Capítulo 20

Festival de la luna roja
Demian
🏹🏹🏹

Me coloque la camisa blanca dejando el primer y segundo botón desabrochado, remangue la camisa para dejar expuesto mi tatuaje. Los vaqueros negros estaban bien colocados y mis zapatos negros no llamaban mucho la atención. Peino mi cabello con mis dedos dejándolo un poco alborotado y suspiro viéndome al espejo, ya estoy listo para el festival. Unas manos me abrazan apretando mi pecho ni siquiera me muevo por que se de quien se trata.

– mi lobo te vez muy sexy para la luna – hablo Liz cerca de mi oído causando que un escalofrió recorriera mi espina dorsal. Sacando sus manos de mi pecho gire para verla con un vestido sin mangas que se sostenía por su busto y caía desde hay en varias capas de tul. Era corto al frente y largo atrás de un azul Francia muy llamativo y pedrería recorriendo su busto. En la cabeza tenía una diadema de color negro que dejaba despejado su rostro salvo por su cercillo y su cabello pelirrojo caía por sus hombros en forma de risos. Liz se veía hermosa hasta más alta y fue cuando note sus plataformas de color negro, la pelirroja es alta, pero con zapatos altos se ve casi de mi altura.

– estas muy hermosa mi vida – tomando su mano la hice dar una vuelta y me detuve viendo su tatuaje, distinto al mío por ser de otra manada. De igual modo no importara mucho si yo me llego a casar con ella Liz dejara de pertenecer a esa manada si la luna me dice que ella es mi mate.

– gracias ahora vámonos – entrelazando nuestros dedos salimos de la habitación donde nos cruzamos con Angelic que iba saliendo metida en su pijama. Un pantalón de tela fina de hombre y una remera que dejaba al descubierto su ombligo, la castaña tenía un tarro vacío de helado entre las manos y su mentón estaba un poco manchado de chocolate. – buenas noches Angelic – mi novia saludo a Angelic que apenas sonrió y se volvió a meter en la habitación. Los ladridos de Duque no se hicieron esperar, pero no los escuche más cuando baje por las escaleras. Abajo ya estaban mis padres bien vestidos prontos para irnos al festival que se celebra en medio del bosque lejos de los curiosos humanos y un lugar prohibido para vampiros y valius.

– ya estamos todos ahora podemos irnos – mi padre hablo ero pude notar como miraba las escaleras como si esperara que Angelic bajara. Antes de que cualquiera pudiera responder bajo Duque corriendo por las escaleras seguido de Angelic que corría con mucha emoción hacia la puerta. Pero la única diferencia que ahora no tenía el mentón manchado de chocolate, pero si la cara llena de lágrimas que nos alarmo a todos. La castaña abrió la puerta y tres voces gritaron a la vez que Angelic también grito.

– idiotas vinieron – de un momento a otro tres jóvenes se abalanzaron encima de Angelic y terminaron cayendo al suelo mientras se carcajeaban. – me aplastan simios – se pusieron de pie y pude reconocer a esas tres figuras, Luke, Benjamín y Marcus.

– cómo crees íbamos a perdernos la unión con tu mate – hablo Marcus abrazando de nuevo a Angelic y besando su coronilla para luego soltarla.

– además quiero ver con mis propios ojos lo que se siente dejar la soltería – tomando a Angelic por los cachetes Luke la movió un poco para luego besar su frente.

– también te extrañe enana – Ben revolvió el pelo de Angelic y paso a su lado para saludar a mi madre besando el dorso de su mano – hermosa como siempre señora Black – mi padre gruño ante el gesto galante del amigo de Angelic. La castaña tomo del brazo a Benjamín alejándolo de mamá y se dispuso a hablar antes de que papá ataque al castaño en la yugular.

– los chicos vinieron a verme porque les conté que la luna al fin revelara a mi mate – los ojos azules de Angelic mostraron un brillo especial que hace mucho tiempo que no veía.

– bueno hora de irnos – mamá interrumpió el silencio que se formó y besando la mejilla de Angelic se despidió de los chicos cordialmente. Di una última mirada al trió de chicos que estaban cómodamente sentados en el sillón y noté como Angelic estaba feliz con la compañía de los jóvenes.

Nos montamos en el auto para llegar hasta donde se podía en el bosque al bajarnos continuamos caminando hasta que nos encontramos con el resto de la manada. Se encendió una enorme fogata donde se podía bailar alrededor de esta mientras músicas alegres sonaban. Esperábamos la salida de la luna roja que pasaba solo una noche al año por eso celebrábamos el festival además que esta bendecía nuestras uniones románticas. La madre Luna nos cubría con su luz roja y nuestros destinos quedaban sellados. Por más que nos alejáramos nos distanciemos e intentemos alejarnos de la otra persona la diosa Luna volverá a unirnos para que sucumbamos ante el otro revelando al amor.

La música paro cuando escuchamos a la diosa Luna hablar y Alec fue convocado justo debajo de su luz. Bailey fue hipnotizada por la voz de la Luna, su luz roja los cubrió revelando que la castaña es la mate de Alec y su unión es bendecida por la diosa Luna. Cuando la luz se fue todos aplaudimos su unión y comenzamos a celebrar bailando alrededor de la fogata. Así fueron pasando parejas y Liz comenzó a alterarse al ver que la diosa Luna no la convocaba a ella ni a mí.