Redención

Capítulo 9

¿Qué?

¿QUÉ?

—¿Qué?

—¿Qué si quieres que te acompañe ahora? —Daven contesto.

—¿A qué?

—A comer Zoey, ¿en qué estas pensando?

—Nada. —Conteste muy rápido y me voltee para seguir cocinando mi comida.

Estaba volviendome loca.

Él se alejo para sentarse en una de las sillas de la mesa y no dijo nada solo guardo silencio pero podía sentir su mirada sobre mi y eso me hacia entorpecer cada unos de mis movimientos. Iba a decirle que dejara de verme porque me incomodaba pero la puerta se abrió y de ahí entro Holden con Ray junto a las bolsas que supuse eran de comida.

—Ya lo sé, yo sólo digo que si incendio su apartamento y luego lo apago antes de que se disperse el fuego no sería tan malo.

—¿Eso es lo que crees? —Le respondió Ray a Holden.

—Sip, lo creo. —Caminaron para dejar las bolsas encima de la mesa.

—Eres una persona muy retorcida, ¿lo sabes verdad? —Comento Daven.

—Y tú una muy molesta ¿lo sabes? —Holden nunca se callaba nada.

—Me lo dicen muy a menudo. —Ray solo rió y se sentó para comenzar a comer y todos hicimos lo mismo porque esa comida china olía muy bien y bueno mi huevo había terminado quemado y pegado al sartén.

Si tenía que culpar a alguien sería a Daven. A él y a su mirada tan pesada.

—¿Y qué harán ahora chicas? —Preguntó Ray.

—Yo quiero salir pero Zoey estaba más que lista para pasar lo que queda del día para pegarse frente al televisor.

—Oh vamos Zoey debes salir más, después ya no tendrás tiempo. —Dijo Ray.

—Para tu información... —El sonar de mi celular me interrumpió y me levante para ir por el.

Cuando llegue a mi habitación para tomarlo —porque desde la mañana no lo había agarrado —pensé que eran mis padres llamándome pero no fue así. Era de nuevo ese número desconocido y esta vez cuando me disponía a contestarlo cortaron la llamada.

Era muy extraño, regrese con los chicos a la cocina y ellos hablaban en cuchicheos que no entendía, de repente se callaron todos.

—¿Quién era? ¿tus padres? Diles que los extraño y que necesito más de esa sopa que hace tu mamá. —Holden amaba la comida de mamá, de vez en cuando ella venía a ver a su bebé para saber como estaba. Hace mucho que no lo hacía.

—No, no era ella. Un número desconocido a estado llamándome desde la mañana y ya comienza a darme nervios.

—¿No sabes quién es? —Daven se veía interesado en lo que yo estaba diciendo era raro ya que siempre que estábamos en el mismo lugar él casi nunca hablaba.

Parecía otra persona diferente a la que conocí esa noche en el estacionamiento, se notaba menos serio, más sonriente y no es que tenga queja de ello ya que creo que tiene una gran sonrisa.

Y ya me desvíe del tema, el punto es que Daven estaba comportándose de otra manera conmigo.

Aun no decidía si podría ser algo bueno o algo malo.

Negué con la cabeza y me dispuse a terminar mi comida para hacer mi maratón de series y películas, tal vez estaba siendo algo paranoica pero necesitaba dejarlo así o de verdad me volvería loca.

El tema cambio y mientras pasaban las horas hablaron de la familia, nuestros planes a futuro y otras cosas. La verdad es que me estaba divirtiendo mucho, era genial platicar con ellos, todo fluía muy bien y escuchar a Ray bromear con Daven era gracioso, desde que yo había conocido a Raydan nunca lo había visto muy relajado con alguien, hasta el sonreía más.

—¿Recuerdas aquella vez en la que te intentaste escapar de casa porque querías ir a una fiesta y te rompiste el brazo por saltar por la ventana? —Preguntó Ray y rompió a reír por el recuerdo.

Daven bufó. —Fueron los peores tres meses de mi vida, no podía siquiera ir al baño bien.

—Si esa no fue una parte divertida para mi. —Al decir eso Ray los dos se sacudieron como si hubieran tenido un escalofrío.

—¿Porqué? —Holden preguntó

—Lo único que diré respecto a eso es que la amistad si tiene límites.

Comenzamos a reír de nuevo y definitivamente esto era mejor que ver películas, miré a Daven para ver secretamente su sonrisa porque lo cierto es que me comenzaba a gustar su sonrisa. Sus dientes alineados, labios gruesos y rosados.

Pero me tope con la sorpresa de que él ya me estaba mirando y sentí como mi cara empezaba a ponerse caliente, yo sólo pude desviar mi mirada.

—Bueno, tengo que irme, Parker esta cuidando a Olive y no confío demasiado en él siendo niñera. —
Olive era su pequeña hermana de 6 años y Parker su hermano un año menor que él. Eso era lo que había aprendido de él en esas horas.

Daven se levanto estirando sus extremidades, yo también sentía las piernas cansadas de tanto estar sentada en la misma posición pero había válido la pena.

—Si, yo te llevo tengo que pasar por algo que me pidió Bill. —Dijo Ray e hizo lo mismo que Daven.

—¿Tienes que irte tan pronto? No quiero que te vayas. —Holden le empezó a hacer pucheros y pude ver como Ray se sorprendía de que ella no quería que se fuera y aún más sorprendente de que se lo dijera, Holden cuando se dió cuenta de su sorpresa cambio su cara y aclaro su garganta. —Quiero decir, pensé que te quedarías más tiempo.

Holden suele ser distante la mayoría del tiempo y aunque estuviera saliendo con Ray lo seguía tratando a veces de esa manera, Ray había estado siendo muy paciente con ella.

Relación complicada, lo sé.

—Si, lo sé lo siento pero tengo que hacer esto. —Ray le dio una pequeña sonrisa tratando de que Holden no reaccionara mal.

—No, esta bien ve. —Holden le contesto relajada pero yo sabía que eso era lo último que estaba.

Daven y yo nos miramos y sentimos el cambio de ambiente de hecho creo que todos ya lo habíamos sentido.

—Bien, nos vemos luego.

Se despidieron de nosotras y salieron por la puerta y en tanto esta se cerro Holden se lanzó hacia el sofá como si fuera un costal de papas.

Uh. Mala señal

Es hora de ser buena amiga.




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