Dentro de la Competencia.
La computadora que a simple vista parecía inservible emitía ruidos pavorosos, lejos de ser agradables, eran grotescos. Héctor presenciaba cómo a aquel joven le escaneaban cada partícula de su ser con artefactos jamás conocidos en su vida, mientras ésa cosa hablaba, sentía el corazón palpitándole muy fuertemente.
-Última pregunta antes de ser cordialmente registrado ¿Hay alguien más en éste lugar? -preguntó una voz robótica femenina, Héctor estaba apunto de salir corriendo pero ya era tarde.
-No, sólo estoy yo.
-Escaneando perímetro...
Mac dejó de moverse mientras la computadora analizaba como con vida propia el lugar. De pronto, la voz robótica que antes sonaba inofensiva, se tornó muy grave, macabra y amenazante mientras mostraba en su monitor un signo jamás visto.
-HAZ ENGAÑADO AL SISTEMA MAC BONES. SI CORRES, MUERES, SI TE MUEVES, MUERES, SI JUEGAS, MUERES.
-¡MAC! ¿¡Qué has hecho!? -el padre de Mac, entró al despacho angustiado y horrorizado.
-¡Papá yo no hice nada! -se justificó.
-¡Vámonos o nos matarán! -jaló a su hijo, pero éste retrocedió.
-¡Pero papá! ¡ENTRENÉ TODA MI VIDA PARA ÉSTO! ¡DEBO ENTRAR AL JUEGO!
-¡Ya estás dentro! ¡ahora vámonos! -y lo sacó del despacho a toda prisa, minutos después, todo quedó sumido en oscuridad. Excepto, por la máquina que aún brillaba, mostrando una página web ordinaria.
Héctor lentamente salió de su escondite y quedó parado frente al computador, maravillado por el descubrimiento, y asustado por lo mismo decidió averiguar.
-Héctor Torres -le llamó la computadora nuevamente con la voz femenina. Héctor miró detrás de él asombrado y se volteó nuevamente.
-¿Y...yo?
.
Cáliz estaba sudando mientras corría a toda velocidad por las escaleras oscuras del instituto, las luces de emergencia se habían encendido y le daba un aspecto rojizo y horripilante al lugar.
Seguidamente sin explicación alguna, los tubos de agua que estaban en la pared explotaron, lo que causó que ella gritara asustada mientras el suelo se tornaba resbaladizo y algo baboso. Logró llegar al despacho del director, miró a su alrededor escrutándolo todo y luego pasó con desespero.
-¿Héc? ¿en dónde estás? -tragó saliva y observó detenidamente la silueta de una sombra oscura que miraba fijamente lo que parecía ser un computador.
-Cáliz no te muevas -dijo Héctor parado como una estatua.
-¿¡Qué diablos sucede!? -dijo ésta conteniendo el aliento.
-Ésta maquina, nos ha metido en los registros de la red.
-¿¡Qué Red!? ¿¡Qué es eso!?
-La Red S.O.S es una competencia ilegal para toda clase de personas.
Cáliz sintió que sus piernas estaban fallando.
-Héctor.
-¿Si?
-¿Porqué no te mueves?
No respondió, de lo contrario, corrió hasta el computador y con el mismo teclado golpeó una y otra vez la torre, haciéndolo pedazos con agresividad.
-HÉCTOR ¡NO! ¿¡QUÉ HACES!?
-TOMARÉ LA MALDITA TARJETA, PLACA MADRE, DISCO O LO QUE SEA QUE ESTÉ DENTRO, TU VETE Y CORRE ¡YA!
-¿QUÉ TE SUCEDE? ¿Qué estamos haciendo aquí? ¡DEBEMOS CORRER JUNTOS!
-Nos tienen los pasos contados Cáliz, el lugar ya está infestado de jugadores que nos buscan, somos los nuevos jugadores. Y los próximos en morir -decretó susurrando entrecortadamente.
-Jugadora Número 30: Cálizo Rowland, bienvenido al juego.
-¿¡Pero CÓMO!? -su móvil se encendió transmitiendo lo mismo que la computadora antes mencionada.
-Ya te escaneó Cáliz, si estás en un perímetro de menos de 50m lo hará a menos que no pueda detectarte o no le des el permiso de hacerlo.
-¡Yo no le di permiso! ¿¡Cómo hackeó mi móvil?
-¡Pero Mac si! y no sé cómo rayos hace eso.
-Jugador Número 28: Héctor Torres, bienvenido al juego. -el móvil de Héctor también se encendió entrando a la red del juego.
-¿¡PORQUÉ DICE ESO!?
-Cree que somos jugadores, no para de repetir lo mismo desde que me escaneó -dijo guardando la placa en su mochila.
Los móviles de ambos jóvenes vibraron al mismo tiempo emitiendo el mismo ruido grotesco del computador, un pitido los desconcertó y escucharon voces provenientes del pasillo.
-¡HÉCTOR... AL SUELO!
Editado: 28.08.2018