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Red p.v
Me he pasado la última hora decidiendo el color en que teñiría mi cabello. He pensado en el rojo pero rápidamente descarté esa idea, al igual que con el color negro. Luke dice que el naranja se me vería bien, Taylor en cambio tiene otras ideas en mente. Probablemente piensa pasar todo el día en el salón de belleza, pero no tengo tanto tiempo para todo lo que quiero hacer hoy.
---Tay...- ella levantó la vista de su revista para luego verme a mi.--- He estado pensado y ya no quiero teñir mi cabello de ningún otro color, solo quiero que vuelva a su color natural.
La miré expectante, luego de varios segundos ella sonrió.
---¡Esa es una gran idea!
Cuando por fin fue nuestro turno, un hombre delgado y muy sonriente nos atendió. Taylor fue con una mujer a que le hagan manicura, Luke en cambio, solo se sentó a jugar videojuegos con el celular de Taylor. Yo estaba algo ansiosa, me emocionaba mi no tan nuevo cambio de look.
---¿Cuándo fue la última vez que viniste a un salón de belleza?
Lo pensé por varios segundos antes de responderle a Favio, quien era el que me atendía.
---Probablemente a inicios del año...
Cuando volvimos a casa ya eran más de las tres de la tarde, papá aún no llegaba. Taylor dijo que debía solucionar algunas cosas de su trabajo, así que se marchó con la promesa de que volvería para la cena.
Luke fue a su habitación a ver la televisión, a esta hora siempre pasaban capítulos de Tom y Jerry y él no suele perderse ninguno. Le dije que le llevaría algunas frutas picadas, a él pareció agradarle la idea.
Cuando el teléfono comenzó a sonar me apresuré en contestar.
---¡Red!.- ese claramente era Gael. Aunque lo conozca desde muy poco tiempo podía reconocerlo de inmediato.---¿Te encuentras en tu casa?.
---Sabía que eras tú, nadie tiene una voz tan chillona como la tuya.- escuché una pequeña risa.---Sí, estoy en mi casa, ¿a qué viene la pregunta?.- intenté hablar con naturalidad.
---¡Genial, no te muevas!.
No me dio tiempo de responder cuando ya había cortado la llamada. Los siguientes segundos me pasé analizando la situación, sin nada más que hacer dirigí mis pasos a la habitación de Luke, ni siquiera me molesté en tocar la puerta.
---Hey... aquí está lo prometido.- él ni se molestó en mirarme, solo extendió la mano, le pasé el tazón con frutas. Escuché un "gracias" casi inaudible antes de cerrar la puerta.
Al escuchar el timbre rápidamente bajé las escaleras. Un sonriente Gael se encontraba parado en el porche al abrir la puerta.
---¡¿Pero qué pasó?!. ¡Estás preciosa!.- apenas tuve tiempo de responder cuando él me acercó a su cuerpo y me estrujó entre sus brazos en un abrazo. No duró mucho pero fue suficiente.---¿Cómo estás?.
Me reí ante su estusiasmo.
---Gael... estoy bien.- tomé su mano derecha y lo llevé a la sala. Ambos nos sentamos en el sofá.---¿A qué se debe tan grata visita?.
Aún sostenía su mano, pero a él no pareció importarle y a mi menos.
---¿Estás bromeando?. Hoy tuviste una mañana algo loca, debía asegurarme de que estuvieras bien.- me sonrió, pero rápidamente esa sonrisa se transformó en una mueca. Su mano libre fue directo a mi rostro, inspeccionó cada parte del mismo. Luego llevó ambas manos a mis brazos, en donde tocó cada rasguño que recibí por parte de Olivia, ese acto pudoroso debió alejarme de él pero no lo hizo.
---Ella es algo buena.- traté de ponerle un poco de humor al asunto.
---Tú también, ella no está nada bien. Tiene la nariz y el labio partidos y varios morestones. ¿No te duele?.
Me encogí de hombros.
---Intento no pensar en eso.
---Debo decirte que enserio estás preciosa, ¡mira ese cabello!.- sus manos fueron a las puntas de mi ahora cabello rubio.---Solo a ti se te ocurre ir a la peluquería después de una pelea.
---Considero que me he deprimido por bastante tiempo, no quería pasarme el día en la cama llorando.
Él sonrió ampliamente.
---Y a mi me alegra escuchar eso. Espero puedas acompañarme a un lugar.
---No creo que sea prudente salir, papá no se encuentra y no puedo dejar solo a Luke, más ahora que necesita descansar.
---Es verdad... ¿quieres que me quede a ayudarte en algo?. ¡Ya sé!. Debes hacer la tarea de hoy, iré un rato a casa y te traeré mis apuntes.- antes de que pueda marcharse lo detuve.--- ¿Qué pasa?
---Considero que ahora eres tú quien habla demasiado.- reí un poco, un leve sonrojo cubrió sus mejillas.---La verdad no tenía otros planes, si soy sincera más tarde hubiese ido a tu casa para hablar, no sin antes limpiar un poco y hacer unas galletitas para papá, como una manera de disculparme. Fui muy grosera con él hoy, no hemos hablado desde la mañana; me encontró en el camino a casa y luego me dio su discurso de padre, pero yo no fui tan buena hija.- Gael solo me escuchaba atento.---Mis palabras realmente son como disparos cuando estoy enojada o herida.
---¿Quieres que te ayude a hacer esas galletitas?.- asentí dudosa.---Somos jóvenes, la mayoría del tiempo hacemos o decimos cosas de las que nos arrepentimos un segundo después. Pero afrontar las cosas es lo que nos hace personas dedicadas. Además, estoy seguro de que tú papá comprenderá que no estabas en tu mejor momento, y lo que menos querías era hacerlo sentir mal.
---Siempre es lo mismo, yo lo arruino todo y él me perdona.
---Ya no pienses en eso; ven, vayamos a hacer esas galletitas.- me tomó de las manos y me guió a la cocina.---Soy algo pésimo en esto, pero confío en ti.
En ese momento Luke entró sonriendo más de lo normal y saludó a Gael como si fueran amigos de toda la vida.
---¿Cómo has estado, Luke?. Espero que estés descansando en debida forma.
---He tenido mejores momentos. ¿Qué harán?.
---Red y yo haremos unas galletitas, si quieres puedes ayudarnos, claro, si a tu hermana no le molesta.- los dos me miraron expectantes. Asentí no tan convencida, la idea de Luke metiéndose entre Gael y yo no me agradaba del todo, pero rápidamente descarté esos pensamientos.