Adoro cuando me doy cuenta de la hora y esta habla por sí sola, al fin se acabó la rutina laboral un suspiro de alivio es lo que sale de mí en cuanto me pongo de pie y ordenó mis cosas que se encuentran desordenadas en mi escritorio, Thiago vendrá a buscarme en menos de unos minutos para poder irnos al complejo, no tenemos nada planeado para hoy, así que supongo que será una noche tranquila.
Aún no tengo idea del porque se fue mi madre, no me ha llamado para nada y eso me hace sentir un tanto molesta, no es de más volver a repetir que mi madre puede hacer de su vida lo que quiera, pero eso no quita que me preocupe por ella y me tenga con la angustia.
— ¿ya estás lista? — su voz se hace presente en mi oficina sacándome por completo de mis pensamientos.
— Si — respondo tomando mi bolso. — ¿cómo estuvo tu día? — cuestionó caminando junto con el hacia el elevador.
— Estuvo un poco ajetreado — comenta. — pero olvidemos el trabajo. — sonríe sin despegar su labios delgados color carmesí, luego de varios minutos de camino, llegamos hasta el edificio, saludamos al señor Nelson y nos dirigimos directo al elevador, no hemos cruzado palabras pero no es algo que me preocupa hoy fue un día bastante cansado, además de ser viernes es decir quien no se siente así luego de una semana sumamente cansada de trabajo lo único que pienso es en mi cama.
— Quiero hablar contigo, beca — escucho su voz decir en cuanto llegamos a nuestros apartamentos.
— Debe ser serio, porque no me dijiste "cariño" — el suelta una sonrisa débil. ¿Qué sucede?
— ¿entramos? — inserta la llave en la perilla y jala de ella dejando un espacio para mí dejándome a entender que entré de primero, le sonrió con agradecimiento y entro a su apartamento.
— ¿qué ocurre?, estás empezando a asustarme — dejó mi bolso en el sofá y lo miro fijamente esperando una respuesta inmediata.
— Creo que estás exagerando — arqueo una ceja confundida con lo que me está diciendo.
— ¿qué quieres decir con eso? — no comprendo aún que es lo que ocurre el aire cambio por completo y ahora esto parece ser un charla sería y eso me preocupa.
— quiero decir, que al igual que tú y como yo, nos enojamos. — suelta, allí en donde entiendo a qué se estar refiriendo. — hay personas que se enojan más de la cuenta, pero, vamos, seamos honestos, ambos nos enojamos cuando no estamos de acuerdo en algo — confiesa, la razón en sus palabras me hace caer en la realidad pero también viene a mi memoria lo que me dijo Alex, ¿quiso perjudicar a Thiago con eso? — No puedo olvidar el pasado, es algo que no podre borrar de mi vida y he exagerado en estos días y perdóname por eso.
— entiendo a lo que quieres llegar. — comentó mirándolo fijamente y por una parte un sentimiento de culpa invade mis pensamientos, deje que las palabras de Alex tuvieran un significando y que todo esto cambiará mi perspectiva hacia él, se que el enojo es algo que ambos manejamos gracias a niuestras diferencias, pero no quiero que se repita sus celos desquisiados y su manera de controlarme.
— Lo que tenemos que hacer... — deja una pausa pensando sobre lo que dirá. — no pelearnos, ¿no crees? — musita, está claro que entre nosotros hay un diferencia súper clara de cómo es nuestra personalidad y en este caso estoy de acuerdo con él. — Mnatendre mi demencia de celos baja, no te aseguro en que desaparezca pero, te promento que me mantendré al margen. — sonrie sin despegar sus labios.
— estoy de acuerdo y espero que sea asi Thaigo. Pero, dime algo, ¿es cierto que cambiaste luego de que Maggie termino contigo? — sus ojos se abren arqueando ambas cejas de sorpresa, el suelta una risita imaginando que sabe perfectamente quién me ha dicho eso.
— beca, no te mentiré si, si cambie y estuve enojado por un buen tiempo, pero volver nuevamente ocasiono que todo volviera a abrirse. — confiesa, me siento en el sofá porque en este punto mis pies se sienten cansados de estar de pie, él me sigue y se sienta a mi lado. — pero Alex, no tiene idea de quién soy ahora, es fácil ser juzgado cuando el juzgador no te conoce por completo. Estoy molesto ahora por haberte dicho eso, pero es la verdad.
Me dejé llevar por algo sin importancia, por algo que no es, algo que sin duda alguna no tiene razón de ser, soy una idiota quise que fuera a terapia por algo quellegue a exagerar, por algo que ni sufre y tiene razón en llevarnos bien y ya no pelear,me tranquiliza su seguridad al decir que mantendrá todo su pasado atras y olvidar nuevamente esto, él lo dijo una vez, somos como Donald Trump y Kim Jong Un Sé que la convivencia no será fácil y que debemos acostumbrarnos a la personalidad de cada quien en especial en mi caso, al contrario de él soy muy antipática y amargada, el, es todo lo contrario a eso y su empatía y la manera extrovertida es parte de él. ¿Voy a seguir creyendo cosas que salen de la boca de otras personas?, no voy a dejar que eso y los malos "rumores" provoquen algo como esto.
— Lo siento — es mi turno de pedir perdón. — me deje llevar por lo que dijo Alex, ¿puedes creerlo? — siento la calidez de sus manos en las mías. — estuve a punto de mandarte a terapia. — esboza una sonrisa débil.
— No me molestaría ir, seria bueno para que mi pasado no me afecte otra vez. — se encoge de hombros. — pero créeme que mi tiempo no me lo permitiría. — menciona. Es un chico encantador y no solo eso, entiende a la perfección y no está molesto de como lo haya juzgado Alex, aunque en realidad todo lo que me dijo no fue mentira ya que el en ningún momento me negó haber cambiado, más sin embargo lo hizo en un tiempo. Así que ninguno es el malo del cuento y eso es muy bueno. Ahora lo entiendo, todo este tiempo veía las cosas de diferente manera desde que hable con Alex.