Red de amor

Capítulo 22

Al fin en Nueva York, la hermosa ciudad de los edificios y rascacielos, el temblado clima es muy agradable y ya extrañaba estar en casa, esta vez todo será diferente muy diferente...

Habíamos llegado al complejo de apartamentos gracias al chofer del señor Armitt, hemos estado muy callados, realmente muy cansados y prefiero reservarme mis palabras por el momento.

— gracias por traernos Robert

— no hay de qué joven Armitt, espero que hayan tenido un buen viaje.

— Gracias — musitó despidiéndome de Robert, tomo mi maleta para encaminarme hacia la entrada del complejo.

— ¡pero qué maravilla! ¡Me alegro verlos de nuevo! — exclama el señor Nelson con alegría

— Lo mismo digo señor Nelson — esbozo una sonrisa, camino hacia el elevador junto a Thiago, pero el señor de la mediana edad hace que detenga mis acciones

— ¡ahh por cierto, señorita Moore, la señorita Reynolds está esperándola, hace rato que llegó!

— Gracias por la información — presionó el botón de arriba y de inmediato este cierra sus puertas.

— ¿quieres que prepare las películas? — lo veo a los ojos y en sus rostro se dibuja una bella sonrisa esperando una respuesta por parte mía.

Gracias a las puertas del elevador estas se abren indicando que habíamos llegado a nuestro nivel veo a Lizzy y Joseph sentados a un lado de mi puerta hablando y riéndose, ruedo mi maleta acercándome a ella.

— ¡Aleluya! ¡Al fin regresaron par de amantes! — exclama, ruedo los ojos y me abraza fuertemente al igual que Thiago y rápidamente toma mi maleta, saludo a Joseph y del mismo modo lo hace con Thiago.

— Déjame ayudarte amigo — dice tomando una de las maletas de Thiago

— Te estaré esperando, beca — sé perfectamente que hoy es en su casa la noche de películas pero nuestra amistad cambiara y he tomado una decisión.

— lo siento Thiago, pero, Lizzy se quedará a dormir hoy conmigo

— ¿qué? — escucho a la morena y así novio al unísono.

— Lo siento... — su rostro empieza a denotar desilusión, pero..., es por el bien de nuestra amistad.

— No te preocupes, beca — musita con una media sonrisa. — Al menos estaré con Joseph tomando unos tragos..., te veo mañana — se acerca para depositar un beso en mi mejilla causando que me sonrojé.

— Claro que sí, será noche de chicos — musita Joseph con una sonrisa

— no quiero enterarme de que hayan traído chicas a tu departamento, eh — le advierte.

— no te preocupes, Lizzy — suelta una sonrisa.

— Quedan advertidos par de idiotas — los apunta con el dedo, niego con una sonrisa.

— Descansa Armitt — me despido de él y me adentro junto a Lizzy a mi apartamento.

— ¡quiero todos los detalles!, dime que fue lo que paso en Canadá.

— es enserio..., ¿cómo estás beca?, muy bien Lizzy, gracias — digo con sarcasmo.

— no empieces y suelta, quiero todo los detalles, mujer, todos — advierte.

Y así es como empiezo a contar toda la travesía a mi mejor amiga acerca de todo este viaje, empecé contándole acerca de lo ocurrido con lo del condón que le regalo Josh a Thiago hasta con la pelea que tuve con mi tía, le conté acerca de lo último que hicimos antes de venir por aquí.

— ¿porque no se casaron de una vez? — pregunta un tanto molesta

— No seas ridícula y presta atención..., luego de ir a la basílica nos tomaron una foto polaroid, un señor muy amable..., fue muy bonito... — sonrío al recordar eso, fue un la experiencia muy linda tanto como él y como yo no conocíamos la hermosa basílica.

— aja..., ¿y luego?

— Fuimos por un café..., Y... — empiezo arrugar mí frente al recordar a la chica y Thiago coqueteando, se me revuelve el estómago con tan solo recordarlo. — Thiago se puso a coquetear con la mesera que nos atención, fue muy desagradable — bufo con fastidio. — imagínate yo sentada allí y el viéndola de pies a cabeza desvistiéndola con la mirada..., que imbécil.

— ¿querías que a ti te desvistiera con la mirada no es cierto? — eleva una ceja con picardía. ¿Pero qué diablos?

— ¿QUÉ?, ¿estás loca? — pregunto con exasperación, pero que, claro que no me gustaría eso en que me te desquiciada piensa eso.

— dime algo, beca, ¿te pusiste celosa? — la veo sorprendida y me pongo de pie ante la sorpresa su pregunta.

— ¿qué demonios estás insinuando? — la veo con el ceño fruncido, ella se pone de pie viendo directamente a los ojos sin ninguna sonrisa de que todo esto es un juego.

— te pusiste celosa..., te gusta Thiago, ¿no es así? — la afirmación cae como un balazo dirigido hacia mí, es increíble que me esté diciendo estas cosas, estoy molesta, irritada y alterada, pero que está pasando

— ¿QUÉ? — asiente con toda seguridad de lo que ha dicho. — ¡porque mierda me preguntas eso!



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En el texto hay: novela romántica, amistad, novelacontemporanea

Editado: 12.09.2020

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