Capítulo 33

Sin retorno
Angelic
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Abrí mis ojos sintiéndome mareada y volviéndolos a cerrar esperé un segundo a que mi cabeza dejara de darme vueltas. Lento volví a abrir mis ojos viendo la inmensidad de árboles y el cielo nocturno estrellado sobre mí. Poniéndome en pie note que no tenía ningún dolor tampoco sentía frió, y la ropa que llevaba puesta había sido remplazada por un vestido banco y una capa rojo oscuro. Emprendí el camino de manera torpe pues el dolor en mi cabeza persistía haciendo que pierda el equilibrio algunas veces.

Camine demasiado hasta que mis pies dolieron, pero no hallaba salida de este bosque es más viéndolo todo parecía volver al mismo punto una y otra vez. Tal vez estaba caminando en círculos porque el lugar se parece mucho asiendo que vuelva al mismo punto una y otra vez, por esto comienzo a romper ramas por gusto buscando no volver al mismo sitio. De alguna forma u otra volví a regresar al punto de inicio, sentándome en el suelo abrazo mis rodillas comenzando a llorar.

¿Qué me está pasando?

Lo último que recuerdo es ver a Haider dispararle a Cold luego de eso todo es blanco ya no sé qué más paso. Espere a que alguien fuera o escuchar algún ruido, pero todo estaba en silencio no parecía haber vida aparte de mi presencia.

– Angelic Miller – sacando mi cabeza de entre mis rodillas eleve mi mirada hacia esa voz femenina que me hablaba. Mika Haider estaba frente a mí con una sonrisa más jovial y un vestido blanco con estampado de hojas otoñales en tonos ámbar y marrones. Su cabello negro azabache volaba con el viento y es su pecho estaba ese colgante con el símbolo de su tribu aborigen. – lo lograste – agachándose frente a mi ella tomo mis manos entre las suyas viéndome directo a los ojos en ellos podía ver la enorme gratitud.

– no entiendo – con el corazón acelerado mire a sus ojos color café temiendo que su respuesta sea lo que estaba pensando. Las lágrimas escocían en mis ojos queriendo salir, conteniendo las ganas de llorar parpadeo apretando fuerte mis ojos y respirando con algo de dificultad. Mi respiración se volvió cada vez más fuerte y el pecho parecía que se serraba cada que exhalaba, el miedo invadía cada parte de mi cuerpo.

– linda Leo está muerto y tu.... Estas en un limbo del que solo tú puedes salir – la loba tomo mi mentón con cuidado haciendo que la mirara a los ojos, mi respiración comenzó a regularse y el miedo ya no controlaba mi cuerpo. – escucha tu corazón – acaricio mi cabeza de manera maternal y se puso de pie mirando hacia atrás. A un metro de distancia estaba Leo Haider con una camisa blanca y un pantalón de jean negro, estirando su mano hacia la morena sonrió.

– debemos irnos Miki – la descendiente aborigen tomo la mano de su compañero no sin antes girarse para verme y susurrar.

– gracias – volviendo a mirar al frente ambos se alejaron en un túnel de luz volviendo a dejarme sola en ese bosque.

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Corrí buscando alguna salida, pero siempre volvía al mismo punto de partida y sin desanimarme volvía a buscar alguna salida. Las palabras de Mika retumban en mi cabeza como un disco rayado "escucha tu corazón" sin tan solo supiera a que se refiere. En el bosque parece caer la noche y con ella llega el frió de la mano de una neblina espesa. La luna brillaba con mucha intensidad acompañándome mientras me recuesto contra un árbol. 

– Angelic – de un salto me levanto al escuchar el llamado de una voz femenina no muy lejos de donde me encontraba. Viendo en todas las direcciones busque el sonido de esa voz hasta que mis ojos se topan con cinco figuras femeninas cubiertas con capas rojas.

– ¿Quiénes son? – pregunte acercándome un poco hacia ellas mi cuerpo no sentía ni una pisca de miedo y viendo las gargantillas en sus cuellos me relaje. Dijes de lunas rojas estaban adornando sus gargantas símbolo que identificaba a las cazadoras.

– no les enseñan acerca de sus fundadoras – la mujer del medio se sacó su capucha dejando expuesto el rostro de Máxima Bloodgood mi familiar. Doy un paso hacia atrás viendo con asombro a la castaña y cayendo de rodillas incline mi cabeza frente a ellas.

– hay cosas que nunca cambian – escuche que hablaba una de las cinco mujeres, levante mi cabeza viendo a una rubia que me observaba con una sonrisa. Era Leonor Galindo.

– Leonor no interrumpas – sentencio Máxima mirando con una ceja alzada a la rubia – a lo que vinimos – la castaña saco su mano de entre su capa y me enseño un pergamino con el sello de la academia de cazadoras. Poniéndome en pie tome el pergamino abriéndolo delante de ellas y leyendo con detenimiento las palabras que contenía el mismo.

Damos constancia de que la cazadora Angelic Bloodgood descendiente directa de Máxima Bloodgood será la nueva líder del clan de cazadoras y tiene la bendición de las cinco madres fundadoras por su unión con Demian Black.... Un lobo y mate de la ya nombrada cazadora.

– ¿de verdad? – deje de ver el pergamino para observar a las cinco cazadoras que asintieron con la cabeza. Girando ellas comenzaron a caminar alejándose de mí y todo a mi alrededor desapareció.