto?____ le preguntó Adler a su padre impactado.
____Sí hijo, tu tío el Rey y yo, hemos hablado sobre tu gran y magnífico desempeño en el Ducado de Wellington y el Marquesado de Oxford, por lo que hemos decidido, que Londres no podría tener mejor Gobernador, que el Duque de Wellington, felicidades hijo mío.____ le dijo el Archiduque a su hijo y lo abrazó fuertemente.
____Pero... papá… el Gobernador de la ciudad donde está el Rey, es el cargo que debería tener el Príncipe de Gales, es decir, el título que debería tener Alexei, ¿o me equivoco?____ dijo el nuevo Gobernador nervioso.
____Yo por voluntad propia, he dimitido de ser el Gobernador de esta ciudad, para que tomes tú el cargo. Felicidades Excelencia.____ dijo el Príncipe de Gales al Duque de Wellington.
____¿Qué? ¿Tú estás seguro de eso? ¿Quieres que sea el Gobernador de Londres en tu lugar?____ le preguntó el Duque a su primo, el heredero al trono.
____Claro que sí, además, quiero que a partir de hoy, recibas el tratamiento de Alteza real, como mis hermanas y yo. Te preguntarás por qué, pues simplemente porque tú eres parte de la familia real y nosotros los príncipes y los reyes de Inglaterra, te consideramos como parte de nosotros mismos, ya que como bien dijo Ani, tú eres como nuestro hermano. Por consiguiente, señor Gobernador, espero que tenga tan excelente desempeño en la Gobernación, como lo ha tenido en el Ducado de Wellington.____ fue la respuesta del Príncipe, quién al decir esto abrazó a su primo con afecto, mientras los presentes aplaudieron de regocijo y gozo. “Te lo mereces hermano”. le susurró el Príncipe.
____Muchas felicidades, señor Gobernador. Londres está partir de hoy, en muy buenas manos.____ le dijo la Marquesa de Pembroke sonriendo, pues se sentía muy feliz por el nombramiento del Duque de Wellington.
____Gracias cariño.____ le respondió y la abrazó cariñosamente, luego le susurró muy bajo:
“Ahora más que nunca, te necesito a mi lado, quiero que estés conmigo Giorgiana”.
____¿Me quieres contigo?____ le preguntó la Marquesa de Pembroke.
____Toda la vida y para siempre. Pero, antes de hablar sobre esto, dame un minuto.____ le respondió el duque suavemente, para luego mirar a Kiandra con seriedad y decirle:
“Señora Callaghan, le exijo que de inmediato, le pida disculpas a las Princesas y a la Marquesa de Pembroke… de rodillas”.
____¿De rodillas? Primero muerta, que de rodillas ante esta mujer.____ dijo Kiandra con prepotencia, refiriéndose a Giorgiana.
____Entonces, que así sea. Majestad, ¿Puedo tomar decisiones a este respecto?____ dijo el Gobernador.
____Por supuesto que sí, Alteza. Recuerda que ya eres el Gobernador, por lo que puedes tomar todas las decisiones, que creas conveniente.____ le respondió el Rey.
____Muchas gracias, Majestad. ¡Guardias!____ dijo el Gobernador y una vez que los gendarmes llegaron ante él, añadió:
“Pongan a esta mujer bajo arresto ahora mismo, llévenla a la antesala de la muerte, llamen al verdugo y díganle que esté aquí a las 5 de la tarde, pues a esa hora, tendrá que llevar a cabo la ejecución de un traidor, esta mujer morirá el día de hoy”.
Al escuchar esto, Kiandra se llenó de terror, pues fue en este momento que ella realmente entendió, que si no se tragaba su orgullo herido, de seguro moriría ejecutada, por orden del nuevo gobernador de la capital de Inglaterra, quien fuera hasta ese día, su mejor amigo y el hombre que verdaderamente amaba. Por lo tanto, con lágrimas de rabia e impotencia, se arrodilló y dijo:
“Les pido perdón a las Princesas Alexa y Anastasia, por mí ruin comportamiento, también le pido perdón a los Reyes de Inglaterra, a todos los presentes y sobre todo, le pido perdón a la Marquesa de Pembroke, por el espectáculo tan deplorable de mi parte”.
____Está perdonada, mi Lady.____ fue la respuesta de la Marquesa, que no estaba del todo convencida del repentino arrepentimiento de esa mujer.
____Si la Marquesa la ha perdonado, nosotras también lo haremos, puede irse a su país de inmediato, sin ningún problema.____ le dijo la Princesa Anastasia a Kiandra.
____Muchas gracias mis Ladies, por haberme perdonado y permitir que me vaya a Irlanda, aunque con todo el respeto que ustedes se merecen, no soy la única que debería pedir perdón aquí.____ fue la respuesta de Kiandra.
____¿Y quién más debería pedir perdón? Explícate, ¿Acaso te estás refiriendo a la Marquesa?____ le dijo el Duque de Wellington, el nuevo Gobernador de Londres.
____No, no me refiero a ella, me refiero a usted, señor Gobernador.____ fue la respuesta de Kiandra, quien lo miró fijamente.
____Ya le he pedido perdón a la Marquesa, en varias oportunidades, señora.____ le dijo el Gobernador.
____Es cierto que usted ya le pidió perdón a la Marquesa, por lo que le hizo hace dos años, pero, ¿Acaso le pidió perdón por haber hecho el amor conmigo ayer, pidiéndome que fuese su amante, aunque se casara con la Marquesa de Pembroke, porque no soportaba la idea de alejarse de mi?____ fue la respuesta de Kiandra la cual sorprendió y alarmó a todos los presentes, incluido al propio Duque de Wellington, el nuevo Gobernador de Londres, que se llenó de una furia irrefrenable.
• Escritora: Sayduvis Blanco.