Recuperando lo que una vez perdimos.

Capitulo 38: Un inminente huracán arremete con una fuerza descomunal.

Capítulo 38: Un inminente huracán arremete con una fuerza descomunal.

 

“Yo… yo… no es que no te haya perdonado, pero sinceramente no sé cómo explicarte lo que siento, porque lo menos que deseo es lastimarte.” __le respondió la Marquesa con los ojos cristalizados por las lágrimas contenidas.

 

“Tú no me estás lastimando, al contrario, estoy consciente que una parte de ti aún siente que no puede confiar en mí y es entendible, créeme que no te culparía por tal desconfianza. Por eso, quiero que nos sinceremos el uno con el otro, quiero que abramos nuestros corazones con completa honestidad, ¿te parece?” __le dijo el Duque.

 

“Claro que sí, mi amor. Pero, déjame decirte que…” le dijo Giorgiana, pero él la interrumpió:

 

“Mi hermosa Giorgie, déjame hacerte una pregunta y quiero que me contestes con absoluta verdad, ¿Tu mente, tu corazón y todo tu ser me han perdonado por completo? Por favor, sé sincera contigo misma y conmigo.”

 

“Yo… yo… yo sí… quiero decir… yo sí te he perdonado aunque… yo…” __tartamudeo Giorgiana con nerviosismo, pues no quería herir al Duque con sus palabras.

 

“Por favor, dímelo con toda honestidad.” __le respondió él acariciándole el cabello.

 

“Si te he perdonado, pero… pero tengo miedo, tengo miedo de que te vuelvan a hacer creer que yo te traicioné y engañé y que tú… que tú me vuelvas a rechazar como lo hiciste hace dos años, por eso quiero que me digas, qué fue lo que te convenció de mi culpabilidad a tal grado, que ni siquiera escuchaste ninguna explicación de mi parte.” __le dijo con sinceridad la Marquesa, mirándolo a los ojos con una mirada llena de angustia.

 

“¡Dios! Creo que ha llegado la hora de ser completamente sincero contigo, tal vez de esa manera, puedas entender un poco la actitud que tuve, pues aunque sé que fue muy injusto tratarte como lo hice, hubo quienes se encargaron de manipular los celos, que yo sentía desde antes que ocurriera lo que ocurrió.” __respondió él.

 

“¿Celos? Pero, ¿en algún momento te di motivos para sentir celos?” __le respondió Giorgiana muy sorprendida.

 

“Pues sí… bueno no… Por favor, te suplico que me escuches sin interrupciones, escúchame ahora que tengo el valor suficiente para hablar.” __le dijo Adler con una mezcla de anhelo y aflicción en su voz.

 

“Está bien, te escucho.” __le respondió ella con el corazón contraído.

 

“Giorgiana, cuando yo te vi por primera vez en el festival de los caballos, mi corazón te reconoció enseguida como su única dueña, en contra de mis propias convicciones, yo sentí que a partir de ese momento, comenzaba a pertenecerte, por lo que comencé obsesionarme con ser el único dueño y merecedor de cada una de tus atenciones y de cada una de tus miradas. Y ese sentimiento sólo se intensificó, cuando nos comprometimos y posteriormente nos casamos, pues fue en ese instante, que se apoderó de mí una posesividad hacia ti, extrema, salvaje y muy voraz, algo que nunca había sentido por nadie y que a su vez, me llenaba de miedo de mí mismo y de mi propia reacción, si otro hombre se proponía a robarme tu amor y tu corazón. Por eso, cuando el Conde Fersen apareció, todas mis alarmas se encendieron, ya que como hombre enamorado que era y que soy, sé reconocer a otro hombre enamorado y el Conde se enamoró de ti, sin importarle que tú estuvieras casada conmigo.” __le dijo él Duque mirándola con ojos entristecidos y avergonzados.

 

“¿Qué? ¿De qué estás hablando Adler? ¿Por qué nunca me dijiste nada sobre eso?” __le respondió Giorgiana mirándolo con seriedad y ansiedad.

 

“¿Por qué? Porque no quería que creyeras que yo sólo era un esposo psicópata, que no quería que su mujer tuviera una vida propia, o que tuviera sus propios amigos en independencia de mi.” __le dijo el Duque de Wellington a su prometida.

 

Te doy mi palabra que él nunca me dijo nada sobre lo que sentía por mí, ni siquiera me lo insinuó, tienes que creerme.” __le dijo Giorgiana tratando de asimilarlo todo.

 

“Y te creo. Pero, ¿Sabes qué fue lo que me dijo él, una semana antes de lo que ocurrió? Que tú sabías perfectamente lo que él sentía por ti, puesto que según sus propias palabras, las cuáles aún recuerdo como si las hubiera escuchado ayer, él te las había declarado con el más ardoroso de los fervores y que sus sentimientos eran totalmente correspondidos por ti, que tú no me abandonabas en ese momento, porque no querías lastimar mis sentimientos, ya que aunque no me amabas, reconocias lo bueno que siempre había sido contigo, por lo que al menos, yo merecía una explicación de tu parte, antes de que te fueras con él.” le confesó Adler apesadumbrado, pues él sabía el profundo dolor que le causaría a ella con tal confesión, lo que confirmó al ver su mirada horrorizada y desgarrada.

 

Escritora: Sayduvis Blanco.




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