Redención

Capítulo 31

¿Una boda?
 


Thiago no podía olvidar los golpes que Ailen dio a la ventana de la camioneta mientras partían lejos.

Ella estaba desesperada por ayudar, pero todos sabían que llevarla con ellos solo la podría en peligro.

Soltó un suspiro, llevan ya varias horas desde que dejó a su hermana y a Ailen para comenzar con esta misión.

Se encontraba en una habitación de hotel, los agentes consideraron que esto era lo mejor, debían descansar un poco mientras ellos organizaban todo antes de actuar.

Mason y él apenas habían logrado dormir, ahora Mason se estaba dando un baño, estaban esperando ordenes para comenzar con el plan.

Unos golpes en la puerta pusieron a Thiago en alerta, se puso de pie y fue a abrir.

Eran los dos agentes, Raina y Albert, venían con una caja blanca en las manos.

Ella aún lucia el cabello rubio como el que lleva Ailen, incluso estaba usando un vestido que Thiago estaba seguro le había visto usar, con toda la caracterización, Thiago tenia que admitir que podría pasar por Ailen con mucha facilidad.

―¿Qué sucede? ―preguntó al verlos.

Albert dejó la caja sobre una de las camas.

Mason salió con una toalla en la mano secando su cabello y se detuvo al verlos.

―Graham, sabe que ya estamos aquí. ―mencionó Raina. ―Incluso sabe en qué habitación me encuentro.

Se cruzó de brazos tenso ante esta información.

―Envió esto. ―murmuró Albert y Raina se inclinó para quitar la tapa de la caja y dejó ver lo que había dentro.

Thiago soltó una maldición.

―Ese hombre está demente. ―habló Mason a su lado.

Raina tomó la nota que estaba sobre la tapa y leyó.

―Espero, mi querido amor que tuvieras un buen viaje. ―comenzó a decir. ―Estoy ansioso por verte y está vez no te dejare ir, así que deseo uses esto al venir a verme.

Albert sacó de la caja el vestido blanco, tenia una falda pomposa y una cola larga, la blusa tenia pedrería bordada.

―Algo digno de la futura señora Graham. ―siguió leyendo Raina. ―Espero con ansias verte. Atentamente Nick.

Nadie habló por un momento, mientras seguían viendo el vestido de novia.

―¿Él espera que uses eso? ―preguntó Mason.

―Si.

―¿No hay nada más en la nota? ―preguntó Thiago.

―Nada más. ―respondió ella.

―Hemos estado vigilando la mansión para inspeccionar el terreno y Nick está dentro, no ha salido.

―¿Y cuándo entraremos? ―preguntó Thiago.

―Mañana a la hora acordada.

Thiago asintió.

―Al menos sabemos que Nick aún no sospechaba nada. ―habló Albert. ―Él aún piensa que Summer está aquí o no hubiera enviado ese regalo.

Thiago sabía que era algo bueno, no necesitaban poner en alerta a Nick sobre su plan, pero aún así ver este vestido y pensar en el modo como ese psicópata le habla a Summer le hacia sentir asqueado.

―¿Y se pondrá esto, agente? ―preguntó Mason sacando a Thiago de sus pensamientos.

―Bueno usarlo nos dará una ventaja. ―ella respondió sin mostrar ningún tipo de expresión.

―Lo mejor será que descansen, mañana tendremos un día difícil. ―informó Albert y con eso tomó la caja y comenzó a salir de la habitación seguido de la Agente Raina.

Mason lo miró.

―Entiendo que tu y Summer tienen una historia. ―se sentó en su cama. ―Y ya que imagino que tampoco te sientes muy animado para dormir podríamos hablar de eso.

―No hay nada que hablar sobre eso. ―lo corto. ―Ella se casó con un gran amigo mío.

―El padre de sus hijos.

―Sí.

Thiago no se había movido de donde estaba y Mason seguía viéndolo esperando algo más, Thiago tenia los nervios de punta ante la idea de lo que sucedería mañana y Mason tenia razón seria muy difícil que pudieran dormir con esa idea en la mente así que se ánimo a hablar.

―¿Y tu tienes historia con Summer?

Mason lucio sorprendido, quizás por qué esperaba que Thiago ya no hablara con él.

―No con ella exactamente. ―dudo un poco. ―La conocí cuando éramos más jóvenes. Yo salía con... Azul y ella era su mejor amiga.

―Conozco a Azul y no puedo entender como llego a salir contigo. ―dijo con honestidad.

―Lo eché a perder. ―admitió Mason.

―Imaginaba que había sido así. ―Mason lo miró con enojo, pero este se suavizó.

―¿Ella estará bien? ―habían muchas cosas detrás de esa pregunta, preocupación, miedo, incertidumbre. Thiago entendía todas esas emociones por que él mismo las estaba sintiendo.

―No lo sé, pero estoy poniendo toda mi fe en que lo estará.

El silencio se instaló de nuevo en la habitación doble y Thiago comenzó a caminar al baño.

―Creo que tomaré una ducha, quizás eso me ayude a dormir un poco.

Mason asintió mientras él entraba en el pequeño espacio.

Thiago se miró en el espejo y cerró los ojos, el realmente estaba poniendo toda su fe en que mañana todo saldría bien, que podría salvar a Azul y llevara de regreso a su hogar.

***

Abrió sus ojos y se encontró con la oscuridad, trató de moverse pero sus manos seguían atadas, su cuerpo dolía y sentía la boca seca.

Había perdido la cuenta de las horas o quizás días que llevaba ya en este lugar.

Una sombra se movió y Azul contuvo el aliento para no gritar.

―Tranquila, soy yo. ―la voz familiar dijo y se movió más cerca. ―He desactivado las cámaras y el audio de estas. ―le informo y se acercó más a ella.

Azul pudo ver entonces la silueta levemente iluminada de Sebastián.

―¿Qué estas haciendo aquí?

―Vine a advertirte. ―murmuró él.

―No tengo mucho tiempo antes de noten que las cámaras no están activadas.

―Es por eso que tienes las luces apagadas.

―Sí, nadie debe saber que he venido. ―respondió. ―Nick no quiere que nadie entre aquí.

―Me tendrá atada a esta silla toda la vida.

Azul se movió pero sabia que de nada servía.

Podía ver entre las leves luces que entraban en la ventana el rostro de Sebastián y de algún modo aquella la hizo sentir tranquila.



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En el texto hay: romantico, drama, amisad

Editado: 08.07.2023

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